Efectos
económicos de los criterios de convergencia en el proceso de inserción de
Bulgaria y Rumania a la Unión Europea
Economic effects of the convergence criteria in the
Bulgarian and Rumanian process of insertion into the European Union
Maximiliano Gracia-Hernández*
Abstract
We analyse the incorporation or Rumania and Bulgaria into the
European Union (EU) with emphasis on the effects of convergence criteria when
applied to their internal economies. We then present a brief historical review
of the creation of the EU and of the convergence criteria required for the
candidate countries. Finally, we concentrate on the economic transformations
carried out by Bulgaria and Rumania and the effects they have had in their
economies (mainly on their GDP, inflation, employment and public finances).
Keywords:
European
Union, criteria of incorporation, convergence criteria, Bulgaria, Rumania.
Resumen
Se analiza la
incorporación de Rumania y Bulgaria a la Unión Europea (ue), enfatiza los efectos de la aplicación de los criterios
de convergencia en sus economías internas. Posteriormente se presenta un breve
repaso histórico de la formación de la ue
y de los criterios de convergencia exigidos a los candidatos. Finalmente se
particulariza en las transformaciones económicas realizadas por Bulgaria y
Rumania y los efectos de dichos cambios en sus economías (particularente
en el pib, la inflación, el empleo
y las finanzas públicas).
Palabras clave:
Unión Europea, criterios de adhesión, criterios de convergencia, Bulgaria,
Rumania.
*
Universidad del Mar, México. Correo-e: maximiliano@huatulco.umar.mx,
gracia@correo.unam.mx.
Introducción
El modelo
económico de libre mercado avanza con total libertad en su expansión mundial.
La mano invisible de Adam Smith va por el mundo a través de un fenómeno llamado
globalización, lo que obliga a los países a integrarse para hacer frente a la
competencia internacional. En este momento la lucha por los mercados es por
bloques regionales, no por países (Mercosur, Nafta y la ue son claros ejemplos).
La Unión Europea
(ue) inició su aventura en 1951
con seis países miembros, en la actualidad cuenta con 27. Sus documentos
oficiales señalan:
La ampliación
es una de las herramientas políticas más poderosas de la ue. La influencia de la ue ha contribuido a transformar los
países de Europa Central y Oriental en democracias modernas y consolidadas. Más
recientemente, ha propiciado reformas de profundo calado en los países
candidatos y candidatos potenciales. A todos los ciudadanos europeos les interesa
que sus vecinos sean democracias estables y economías de mercado prósperas. La
ampliación es un proceso cuidadosamente administrado que ayuda a transformar
los países a los que afecta, extendiendo la paz, la estabilidad, la
prosperidad, la democracia, los derechos humanos y el Estado de derecho en
Europa (Comisión Europea, 2008: 1).
Al igual que los
demás países ex socialistas, Rumania y Bulgaria tuvieron la tarea de emprender
reformas radicales en los ámbitos económico, político y social. Fortalecieron
sus instituciones para adaptarse a la legislación de la ue y, debido a su pasado de economía planificada, se vieron
obligados a cambiar la mentalidad de la sociedad.
Rumania solicitó
su ingreso el 22 de junio de 1995, Bulgaria lo hizo el 14 de diciembre del
mismo año. Para ser aceptados, los países aspirantes tenían que cumplir con las
exigencias impuestas por la Comisión Europea. La entrada de estos dos países a
la Unión Europea el 1 de enero del 2007, fue un paso decisivo para la
unificación de Europa. Significó la incorporación de 22 millones de rumanos y
ocho millones de búlgaros, e incrementó el número de ciudadanos de la ue a 492 millones.
En un principio
se pensó que esos países no cumplirían con los criterios de adhesión, y es que
a estos nuevos miembros se les impusieron grandes restricciones en comparación
con los que ya estaban dentro: se establecieron medidas de salvaguardias
transitorias, ajustes financieros de los fondos de la ue y un mecanismo de cooperación y verificación, que al
final lograron cumplir.
Actualmente
Rumania y Bulgaria son dos economías de mercado cuyo pib per cápita equivale a 36 y 33.2% de la media europea en
paridad del poder de compra, están creciendo al 7.7 y 6.1%, tienen inflaciones
menores de un dígito y sus niveles de deuda pública sobre el pib (12.4 y 22.8, respectivamente) se
encuentra por abajo de los niveles exigidos en los criterios de convergencia
(60%).
El objetivo de
esta investigación es analizar los efectos económicos que ha tenido para
Rumania y Bulgaria la aplicación de los criterios de convergencia. Estos países
se mantuvieron 70 años fuera de Europa; vivieron 54 años de comunismo y 16 más
en transición democrática; el día de hoy comparten valores y principios con el
resto de Europa.
El trabajo se
divide en tres apartados. En el primero se identifican y presentan las tres
principales corrientes de integración: funcionalismo, neofuncionalismo
y federalismo, con el objetivo de dar sustento teórico al trabajo a partir de
algunas escuelas teóricas existentes. La segunda parte se divide en dos: en la
primera se presenta un breve repaso histórico de la formación de la ue y en la segunda se muestran los
criterios de convergencia exigidos a los nuevos miembros. La tercera parte
desarrolla un análisis de la sexta ampliación, particulariza en las
transformaciones económicas realizadas por Rumania y Bulgaria y los efectos que
estos cambios tuvieron en sus economías, sobre todo en variables como pib, empleo, inflación, tipo de cambio,
política fiscal, energética y de reforma estructural para lograr su
incorporación a la ue. También en
este apartado se hace hincapié en los beneficios que estos países representan
para el conjunto de la ue, en
particular porque poseen recursos energéticos. Por último se presentan las
consideraciones finales.
1. Condiciones
básicas para la integración internacional. Algunas posturas teóricas
Analizar el
proceso de integración en la ue
nos lleva primero a responder la pregunta: ¿qué se identifica como integración
económica y política en Europa? Después de realizar una revisión de diferentes
autores, se llega a la conclusión de que no existe una definición compartida de
integración; por ejemplo, Ernst Haas argumenta: “La
integración es un proceso por el cual los agentes políticos en diversos entornos
nacionales están convencidos de cambiar su lealtad, expectativas y actividades
políticas hacia un nuevo centro, cuyas instituciones poseen o exigen
jurisdicción sobre los estados nacionales preexistentes” (1968: 16). Para
Salvatore Dominick “La integración económica es una
política comercial de reducir o eliminar en forma discriminatoria las barreras
comerciales sólo entre naciones que se unen” (1999: 737). Isaac Cohen señala
que “la
integración es cuando dos o más Estados proceden a la abolición, gradual o
inmediata, de las barreras discriminatorias existentes entre ellos, con el
propósito de establecer un solo bloque económico” (1981: 149). Con base en
estas definiciones, consideramos que la integración económica y política es la
reducción del poder de los Estados miembros y el aumento de la influencia de
una autoridad central supranacional.
