El turismo en el
espacio rural en la mitad sur de Río Grande do Sul,
Brasil (1997-2005)
Tourism in the rural space in Southern Río Grande do Sul, Brazil (1997-2005)
Eurico
de Oliveira-Santos
Carlos
Ernesto González-Esquivel*
Abstract
In this
paper, we have studied nine rural estates in Southern Rio Grande do Sul (Brazil) in order to evaluate their evolution and to
differentiate those dedicated to agro-tourism from those that offer rural
tourism. This study was carried out in two parts; an
exploratory qualitative part and a descriptive quantitative one that included
surveys in three different times: 1997, 2002 and 2005. The results allow us to
conclude that multi-activity is the most wide spread strategy in order to face
macroeconomic conditions. We also noticed that agro-tourism is more predominant
than rural tourism. This study shows the viability of tourist activities in
some estates while generating additional income and allowing the contact with
urban inhabitants.
Keywords:
rural
tourism, agro-tourism, Rio Grande do Sul, Brazil.
Resumen
Con el objetivo
de analizar la evolución de las propiedades rurales, así como diferenciar las
que practican agroturismo de las que ofrecen turismo rural, se investigaron
nueve propiedades rurales en la mitad sur del estado de Rio Grande do Sul,
Brasil. El estudio se llevó a cabo en dos fases: una cualitativa con carácter
exploratorio y otra cuantitativa con carácter descriptivo que consistió en la
aplicación de encuestas en tres momentos diferentes: 1997, 2002 y 2005. Los
resultados permiten concluir que la pluriactividad es
la estrategia más adoptada para enfrentar las condiciones macroeconómicas;
asimismo, se detectó predominancia del agroturismo sobre el turismo rural. El
estudio mostró la viabilidad de las actividades turísticas en algunas fincas,
toda vez que generan ingresos adicionales y permiten el contacto con los
habitantes urbanos.
Palabras clave:
turismo rural, agroturismo, Rio Grande do Sul, Brasil.
*
Universidad Autónoma del Estado de México. Correo-e: eurico58@terra.com.br,
cge1@uaemex.mx.
Introducción
Considerando la
crisis que muchos propietarios rurales enfrentan por la disminución de los
precios de los productos agropecuarios, es importante que se desarrolle la idea
de que un ingreso suplementario que surja, por ejemplo, del agroturismo o del
turismo rural puede ser una opción viable (Veiga,
2002). Fabíola Zdepski
también refiere que “el turismo rural surge como alternativa para que los
propietarios enfrenten la actual crisis, debido a la falta de incentivo para
las actividades agropecuarias” (2001: 156). El agroturismo, de acuerdo con la Associazione per il Turismo in
Ambiente Rurale (atar,
1984), más que una fuente de renta adicional funciona como medio de
desarrollo sociocultural a través de una nueva relación urbano-rural que
involucra una multiplicidad de valores (humanos, sociales, culturales, etc.).
Según José Veiga (2002), los países desarrollados
están en un proceso de vuelta a las riquezas naturales donde los encantos de la vida rural
–belleza, tranquilidad y seguridad– han sido muy valorados, en especial por
habitantes rurales, turistas y algunos tipos de empresarios. Para José María
Carneiro y Renato Maluf “una fórmula con profundas
raíces en la experiencia europea no puede ser trasladada mecánicamente a la
realidad brasileña, entre otras razones, por el papel central que se atribuye a
la noción de multifuncionalidad” (2003: 137). El agroturismo y el turismo rural
forman parte de la multifuncionalidad del medio rural brasileño. Con el fin de
mejorar el éxito de la relación urbano-rural, algunos propietarios han tomado
medidas para crear establecimientos ubicados en zonas rurales que ofrecen
algunas comodidades urbanas, con la intención de proporcionar momentos
agradables con los atractivos del medio rural. El agroturismo y el turismo
rural han tenido un éxito relativo en diversas partes del mundo. Por ejemplo, Gemma Cánoves et
al. (2004) señalan
que el turismo rural se popularizó en Europa desde los sesenta y se ha
convertido en una fuente de ingreso complementario para entre 2 y 20% de las
fincas en diferentes países. Aunque el modelo no sea homogéneo, un denominador
común es el contacto directo entre el turista y los propietarios. De acuerdo
con estos autores, el número de fincas en España que reciben turistas creció
más de seis veces entre 1994 y 2003.
Varios teóricos
del tema definen al agroturismo como una modalidad del turismo rural, que se
caracteriza por la visita a empresas rurales para conocer y practicar las
actividades que se desarrollan ahí. Esto puede originar un conjunto de
actividades asociadas como hotel-hacienda, pesca y
paga, posada,
restaurante típico, venta directa de productos locales, artesanía,
industrialización y otras actividades de recreación que tienen que ver con la
vida cotidiana y con los trabajos del campo (Riveros y Blanco, 2003). También
es relevante el concepto de Clayton Campanhola y José
Graziano acerca del agroturismo:
Actividades
internas de la propiedad, que generan ocupaciones complementarias a las actividades
agrícolas, las cuales siguen haciendo parte de lo cotidiano de la propiedad, en
menor o mayor intensidad, que deben ser entendidas como parte de un proceso de
agregación de servicios a los productos agrícolas y bienes no materiales
existentes en las propiedades rurales (paisajes, aire puro, etc.), a partir del
tiempo libre
de las familias agrícolas con eventuales contrataciones de mano de obra externa
(2003: 148).
