Presentación
Muchos y diversos
son los retos a los que hoy en día se enfrentan las revistas académicas en el
cumplimiento de su objetivo central: fungir como un instrumento que contribuye
a legitimar el proceso de generación del conocimiento.
Todos los académicos
reconocemos que en poco o nada contribuyen los avances de investigación si
éstos no se dan a conocer en los medios que les permitan estimular el diálogo
entre especialistas. No es gratuito que la publicación de resultados de
investigación –particularmente aquélla que se da a conocer en revistas
especializadas– se considere uno de los canales formales de comunicación de la
ciencia. Esto obliga a quienes participan en el desarrollo de los medios
editoriales especializados, no solamente a continuar trabajando para estar al
día en el proceso
editorial cotidiano, sino sobre todo a incorporar los cambios que le permitan
posicionarse como un medio adecuado de comunicación para una comunidad
académica en particular.
Sin embargo,
incorporar estos cambios necesariamente implica preguntarnos si la propia
comunidad académica a la que sirve un medio de comunicación –como puede ser, en
este caso, una revista especializada– está consciente de los retos que es
preciso enfrentar. En este punto se podría destacar –por mencionar sólo un par
de ejemplos– la transición del papel al pixel de la cual hoy somos testigos, o el
papel tan relevante que juega la normalización de procesos
editoriales en la
construcción de indicadores que permiten evaluar la actividad investigadora de
un país o de un ámbito disciplinar.
No es un exceso
tener que reconocer que el inminente desarrollo de las tecnologías de la
información y comunicación ha venido a modificar drásticamente no sólo la
forma, sino también el fondo de lo que comunicamos en ciencia. Este reto se
advierte aún mayor si reconocemos que se trata de derroteros que, para ser
afrontados con éxito, requieren decisiones colectivas, en las que no sólo se
involucren los miembros de la comunidad académica, sino sobre todo que estén convencidos
de hacerlo.
Ante la ausencia
de visibilidad de la producción científica generada en ciertas regiones, y
también en ámbitos disciplinares específicos, desde finales de la década de los
noventa empezaron a surgir diversos proyectos anclados en lo que hoy se conoce
como el acceso abierto, ampliamente difundido por sus siglas en inglés oa (open access).
El acceso
abierto a la literatura científica y académica supone que los usuarios pueden
leer, descargar, copiar, distribuir, imprimir, buscar o enlazar los textos
completos de los artículos científicos, y usarlos con cualquier otro propósito
legítimo, sin otras barreras económicas, legales o técnicas que las que suponga
la Internet en sí misma. Es decir, se trata de una forma gratuita y abierta de
tener acceso a la literatura científica.
Como movimiento,
el acceso abierto a la literatura científica y académica busca eliminar las
barreras económicas, legales y tecnológicas, y trata de obtener a cambio, como
beneficios, un mayor acceso a los documentos y más visibilidad para los
autores. Hoy en día sería difícil refutar el hecho de que los documentos
disponibles en acceso abierto son más consultados y tienen más posibilidades de
ser leídos y, por tanto, citados.
Este movimiento
permite, por ejemplo, que las revistas científicas que se editan en los países
con menores niveles de desarrollo relativo incrementen de forma significativa
su visibilidad y, por tanto, que mejoren su posicionamiento como un medio
legítimo para la comunicación en una comunidad de expertos. Sin embargo,
estamos convencidos que este movimiento, por sí mismo, no permitirá superar las
barreras de falta de uso de lo que se publica en nuestras revistas. Es preciso
que los propios académicos legitimen los proyectos de acceso abierto por medio
del consumo de la información que ahí se encuentra. ¿Cómo? Por ejemplo mediante
la incorporación de contenidos de este tipo en los programas de estudio de
pregrado y posgrado, ofreciendo a los estudiantes herramientas que les permitan
discernir entre información de calidad que puede ser localizada en la Internet
de forma gratuita; ésta es también una oportunidad para empezar a leer a
nuestros propios colegas que están trabajando temáticas similares y cuyos
resultados de investigación, hasta hace unos cuantos años, era poco probable
localizar en nuestras mermadas bibliotecas. Es por ello que celebramos el
surgimiento de redes que permiten potencializar este tipo de iniciativas.
Contar con
información actualizada y oportuna sobre el desarrollo de la investigación
científica en el área de los estudios territoriales es una necesidad constante
para académicos, estudiantes y diseñadores de políticas públicas relacionados
con el tema. Cada usuario, en su campo respectivo, reconoce lo difícil que es
buscar y recopilar información especializada y de calidad, que le permita un
mejor ejercicio de su actividad intelectual y profesional; situación aún más
compleja cuando no se cuenta con una herramienta que permita administrar y
agrupar el conocimiento generado en el área.
A partir de este
escenario, la colaboración entre redes de investigadores, editores y posgrados
en el ámbito de los estudios territoriales en América Latina, ha permitido
diseñar estrategias que buscan contribuir a fortalecer y consolidar las
actividades de difusión de la producción científica, académica y profesional en
el área.