A partir de lo
anterior surgen algunas interrogantes: ¿existe un nivel óptimo de integración?
Consideramos que no, porque los niveles de integración que se pretenden
alcanzar están determinados por la capacidad de cada Estado para ceder
soberanía o para recibirla de otros.
Para el caso
europeo se detectan tres escuelas teóricas de integración, las cuales intentan
dar respuesta a la pregunta: ¿por qué se fusionan de forma voluntaria los
Estados a tal grado que pierden su soberanía? De acuerdo con la definición de Bela Balassa (1980: 2), se puede
argumentar que el proceso de integración en Europa es un proceso de
cooperación, porque las acciones que se han llevado a cabo buscan disminuir y
eliminar la discriminación entre los países participantes. Su proceso de
creación ha sido paulatino y sólido, con algunas crisis a lo largo de su
historia, pero siempre considerando los objetivos a alcanzar.
Desde sus
orígenes la ue ha pasado por
diferentes etapas de integración: Área de Libre Comercio, Unión Aduanera,
Mercado Común, Unión Económica e Integración Económica. Por ello, esa región
del mundo representa en este momento la máxima expresión integracionista y de
cooperación.
James Nye (citado por Dougherty, 1993:
457) plantea cuatro condiciones clave para generar un proceso de integración: 1) simetría o
igualdad económica de unidades;
las simetrías entre los indicadores macroeconómicos son importantes. Las
similitudes son más importantes entre Estados menos desarrollados que en el
caso de los altamente desarrollados. 2) Valor de la
complementariedad de la élite;
cuando las élites de un país piensan igual, la integración tiene mayor
profundidad y velocidad. Sin embargo, se señala que las élites que han
colaborado en instituciones internacionales no aprecian positivamente el
proceso de integración, porque los burócratas nacionales –señala el autor– son
cautos frente a esa realidad, dada la posible pérdida de control nacional sobre
sus países. 3)
Existencia de pluralismo; entre mayor es el pluralismo en
todos los Estados miembros, mejores son las condiciones para la integración. 4) Capacidad de
los Estados miembros de adaptarse y responder; un país con mayor gobernabilidad y estabilidad interna
tendrá mayores y mejores posibilidades para participar en el proceso de
integración.
Que un Estado
cumpla los cuatro criterios anteriores no es una condición sin
ecuanon. Para
lograr un proceso de integración se requieren tiempos determinados, Guillermo Holzmann (1990) señala que hay tres periodos distintos en
un proceso de integración, cada uno con diferentes grados de avance: tiempo
económico,
representado por la velocidad del intercambio; tiempo
jurídico-institucional,
se da a partir de la estructuración formal de esquemas de integración, lo cual
genera la institucionalización jurídica al intercambio comercial; y tiempo
político,
representado a partir de la conformación de una voluntad política expresa, que
manifiesta su disposición a iniciar y continuar el proceso de integración.
Los procesos de
integración se encuentran más avanzados en lo económico que en lo político; no
obstante, la política es imprescindible para el desarrollo y fortalecimiento
del proceso. Toda integración económica requiere un proyecto político que la
sustente, porque la integración económica tiene efectos directos sobre las
entidades políticas de los países participantes.
2. Planteamientos
teóricos de la integración
Consideramos que
para entender cualquier proceso de integración es necesario reflexionar a
partir de las diferentes teorías existentes. Pasemos al análisis de cada una de
ellas. Se pueden tomar en cuenta tres distintos planteamientos sobre
integración: funcionalismo, neofuncionalismo y
federalismo; posturas teóricas que pretenden explicar por qué los países del
entorno europeo se funden de manera voluntaria con sus vecinos, sin que les
importe ceder parte de su soberanía.
2.1. El
funcionalismo
David Mitrany (1943) parte del supuesto de la incapacidad del
Estado moderno para satisfacer las necesidades de la población, principalmente
seguridad y paz. Los Estados tienen objetivos prioritarios, entre los que se
encuentran maximizar el bienestar económico y disminuir los problemas, ello
obliga a traspasar las fronteras nacionales e ir más allá. Mitrany
propuso crear una red de organizaciones internacionales que asumieran la
gestión de sectores (agricultura, energía, transportes, etc.). De acuerdo con
los intereses en común, las organizaciones de cada uno de los países se irían
vinculando, y con ello paulatinamente se crearía conciencia de las ventajas de
la cooperación, al tiempo que se combatirían las ideas xenofobitas que dan
origen a conflictos internacionales. Este autor señala la posibilidad de que a
partir de esa coordinación pudiese surgir una organización internacional.
La propuesta de Mitrany era establecer una figura descentralizada que
evitara formar concentraciones de poder dañinas (1965: 127). El autor no
defiende ni la creación de federaciones regionales ni que una sola organización
asuma las distintas funciones del Estado; él propone un Estado descentralizado
sin concentraciones de poder.
La postura
funcionalista “propone la creación lenta y acumulativa de una comunidad
mundial, mediante programas de cooperación económica y social progresivamente
más amplios entre los distintos Estados. Los hábitos de cooperación que
resultan del éxito del progreso hacia los objetivos de un campo, pueden
transferirse a otras zonas que requieran actividad” (Plano, 1971: 74).
Mitrany no señala hacia dónde llegará la
integración; sin embargo, considera que en el largo plazo las organizaciones
internacionales se coordinarían entre sí, por lo que existe la posibilidad del
surgimiento de una organización mundial. Asimismo apuesta a la transferencia de
soberanía, pero en total libertad. El poder se delega a instituciones comunes.
Arthur Groom
(1978: 15) argumenta que el enfoque de Mitrany no fue
una teoría, sólo fue una estrategia. Para la ue las aportaciones de Mitrany no fueron directas en el proceso y discusión sobre
la integración europea, sin embargo sí fueron contribuciones indirectas. Sus
ideas representaron un antecedente inmediato de la escuela neofuncionalista,
la cual fue importante en la construcción europea.
Consideramos que
Jean Monnet (1988) retoma las ideas de Mitrany cuando argumenta, en la declaración del 9 de mayo,
que la unión de Europa no se realizaría de forma inmediata, sino bajo un
proceso que requería primero la solidaridad entre los países.
2.2. Planteamiento neofuncionalista
Sus teóricos más
importantes son: Ernst Haas, James Nye, Robert Keohane y Philippe Schmitter. El objetivo
fue elaborar una teoría del proceso de integración europeo. En esta teoría el
Estado nación se considera obsoleto, argumento que se contrapone con la postura
funcionalista en la cual la integración es un proceso descentralizado. Haas señala que “El Estado nación actual está en franca
retirada en Europa” (1968: 45). El Estado nación se considera inadecuado y se
asume una meta federal, no simplemente transacciones aterritoriales
descentralizadas,
como lo señalaron en su momento los funcionalistas, por tanto, el objetivo
federal es muy claro.
El objetivo del neofuncionalismo fue proponer, a partir de la realidad
europea, un método que permitiera crear una entidad territorial con una
autoridad centralizada formada por los Estados participantes en el proceso de
integración. Parte de la necesidad de resolver problemas que surgen entre
grupos de interés que compiten entre sí y con cuya cooperación se puede ganar
más que con la discordia. Son precisamente las instituciones de la Comunidad
Europea las que concretan el inicio del Estado supranacional, unifican los
mercados nacionales, suprimen barreras internas al comercio y adoptan políticas
comunes.
Ernst Haas argumenta que
La integración
política es el proceso por el cual los actores políticos de diferentes entornos
nacionales son llevados a trasladar sus lealtades, expectativas y actividades
políticas hacia un nuevo centro, cuyas instituciones poseen o exigen la
jurisdicción sobre los Estados nacionales preexistentes. El resultado final de
un proceso de integración política es el de una nueva comunidad política,
sobreimpuesta a las comunidades políticas preexistentes” (1968: 16).
Con esto destaca
la existencia de una transferencia paulatina de soberanía de los Estados a las
instituciones supranacionales centrales.
La transferencia
paulatina señalada por Haas refleja que la
cooperación en un sector podría derramarse a otro, lo que origina una
integración mayor. El neofuncionalismo es la
corriente del pensamiento más cercana al estudio de la integración europea, que
–de acuerdo con Charles Pentland (1977: 49)– aplicado
al análisis de dicha integración tiene dos alcances: a) desde un enfoque teórico aborda el
proceso de integración europea; b) muestra una ideología desarrollada
por ciertas élites políticas y tecnocráticas europeístas.
La estrategia de
integración es similar tanto en la postura neofuncionalista
como en la funcionalista. La integración por sectores y el cambio de lealtades
de los individuos hacia los organismos supranacionales es la misma; sin
embargo, existen diferencias: el neofuncionalismo
considera aportaciones realizadas por el funcionalismo, principalmente la lógica
expansiva (integración poco a poco de diferentes sectores), y el cambio de
actitudes de los individuos como base del proceso, pero hay un matiz
fundamental, los neofuncionalistas afirman que el
éxito de la integración depende sobre todo de las élites económicas, políticas
y sociales, las élites ven en la integración y en la cooperación el medio para
lograr sus objetivos; en segundo plano consideran al resto de las personas
(Taylor, 1983: 5).
2.3. Planteamiento
federalista
Los defensores de
esta corriente (Rosamond, 2000; Burgess,
1986; King 1982) señalan que el federalismo permite realizar tareas de forma
eficiente y maximizan la descentralización y la autonomía; para esta escuela,
el federalismo garantiza un gobierno constitucional con una sociedad democrática
y liberal. El concepto de federalismo implica un acuerdo constitucional que
involucra delegar poder y, por ende, que la autoridad se divida en varios
niveles de gobierno: locales, regionales y estatales.
Aunado a la
disgregación de la administración gubernamental, en esta teoría el proceso de
integración implica que el Estado ceda una porción de soberanía a organismos
supranacionales. La integración incluye crear una autoridad federal
supranacional cuya función sea regular el comportamiento de los Estados
constitutivos y sus derechos y obligaciones. El objetivo es formar una
conferencia constituyente que logre consensos para compartir los diferentes
poderes entre los Estados miembros. El federalismo implica la unidad en la
diversidad.
Para Preston
King (1982: 21) la federación es el resultado de un concepto filosófico
denominado federalismo, entendido éste como ideología. Para él, las decisiones
se basan en lo que decide la mayoría o en la negociación política
constitucional de Estados soberanos. Si la decisión se basa en la mayoría,
entonces el federalismo será eficiente, de lo contrario, no.
Burguess señala que el federalismo es una
forma distintiva de organización gubernamental, que existe con el objeto de
acomodar las unidades constituyentes de una unión dentro del proceso de toma de
decisiones del gobierno central, mediante el atrincheramiento constitucional
(1986: 23-25).
Teóricamente, el
federalismo es el objetivo último del proceso de integración europea. Aquí
existe un enfoque diferente del de los neofuncionalistas,
dado que éstos indican que el federalismo no es deseable, aunque argumentan que
llegará en el largo plazo.
3. Creación de la
Unión Europea. Breve repaso histórico
El primer paso
multilateral hacia la integración económica de Europa se remonta a la firma del
Tratado de París, rubricado el 18 de abril de 1951 por Bélgica, Francia,
Italia, Luxemburgo, Países Bajos y la República Federal de Alemania. En dicho
acuerdo se constituye la Comunidad Económica del Carbón y del Acero (ceca) (Pellicer, 2005: 9).
El 25 de marzo
de 1957, los países integrantes de la ceca
firmaron los Tratados de Roma, con los que se funda la Comunidad Económica
Europea (cee),
y la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom),
el objetivo de ésta última era fomentar el desarrollo pacífico de la energía
nuclear (Tamames, 2003: 221-224). Con la firma de los
Tratados de Roma comienza la creación de la Europa actual.
En 1967 estas
tres comunidades (ceca, cee y Euratom) se funden
en una sola Comunidad Europea, y en el año 1973 se realiza la primera
ampliación en la que se incorporan Dinamarca, Irlanda y el Reino Unido. En 1981
se hace una segunda ampliación con Grecia; para 1986 se incorporan España y
Portugal, en 1995 se adhieren Austria, Finlandia y Suecia, finalmente el 1 de
mayo de 2004 se suman Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia,
Lituania, Malta, Polonia y República Checa (Gracia, 2007: 1).
Estos tratados
se han modificado y/o ampliado, con lo cual se constituyeron (Trujillo, 1999:
39-93):
·
Acta
Única Europea. Firmada el 17 de febrero de 1986, en ella se presentan
modificaciones al Tratado de Roma, su objetivo fue que la Comunidad incorporara
medidas que se encaminaran al mercado único.
·
Tratado
de la Unión Europea. Firmado en Maastricht el 7 de febrero de 1992, señala que
todo Estado europeo puede solicitar su adhesión a la ue, además se crea una ciudadanía
europea.