La solidez
académica de este proyecto ha sido posible gracias al respaldo de la Red
Iberoamericana de Investigadores sobre Globalización y Territorio (rii), creada en 1994 por un grupo de
investigadores iberoamericanos de reconocida trayectoria en el estudio de
temáticas urbanas y regionales.
Desde la
conformación de la rii, el número
de académicos que participa en sus actividades se ha incrementado
significativamente, lo que ha contribuido a la consolidación de un espacio de
análisis y debate interdisciplinario acerca de los procesos territoriales
vinculados con la globalización y sus aspectos económicos, sociales y
político-institucionales. Hasta el momento, ésta, que es la principal red
científica de estudios territoriales en la región iberoamericana, ha llevado a
cabo diez seminarios internacionales.
En el marco de
la rii, un grupo de editores de
revistas académicas especializadas en temas de globalización y territorio,
conformó la Red Iberoamericana de Editores de Revistas sobre Globalización y
Territorio (rier), esta subred ha
promovido tres talleres de editores paralelos a los seminarios de la rii. El antecedente de la rier se remonta a un breve acercamiento
entre editores de revistas sobre temas de globalización y territorio que tuvo
lugar en 1999 durante el V Seminario de la rii,
en Toluca, México. Posteriormente, en el marco del VIII Seminario de la rii celebrado en Río de Janeiro en mayo
del 2004, se llevó a cabo el Primer Taller de Editores de Revistas
Iberoamericanas sobre Temas de Globalización y Territorio, en esa ocasión se
tuvo la oportunidad de intercambiar experiencias y propuestas sobre procesos
editoriales, así como fomentar el diálogo y la colaboración para contribuir al
mejoramiento de la calidad y visibilidad de la producción científica del área.
El resultado alcanzado fue satisfactorio: se logró conjuntar alrededor de 20
editores y se establecieron los primeros lazos de colaboración entre las
revistas.
Más tarde, con
la oportunidad que brindó la realización del IX Seminario de la rii en mayo de 2006 en Bahía Blanca,
Argentina, se convoco al Segundo Taller de la rier.
En esa ocasión se contó con la presencia de más de 30 personas, vinculadas a 20
revistas que se editan en la región iberoamericana, así como algunos otros
interesados en conocer los procesos editoriales académicos, tanto para
emprender el diseño de nuevas revistas, como para retroalimentar su labor como
investigadores.
No fue sino
hasta el mes de mayo de 2008, teniendo como marco el X encuentro de la rii en Querétaro (México), cuando el
Sistema de Información Científica Redalyc que
colabora en la organización de los talleres de la rier, presentó ante la comunidad académica interesada en
temas de globalización y territorio el vínculo establecido con la Red Digital
de Información sobre Vivienda del Infonavit, y se
lanzó oficialmente el sitio de la Comunidad de Estudios Territoriales:
www.estudiosterritoriales.org. Tanto los editores participantes, como en
general los especialistas que asistieron al encuentro, recibieron con
beneplácito la iniciativa y manifestaron estar interesados en seguir de cerca
las propuestas y proyectos emanados de esta colaboración.
Será en la
ciudad de Mendoza, Argentina, en octubre de 2010, donde la rier tiene previsto llevar a cabo su
cuarto encuentro, en el marco del XI Seminario de la rii. Previo a ello, y como muestra de los frutos de este
esfuerzo de colaboración es que, recientemente, con el objetivo de contribuir
al proceso de consolidación de la rier,
eure –Revista Latinoamericana de Estudios
Urbanos y Regionales, editada por la Universidad Católica de Chile y que es,
sin lugar a dudas, una de las revistas científicas más importantes para los
estudiosos de esta disciplina– convocó a un Taller Internacional, al que invitó
a participar a directores y editores de revistas latinoamericanas
especializadas en esta materia y a representantes de las redes internacionales
relacionadas con revistas de corriente principal.
El Taller
Internacional al que convocó eure el pasado mes de septiembre es parte
del esfuerzo de modernización que se ha venido realizando durante los últimos
años, a través del cual se propone, por un lado, mejorar la calidad y la
cobertura geográfica de los trabajos publicados y, al mismo tiempo, reforzar su
carácter latinoamericano mediante la publicación del mayor número posible de
trabajos referidos a este ámbito geográfico. Y, por otro lado, diversificar e
intensificar su vinculación con diversas redes de difusión y de indización,
buscando cumplir al máximo con los requisitos impuestos en el proceso de
globalización de las revistas de corriente principal. Este encuentro se
organizó en el marco del proyecto “Consolidación de la profesionalización de la
gestión editorial de eure y de la comunidad iberoamericana de
revistas urbano territoriales”, recientemente aprobado por la Comisión Nacional
de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt)
de Chile.
Sin lugar a dudas, la ya larga
trayectoria de estas redes de colaboración científica iberoamericanas ha
permitido no sólo intercambiar conocimientos, experiencias y propuestas sobre
los procesos de edición científica y difusión editorial de información
especializada. Además de ello, ha fomentado el diálogo y la colaboración para
generar redes interinstitucionales de alcance regional y local, con el firme
objetivo de contribuir al mejoramiento de la calidad y visibilidad de la
producción científica de los estudios urbanos y territoriales generados en
Iberoamérica.