·
Tratado
de Ámsterdam. Firmado el 2 de octubre de 1997, con este acuerdo se modifican el
Tratado de la Unión Europea y los tratados constitutivos de las Comunidades
Europeas, además introduce un artículo sobre el empleo y da mayor importancia a
la figura jurídica de la Unión Europea.
·
Tratado
de Niza. Firmado el 26 de febrero del 2001, considera principalmente aspectos
de organización interna y de cuotas de poder al interior del Consejo Europeo,
de la Comisión y del Parlamento.
El 22 de junio
de 1993, el Consejo Europeo de Copenhague acordó que
“los países asociados
de la Europa Central y Oriental que así lo quieran, se puedan convertir en
miembros de la Unión Europea” (Fontaine, 2003: 13).
El acuerdo al que llega la ue
es aceptado por varios países, y a mediados de los años noventa solicitan su
ingreso diversas naciones, entre ellas algunas de la antigua Unión Soviética:
Bulgaria, República Checa, Hungría, Polonia, Rumania, Eslovaquia, Estonia,
Letonia, Lituania, Eslovenia, Chipre y Malta.
3.1. Criterios para
la adhesión
El Consejo
Europeo fijó tres criterios importantes que los países candidatos debían
cumplir antes de la adhesión (Tamames, 1999:
649-669). En particular se fundamentan en criterios políticos e
institucionales, económicos y de asimilación del acervo comunitario.
a)
Criterios políticos e institucionales. Es menester que el Estado solicitante
sea europeo, en el que las instituciones garanticen la democracia, el Estado de
derecho, el respeto a los derechos humanos y la protección de las minorías.
b)
Criterios económicos. Los países candidatos deberían tener una adecuada
economía de mercado, para lograrlo se debían eliminar regulaciones estatales,
equilibrar las variables macroeconómicas y privatizar empresas del sector
público, en particular:
1) Tipo de cambio. Durante dos años
previos al examen de su política monetaria, el Estado candidato debió mostrar
estabilidad en el mecanismo del tipo de cambio del sistema monetario europeo.
Además, durante ese periodo no debió haber devaluado por iniciativa propia su
moneda, excepto si se consideran los márgenes normales de fluctuación que
establece el mecanismo de los tipos de cambio del propio sistema monetario
europeo.
2) Inflación. Sobre la estabilidad de
precios, el Tratado señala que la tasa de inflación de un Estado miembro no
debe ser mayor a 1.5% de la de los tres Estados miembros con el menor nivel de
inflación.
3) Tasas de interés. Las tasas de interés
nominales a largo plazo no deben exceder en más de 2% a la de los tres países
miembros con mejor comportamiento en materia de estabilidad de precios. Para el
Tratado, el que la convergencia se pueda mantener estará reflejado en los
niveles de las tasas de interés a largo plazo.
4) Finanzas públicas. El Tratado señala
que éstas se deben encontrar en una situación sostenible, por ello, la relación
entre déficit público y pib
debe ser inferior a 3%. De no lograrse dicha cifra antes de la adhesión, esta
relación deberá haber disminuido, al menos de forma constante, hasta alcanzar
un nivel cercano al marco de referencia.
De acuerdo con
el Tratado, se puede considerar en condiciones excepcionales y temporales un
déficit público superior, siempre que obedezca a dos circunstancias (Consejo
Europeo, 1997): 1) situación imprevista que incida de
forma significativa en el estado financiero de la administración pública; y 2) cuando sea resultado de una grave
recesión económica y, por tanto, la disminución anual del pib real sea como mínimo de 2%.
Sobre la deuda
pública bruta, la relación entre ésta y el pib debe ser inferior a 60%, de
no lograrse, al menos se debe haber disminuido con el objeto de acercarla a
dicho porcentaje.
c)
Criterios de asimilación del acervo comunitario. Los países deben asumir las
obligaciones que se derivan de la adhesión y suscribir los objetivos de la
unión política, económica y monetaria, además se exige que los Estados
candidatos adapten sus estructuras administrativas con objeto que la
legislación de la ue
se convierta en una legislación nacional y, por ende, se aplique en forma
efectiva mediante estructuras administrativas y judiciales adecuadas
(transposición y puesta en práctica del acervo comunitario).
4. Proceso de
adhesión de Bulgaria y Rumania a la ue
Con la sexta, al
igual que con la quinta ampliación, las exigencias para ingresar a la ue fueron
difíciles, se incluyeron criterios políticos, sociales, de convergencia real y
estructural (Comisión Europea, 2005). Rumania y Bulgaria tuvieron que realizar
un largo proceso de reformas y cambios estructurales en su sistema político,
económico y social. En poco tiempo tuvieron que pasar de una economía
centralmente planificada a una de libre mercado (Piñón, 2005: 338).
4.1. El proceso de
ingreso de Bulgaria
Bulgaria fue un
país agrícola con escasa industria pesada. Después de la segunda Guerra Mundial
se implantó el sistema socialista, las industrias se nacionalizaron con la
ayuda financiera de la Unión Soviética. En 1989, con el derrumbe del mal
llamado sistema comunista, Bulgaria generó una transición democrática y
pacífica, el gobierno interino convocó a las primeras elecciones libres, las
cuales no se realizaban desde la segunda Guerra Mundial.
Este país
comenzó su ingreso a la Unión el 9 de agosto de 1988, con el establecimiento de
relaciones diplomáticas con la Comunidad Económica Europea. En 1990, con el
programa phare, empieza un proceso gradual de
eliminación de restricciones cuantitativas de las exportaciones búlgaras a la
Comunidad. El 22 de diciembre de 1990 el Parlamento solicitó ser miembro de la
Unión, el primero de octubre de 1991 el Consejo Europeo autorizó el inicio de
negociaciones preliminares.
Posterior a las
elecciones de 1991, Bulgaria comenzó la reestructuración de su economía, que
entonces se encontraba muy presionada por la crisis y la disolución del Consejo
de Ayuda Mutua Económica (came)
(Tamames, 1999: 267-278), por lo que esta nación
quedó desamparada y con una economía débil.
A partir de 1992
la situación cambió, la industria comenzó un proceso de privatizaciones y
reformas al mercado. En 1993, en la Cumbre de Copenhague el Consejo de Europa
estableció los criterios para la admisión de nuevos miembros: 1) criterios políticos cuya estabilidad
de las instituciones garanticen la democracia, el Estado de derecho, los
derechos humanos y el respeto y protección de las minorías; 2) criterios económicos para que exista
una economía de mercado funcional y la capacidad de hacer frente a la presión
competitiva y las fuerzas del mercado dentro de la Unión y 3) adopción y capacidad de aplicación
efectiva del acervo comunitario.
A partir de
julio de 1997 los cambios económicos se establecieron formalmente en Bulgaria,
las propuestas tuvieron su origen en el Fondo Monetario Internacional:
liberalización del comercio exterior, privatización, reducción de los
impuestos, saneamiento de las finanzas públicas, entre otros.
En diciembre de
1999 el Consejo Europeo decide iniciar negociaciones para la adhesión de los
candidatos. En octubre de 2002 la Comisión recomienda la adhesión de 10 nuevos
Estados a la ue,
pero Bulgaria no está incluida. En esta reunión, la Comisión y el Consejo
presentaron un paquete de medidas para Bulgaria y Rumania, el documento
contiene propuestas a seguir para ambos Estados y define los objetivos, si se
cumplen, señala la ue,
estos países podrían ingresar el primero de enero del 2007.
Las medidas de
reforma se deben basar en capacidad administrativa y judicial, así como en reforma
económica. En lo relativo a la reforma económica, se plantean las siguientes
medidas: aplicar un programa de privatización, desarrollar las pequeñas y
medianas empresas, reformar las administraciones fiscales y aduaneras, respetar
el derecho de propiedad, incrementar las inversiones públicas en educación,
medio ambiente, salud e infraestructuras. En el informe de la Comisión del año
2004 se señala el cumplimiento de los criterios políticos con lo estipulado en
los criterios de Copenhague, sin embargo, se debe continuar con las reformas en
la administración pública, la mejora del funcionamiento del sistema judicial y
la lucha contra la corrupción. En materia económica, Bulgaria reúne las
condiciones para el funcionamiento de una economía de mercado viable, aunque se
deben aplicar con eficacia y dinamismo las reformas estructurales. Por último,
en cuanto a la aceptación del acervo comunitario, se ha avanzado adecuadamente
en la adopción del mismo, pero se señala la necesidad de desarrollar la
capacidad administrativa y judicial necesaria para la aplicación práctica del
acervo.
El 25 de abril
de 2005 Bulgaria firma el Tratado de Adhesión a la Unión Europea. La firma se
logró porque se aseguraba que tenía instituciones democráticas, economía fuerte
y en proceso sólido de crecimiento. El 1 de enero de 2007 ingresa formalmente a
la Unión Europea como miembro de pleno derecho, sin embargo, la aceptación se
realizó bajo normas especiales de control a la corrupción, el crimen
organizado, la administración de los fondos comunitarios y el control sanitario
de los alimentos.
Su número de
diputados al parlamento europeo fue de 18, se suprimieron las fronteras
interiores al tránsito de mercancías, pero no el libre tránsito de personas, lo
cual será posible hasta el 2014, porque existe la posibilidad de una fuerte
movilidad de trabajadores, principalmente hacia países occidentales.
4.1.1. Apoyos
financieros para alcanzar la adhesión
Hasta antes de
que Rumania y Bulgaria recibieran los apoyos de preadhesión de la ue (2000),
estos países no se habían comprometido con los criterios de adhesión, lo
anterior originó que no fueran considerados candidatos serios a integrarse en
la quinta ampliación. En el cuadro 1 se muestra el cumplimiento de los
criterios. En julio de 1997 los principios económicos y de cumplimiento del
acervo eran inadecuados; dos años después éstos continuaron igual.
Cuadro 1
Cumplimiento
de los criterios de Copenhague
|
Agenda 2000 |
Informes periódicos de progreso |
Informes periódicos de progreso |
Bulgaria |
Criterio político = 2 |
Criterio político = 3 |
Criterio político = 2 |
Rumania |
Criterio político = 2 |
Criterio político = 3 |
Criterio político = 3 |
1 = Bueno; 2 = adecuado; 3 = justo; 4
= no satisface el criterio; y 5 = nefasto.
Fuente: Elaboración propia a partir de García-Durán
(1998: 363).
Desde el año
2000 Bulgaria recibe recursos de preadhesión mediante los programas Sapard e ispa
(ue:
1999). Con el programa Sapard se le dio ayuda
financiera a la agricultura, al desarrollo rural, al transporte y al medio
ambiente con montos de 56.5, 68 y 50 millones de euros en los años 2003, 2004 y
2005, respectivamente. El objetivo fue preparar al sector primario para la
adhesión a la Unión.
En lo referente
al ispa,
los apoyos fueron por 100 millones de euros durante el periodo 2000-2002, en
2003 se incrementó a 112.6, y para 2004 fue de 135.4 millones de euros. Con
estos apoyos se buscó mejorar las infraestructuras de transporte, en particular
las conexiones transfronterizas; el tratamiento de aguas residuales, los
sistemas de alcantarillado y el abastecimiento de agua, residuos urbanos y
contaminación atmosférica.
A continuación
se analizan algunos elementos clave en el proceso de convergencia de Bulgaria,
en especial se revisa el crecimiento económico y las políticas monetaria y
fiscal.
4.2. Resultados de
la aplicación de los criterios de convergencia en la economía búlgara
4.2.1. Economía y
moneda
La transición de
Bulgaria hacia una economía de mercado se dio con retraso, principalmente por
la falta de apoyo político. La economía de este país se vio acompañada de un
largo proceso de crecimiento y disminución del pib. Durante los primeros años de
transición, a partir de 1994, la economía mantenía niveles de recuperación, en 1996
y 1997 se tuvo una fuerte crisis con caídas en el pib de -10.1 y -7%,
respectivamente. La crisis financiera en Rusia y la guerra en Kosovo de 1998
tuvieron efectos sobre la industria búlgara, sin embargo, para 1999 la
situación mejoró y la economía se recuperó con un crecimiento real del pib de 2.3%;
en los años 2000, 2001 y 2002 el pib continúa su ascenso. En 2003 el crecimiento fue
de 5%, en 2004 aumentó a 6.6%, en 2005 éste fue de 6.2 y un año después había
crecido a 6.1%.
En cuanto al
aumento del empleo, éste ha mostrado un proceso fluctuante, con una tasa de
crecimiento de 4.9% en el año 2000 y aumentos moderados del 2003 al 2006,
acordes con el crecimiento mostrado en el pib (gráfica i). El leve incremento del empleo
también fue resultado del paso de un empleo informal al formal, por la
reducción de las cotizaciones sociales acordada al principio de 2006.
Gráfica I
Crecimiento del producto y empleo en Bulgaria 1997-2006
Fuente: Elaboración propia con base en datos de Statistical Office of the European Communities, disponible
en http://epp.eurostat.ec.europa.eu/portal/.
4.2.2. Inflación y
tipos de cambio
La introducción
del régimen de caja de conversión el 1 de julio de 1997 contribuyó a controlar
la inflación (Gulde, 1999: 36-39). En 2002 la inflación
se redujo a 23.3%; en 2004, como resultado del incremento de los impuestos y de
los precios de los productos energéticos, se generó una aceleración de la
inflación de 6.7%.
Como se observa
en la gráfica ii, en referencia al
tipo de cambio, Bulgaria se vio más afectada por la inflación que el resto de
la eurozona, el lev búlgaro se apreció en términos reales alrededor de 40% en
relación con la moneda única, sin embargo, la apreciación no limitó la
competitividad internacional de Bulgaria porque el país incrementó su
productividad (ue,
2003: 4).
Gráfica II
Cambios en los niveles inflacionarios 1990-2007
Fuente: Fondo Monetario Internacional (2007).
4.2.3 Política
fiscal
La política
fiscal es fundamental en la estrategia económica, porque cuando el balance
público es financiable la política económica es creíble. Una deuda excesiva se
percibe como un debilitamiento en el pago del sector público. La pregunta que
surge es acerca del grado óptimo de las finanzas públicas, la respuesta se basa
en la posibilidad de ésta para cumplir los niveles de educación, salud,
alimentación y en satisfacer los requerimientos de la sociedad. El nivel
adecuado es importante porque coadyuva a la estabilidad financiera y de
precios.
En los últimos
años Bulgaria ha mejorado su nivel de deuda, la participación de ésta en el pib ha
descendido. Los datos muestran que para 1997 la deuda pública en el pib equivalía
a 105%; para el año 2001 había descendido a 67.3% y en el 2006 alcanzó un nivel
record de 22.8% (cuadro 2). Estos logros fueron posibles mediante una estricta
disciplina fiscal, lo cual permitió que dicha nación en la actualidad tenga
estabilidad económica, pueda hacer frente a posibles choques externos y evite
futuras crisis.
Cuadro 2
Datos
estadísticos de Bulgaria
1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006
Crecimiento
del pib
(%) nd 4 2.3 5.4 4.1 4.5 5 6.6 6.2 6.1
pib per cápita 26.5 27 27 27.9 29.4 31.1 32.6 33.6 35.2 37.1
Población
8’340,936 8’283,200 8’230,371 8’190,876 8’149,468 7’891,095 7’845,841 7’801,273 7’761,049 7’718,750
Crecimiento
del empleo -3.9 0.2 -2.1 4.9 -0.8 0.2 3 2.6 2.7 2.4
Inflación nd 18.7 2.6 10.3 7.4 5.8 2.3 6.1 6 7.4
Balanza
pública nd 1.3 0.2 -0.6 1.6 -0.1 0 2.3 2 3.2
Tasa
de empleo nd nd nd 50.4 49.7 50.6 52.5 54.2 55.8 58.6
Balanza
comercial (% pib) nd 1.3 0.2 -0.6 1.6 -0.1 0 2.3 2 3.2
Deuda
pública (% pib) 105.1 79.6 79.3 74.3 67.3 53.6 45.9 37.9 92.2 22.8
Comercio
exterior nd nd 5.14 7.08 8.13 8.41 9.61 11.62 12.5 15.32
Exportaciones
(mme) nd nd 3.73 5.25 5.71 6.06 6.67 7.98 9.22 11.71
Importaciones
(mme) nd nd 5.14 7.08 8.13 8.41 9.61 11.62 12.5 15.32
Balanza comercial (mme) nd nd -1.41 -1.83 -2.41 -2.35 -2.94 -3.63 -3.27 -3.61
nd : no disponible; mme:
miles de millones de euros.
Fuente:
Elaboración propia con base en datos de Statistical
Office of the European Communities, disponible en
http://epp.eurostat.ec.europa.eu/portal/.
4.3. El proceso de
ingreso de Rumania
En el caso de
Rumania, a diferencia de Bulgaria, la transición de una economía planificada a
una de libre mercado fue violenta, la caída del régimen de Nicolae
Ceauşescu
no fue una revolución de terciopelo; generó desorden, caos y confusión. El
partido creado, denominado Frente de Salvación Nacional, más tarde llamado
Partido Demócrata Socialista Rumano, no tuvo una ideología clara, por ello la
transición fue gradual. Los años inmediatos posteriores a 1989 tuvieron una
tendencia socialista-nacionalista, pero a partir de 1996 comienza la evolución
de un nuevo gobierno de derecha y centro-derecha y se gesta la integración de
Rumania en las estructuras euroatlánticas, sin embargo, la política interna da
vuelcos, la derecha resulta incierta y la izquierda no se consolida; al
gobierno de Victor Ciorbea
le siguió el de Radu Vasile.
En las elecciones de 2000 se da la oportunidad para que Ion Iliescu
retome nuevamente la presidencia.
En Rumania, al
igual que en los otros países ex comunistas, se pensó que bastaba sólo con
cambiar el marco jurídico soviético por un marco occidental, lo cual conduciría
de forma automática al florecimiento de un sector privado. Ello no se logró
fácilmente debido a que se carecía de agentes económicos privados y que existía
un mínimo volumen de ahorro privado, aunado al escaso poder de atracción del
país de inversionistas extranjeros.
A partir del año
2000 Rumania obtiene recursos de preadhesión por 28 millones de euros, también
en este caso la ayuda se basó en los programas Sapard
(mejora de la agricultura y el desarrollo rural) e ispa (mejora del transporte y el
medio ambiente), además se recibieron apoyos en el marco del programa Phare (ue,
1989), el cual buscaba fortalecer las instituciones y la cohesión económica y
social.
En el informe de
la Comisión de 2004 se plantea que Rumania cumple cabalmente los criterios
políticos señalados en Copenhague, sin embargo, debe continuar con la reforma
de la administración pública, la mejora del funcionamiento del sistema judicial
y la lucha contra la corrupción; en materia económica, reúne las condiciones
para funcionar como una economía de mercado viable, sin embargo, se deben
aplicar las reformas estructurales; finalmente, en cuanto a la adopción del
acervo comunitario, se ha avanzado en la adopción del mismo, pero se señala la
necesidad de desarrollar la capacidad administrativa y judicial necesarias para
la aplicación práctica del acervo.
El 25 de abril
de 2005 Rumania firma el Tratado de Adhesión a la Unión Europea. La firma se
logró porque se aseguraba que Rumania tenía instituciones democráticas,
economía fuerte y en proceso de crecimiento. El primero de enero de 2007
ingresa formalmente a la Unión Europea como miembro de pleno derecho, sin
embargo, la aceptación se realizó bajo normas especiales.
En septiembre de
2006, y a unos meses de la incorporación de dicho país a la ue, en algunos medios de comunicación
se señala que los principales problemas internos son: los niveles de pobreza,
el retraso en el proceso de privatización, la lucha contra la corrupción que
hasta entonces no es suficiente, la reforma del sistema judicial y la
consolidación del Estado de derecho, la lucha contra el crimen organizado y la
reducción de los altos niveles de delincuencia, la lucha contra las estafas
fiscales, blanqueo de dinero y revisar el sistema integrado administrativo de
control para la agricultura (20 minutos, 2006).
Ahora pasamos a
revisar y analizar algunos elementos clave en el proceso de convergencia, en
particular el crecimiento económico, la política monetaria, las
transformaciones estructurales y los energéticos.
4.3.1. Economía y
moneda
Crecimiento económico. Con la muerte de Nicolae
Ceauceşcu
Rumania cayó presa de una fuerte crisis económica y social, el gobierno en
turno de Ion Iliescu no logró resolver la crisis,
únicamente se utilizaron paliativos para su control. Con el nuevo gobierno de
Emil Constantinescu (1996-2000), aunado a las elecciones
legislativas, el gobierno desarrolló un programa draconiano de estabilización
macroeconómica y reformas estructurales. Para 1998, es decir, dos años después
de que comenzaron los cambios, la ue presenta un informe donde señala los pocos avances
de Rumania para lograr una verdadera economía de mercado. Hasta 1999 la
realidad económica no había mejorado. En el año 2002 el informe de la ue señala que
en Rumania el pib
per cápita no había avanzado lo suficiente, tenía 26% de la media en la ue. Tres años
después la ue
señala en su informe que Rumania es una economía de mercado viable. El
crecimiento del pib
real alcanzó 8.5% en 2004.
El
comportamiento del pib
durante los años de reforma se dio de la siguiente manera: en 1998 cayó -4.8%,
al año siguiente se mantiene la caída con -1.2%, resultado sobre todo de la
disminución en la demanda interna, para el 2000 se genera un incremento de
2.1%, con lo que se pone fin a la recesión presentada en los años previos,
porque en 2001 el pib
crece a 5.7%, los años posteriores la economía rumana muestra un crecimiento
moderado promedio de 6.1% anual entre 2002 y 2006. Hay datos preliminares de un
crecimiento promedio de 5.9% para los siguientes tres años (gráfica iii). Lo anterior es resultado del
crecimiento en los flujos de inversión extranjera directa proveniente de
Holanda, Italia, Alemania, Francia y España.
Gráfica III
Crecimiento del PIB
y del empleo en Rumania
Fuente: Fondo Monetario Internacional (2007).
Nivel de precios. El combate a la inflación se ganó en ese país, la tasa
de crecimiento de los precios al consumo descendió de 256% en 1993 a 154.8% en
1997 y a 59.1% en 1998. Para 2001 se logra una inflación de 34.5% y de 22.5% en
2002; los años posteriores son de constante reducción: para 2003 se alcanza 15.3%,
para el 2004, 11.9, en 2005 una inflación de 9.1, la cual desciende a 6.6% en
2006. La disminución en el gasto y una política draconiana de ajuste fiscal
finalmente dieron sus resultados en la reducción de la inflación (gráfica iv).
Gráfica IV
Inflación en Rumania 1990-2007
Fuente: Fondo Monetario Internacional (2007).
Política Fiscal. En este tema se aplicó una disciplina presupuestaria en
el sector público. Los resultados dieron frutos a partir de 1997, cuando el
déficit público cae a 3.7% del pib; un año después se observa que disminuye a 3.3%;
los años posteriores fueron de saneamiento presupuestario, el déficit se
incrementó a 4.5% en el 2000 y se pudo limitar a 3.4% en 2001, en 2004 la
tendencia se revirtió, el déficit presupuestario se elevó, además surgió un
déficit primario resultado de la política de gasto, la cual se relajó y generó
con ello un déficit de 2.3% del pib. Para
2005 la economía tuvo un crecimiento moderado, sin embargo, el saneamiento de
las finanzas públicas fue irrisorio.
Como se observa
en la gráfica v, en lo referente a
la deuda pública como porcentaje del pib, se percibe un incremento en los primeros años
del ajuste, con una disminución a partir del 2001, tendencia que se mantiene
hasta alcanzar 12.4% en 2006; de acuerdo con este dato, se aprecia una media
por abajo del criterio de adhesión, el cual exige a los países candidatos un
máximo de 60% de deuda pública como porcentaje del pib.
Gráfica V
Deuda pública como porcentaje del PIB de Rumania
Fuente: Fondo Monetario Internacional
(2007).
Tipo de cambio. Antes de 1998 el Banco Nacional Rumano aplicó una
estrategia de libre flotación, se dieron algunas intervenciones del Banco
Central con el objeto de combatir la depreciación del lue
rumano. Dicha medida de política monetaria se modificó como resultado del
déficit en cuenta corriente. De finales de 1998 y hasta 1999 el lue se depreció 66% de su valor nominal, sin embargo, éste
se acompañó de un incremento en la productividad y en los salarios, lo que
ayudó a recuperar el tipo de cambio en relación con el euro, y contribuyó a la
caída de la inflación y de la evolución del tipo de cambio real manejable.
Sector energético. Con el objetivo de proveer de energía a la ue, se
continúan los trabajos de construcción del oleoducto entre Constanta
y Omisalj y del gasoducto denominado Nabucco, el cual atraviesa Austria, Bulgaria, Hungría,
Rumania y Turquía. Dicha construcción se encuentra inmersa en el marco del
programa sobre redes transeuropeas de energía. Aunado
a esto, Rumania adoptó iniciativas como la estrategia nacional para el
desarrollo de la energía y aprobó leyes como la de electricidad, además
continúa con el proceso de privatizaciones.
Reformas estructurales. Éstas se desarrollaron como parte
fundamental de los cambios: se redujeron los aranceles, se liberalizaron los
precios, se privatizó y se abrieron los mercados cambiarios. En el informe 2000
que presenta la Comisión se señala que el tamaño del sector privado representa
cerca de 60% del pib.
Asimismo se plantea la existencia de un buen marco jurídico en una economía de
mercado, sin embargo, señala que las instituciones necesarias para su
aplicación efectiva eran defectuosas o inexistentes. En su informe 2002 la
Comisión destaca el carácter inacabado de la transición, un año después
manifiesta que los objetivos planteados por las autoridades al principio de la
adhesión eran incompletos, particularmente en el sector energético. Para 2005
el informe de la Comisión señala que el gobierno rumano realizó las reformas
estructurales, pero el proceso de privatización se detuvo, la disciplina
financiera es insuficiente y el sistema judicial todavía constituye un
obstáculo para el comercio (ue,
2005). No obstante lo anterior, dos años después Rumania es parte de la ue.
En los diferentes
medios académicos existen posturas que afirman que el sector energético
significó el pase de entrada directo de Rumania a la ue, aun cuando no se cumplían
plenamente los criterios de convergencia.
5. Importancia del
sector energético en la sexta ampliación
Como parte de la
asimilación del acervo comunitario, Bulgaria aprobó una ley sobre eficiencia
energética, en el año 2003 se renovó la participación en los programas Save y Alterner (ue, 1997: 3), se está construyendo el
gasoducto Nabucco (Argenpress,
2006) que llevará gas desde Azerbaiyán a la ue.
Con este proyecto se espera cubrir aproximadamente 5% de la demanda europea de
gas. Consideramos que esa es una razón muy poderosa para no esperar más tiempo
en la incorporación de esos dos países.
Aunado a lo
anterior, Bulgaria ha llevado a cabo diferentes privatizaciones, en este
momento el reto es privatizar Bulgargaz, además este
país firmó el Memorándum de Atenas con el objetivo de crear mercados regionales
de electricidad y gas en Europa sudoriental, continúa con la reestructuración
del sector de energías sólidas mediante la privatización de las minas del Valle
de Jiu (oece,
2007). Por su parte, la Comisión ha presentado proyectos que se realizarán con
fondos del programa Tacis y con ayuda de Euratom (ue,
1998: 1-3).
Los problemas de
Bulgaria y Rumania generan críticas, se considera que su proceso de adhesión ha
sido acelerado. Se señala que los dos países tienen poco valor económico para
la Unión, sin embargo, se debe plantear la existencia de una estrategia, porque
la posición geográfica y los recursos naturales de esas naciones ofrecen a la ue la
posibilidad de reducir su dependencia energética, principalmente de Rusia (ue, 2007: 2)
Consideraciones
finales
Con la
incorporación de Rumania y Bulgaria, la ue concluye su sexta ampliación.
Las transformaciones realizadas al interior de los países fueron muchas, se
tuvieron que implementar reformas institucionales, económicas y sociales.
Después de la caída del régimen comunista, estos países veían desvanecer la
cortina de humo del comunismo, estaba ante ellos la gran oportunidad de girar
el timón de su rumbo.
Con la sexta, al
igual que con la quinta ampliación, las exigencias para ingresar a la ue fueron
difíciles, se incluyeron criterios políticos, sociales, de convergencia real y
estructural. Rumania y Bulgaria tuvieron que realizar un largo proceso de
reformas que los llevó a pasar de una economía centralmente planificada con
variables económicas que mostraban una grave crisis, a una economía de libre mercado
con variables macroeconómicas estables y con una base sólida de crecimiento. De
1999 a 2006, Bulgaria logró alcanzar niveles de crecimiento promedio de 5.3%
anual, redujo la inflación y la deuda pública como porcentaje del pib disminuyó
de 67 a 22%.
Para el caso de
Rumania, el pib
consiguió un crecimiento promedio de 6.1% anual entre 2002 y 2006, los precios
al consumidor descendieron de 256% en 1993 a 6.6% en 2006, se pudo bajar el
déficit público de 3.7 a 2.3% del pib.
Consideramos que
el proceso de adhesión de Bulgaria y Rumania fue acelerado, y es que estos
países tienen un gran valor para la Unión, mantienen una posición geográfica y
recursos naturales que se ofrecen a la ue. El sector energético
significó el pase de entrada directo de Rumania, aun cuando no se cumplían
plenamente los criterios de convergencia, debido a que Rumania firmó en 2003
el Protocolo de Acuerdo de Atenas, cuyo objetivo fue crear mercados
regionales de electricidad y gas en el sureste de Europa. Además, Bulgaria
posee hierro y carbón, Rumania tiene petróleo, gas natural y otros minerales
metálicos, la privatización de empresas es otro aliciente a la inversión.
Aunado al tema
energético, la integración de estos dos países va a beneficiar a la ue: existe un
mercado de aproximadamente 30 millones de consumidores, son dos países con
capital humano y reservas minerales.
Por su parte,
los dos nuevos miembros se han beneficiado de la incorporación: la estabilidad
de las variables macroeconómicas es una realidad, esto aunado a los fondos para
mejora de la infraestructura, los fondos para el desarrollo rural, la atracción
de inversión extranjera directa y la incorporación a un nuevo mercado potencial
de 454 millones de habitantes (Europa de los 25).
Por supuesto hay
retos por resolver. Para el caso de Rumania se requiere trabajar en cooperación
judicial, delincuencia organizada, gestión de las fronteras, tráfico de
personas, existen elevados índices de corrupción, es menester adaptar los
precios en función de la evolución de los costos de producción, reforma de la
administración fiscal, desarrollo del sector financiero y bancario, apoyo a la
educación, el medio ambiente y la salud. Los retos de Bulgaria son trabajar en
política regional y local, competencia, agricultura y un mayor control
financiero.
En Europa se
percibe un futuro previsible de ampliaciones, ello trae de cara a otro siglo
más problemas y retos en esa región; no obstante, en los siguientes años
quedará atrás la idea de una Europa integrada por 27 países, lo que llevará
beneficios a las nuevas naciones integrantes. Con las ampliaciones, Europa
camina con paso firme en un ambiente de democracia, paz y estabilidad.
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Recibido:
22 de enero de 2008.
Reenviado:
16 de enero de 2009.
Aceptado:
19 de enero de 2009.
Maximiliano Gracia Hernández. Es doctor en economía internacional y
desarrollo económico por la Facultad de Económicas y Empresariales de la Universität de Barcelona; realizó estudios de maestría en
la Universidad Internacional de Andalucía, España, y de licenciatura en la
Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam).
Actualmente es investigador candidato en el Sistema Nacional de Investigadores
(sni) y
profesor e investigador de tiempo completo titular A en la Universidad del Mar,
adscrito al Instituto de Estudios Internacionales. Sus líneas de investigación
actuales son: Unión Europea, desarrollo económico, industria textil y
confección. Entre sus publicaciones destacan: “Competitividad sistémica. Elemento
fundamental de desarrollo regional y local», Ciencia y
Mar, x (29) Universidad del Mar, Oaxaca, pp.
39-45 (2006); “La quinta ampliación en la Unión Europea”, Temas
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11 (32), Universidad de la Mixteca, Oaxaca, pp. 67-78 (2007).