De acuerdo con
Luis Andrés Martínez (2005), el turismo rural se define por el ámbito en que
los turistas desarrollan sus actividades más que por el contenido de las tareas
que realizan. De esta manera, la base de este tipo de turismo es el medio rural
en un sentido amplio,
el cual posee un interesante patrimonio natural, histórico-cultural y
arquitectónico que despierta el interés de las personas que habitualmente viven
en el medio urbano y que están dispuestas a invertir parte de su tiempo libre y recursos
en reencontrarse, en muchos casos, con sus orígenes o simplemente buscan formas
o lugares para vacacionar que se encuentran más allá de su tipo de vida
habitual.
Para los autores
brasileños, entre ellos José Graziano et
al. (citados por Tulik, 2003), es más adecuado referirse a la totalidad de
los movimientos turísticos que se desarrollan en el medio rural con las
expresiones turismo en el espacio rural o turismo en
las áreas rurales,
por lo que proponen, entonces, que el término turismo
rural se reserve para
aquellas actividades que, en mayor grado, se identifican con las especificidades
de la vida rural.
Casio Oliveira (2001) afirma que la
disminución de inversión en actividades primarias lleva a una baja de la
productividad y del ingreso, con la consecuente reducción de posibles
atractivos turísticos, ya que las actividades agropecuarias pueden ser
importantes insumos para el agroturismo y el turismo rural. Debido a su
multifuncionalidad como actividades generadoras de empleos e ingreso para
promover las infraestructuras de intercambios entre los medios rural y urbano,
el agroturismo y el turismo rural pueden generar desarrollo en regiones menos
favorecidas. Estas actividades todavía no están pensadas para recibir a muchas
personas y tampoco son una solución definitiva a los graves problemas del
sector primario, pero pueden convertirse en una renta adicional para los
productores. Es posible que esto contribuya a un desarrollo sustentable, lo que
implica una mejoría en la calidad de vida rural, respetando la capacidad de
soporte del ecosistema con la participación del ciudadano urbano e involucrando
los valores socioculturales de ambos.
El objetivo
general de este estudio es evaluar el desarrollo de la actividad turística en
nueve propiedades rurales de la mitad sur del estado de Río Grande do Sul,
Brasil.
Para eso tenemos
que ubicarnos en el espacio. En lo que se refiere a la familia, para que
tengamos una noción de su perfil en cuanto a los aspectos de escolaridad y
número de miembros, es necesario conocer su historia para saber si esta finca
pertenece hace mucho tiempo a esta familia y quién dirige la empresa, así como
saber qué porcentajes representan tanto las actividades primarias como las
terciarias.
Específicamente,
se buscó diferenciar en qué propiedades se practica agroturismo y en cuáles
turismo rural, así como caracterizar, en un primer acercamiento, estas fincas
con actividades turísticas en relación con los siguientes aspectos:
localización, datos familiares, historia y administración, actividad primaria,
infraestructura y actividad turística. Este artículo tiene como tema principal
el desarrollo del agroturismo y del turismo rural –de manera que el turista no
es el protagonista del estudio– y se basa en el trinomio propiedad,
propietarios y generación de empleo y renta.
Se eligió al
propietario rural como foco principal de la investigación y quedó en segundo
lugar la perspectiva del turista propiamente dicho, lo cual no atribuye mayor o
menor valor a ninguna de las perspectivas, ya que ambas tienen su importancia
dentro del agroturismo y del turismo rural, pero en actividades no agrícolas
hay un mayor grado de afinidad con el propietario rural/ciencias agrarias que
con el turista/turismo.
Partimos de la
hipótesis de que el agroturismo y el turismo rural constituyen opciones de
renta complementaria para las propiedades de la mitad sur de Río Grande do Sul.
Esto lleva a una evolución dirigida al carácter pluriactivo,
es decir, a la estrategia que las familias rurales han tomado para adaptarse a
las condiciones macroeconómicas sin perder la esencia del medio rural, basada
en la agricultura y la ganadería. Se hizo énfasis en la perspectiva del
propietario sin descartar que en estudios posteriores se pueda realizar un
análisis de la demanda.
Metodología
Se hizo un
estudio longitudinal de las propiedades rurales de la mitad sur del estado de
Río Grande do Sul, Brasil, de acuerdo con la información del gobierno estatal (Setur, 1997). Para Claire Seltiz et
al. (1987), una forma
de clasificación de los tipos de investigación es la que considera la relación
con el tiempo, ya que el investigador puede tener interés en estudiar una
determinada variable y sus efectos a lo largo del tiempo.
En total se
identificaron nueve propiedades en las cuales se practica el agroturismo o el
turismo rural, lo que indica lo reciente de la actividad en la región. Para
evaluar el desarrollo de la actividad turística y de las fincas en general,
entrevistamos a los propietarios en tres etapas diferentes, febrero de 1997,
julio de 2002 y marzo de 2005 con el fin de verificar la evolución de la
actividad en un periodo amplio.
Las encuestas
fueron del tipo semiestructurado e incluyeron
preguntas abiertas y cerradas. Las respuestas a las preguntas cerradas se
tabularon y analizaron por categorías y frecuencias. Las preguntas abiertas se
sometieron a análisis de contenido (Bardin, 1977).
Resultados y
discusión
El análisis de
los resultados se presenta en cinco partes: localización de las propiedades;
características de los propietarios e historia de las propiedades; actividad
turística; actividad primaria y generación de empleo y, por último, renta por
sector. Consideramos que estos aspectos abordan de manera amplia las variables
del objetivo de este estudio.
1. Localización y
tamaño de las propiedades
Sólo se
identificaron nueve fincas que practicaban el agroturismo o el turismo rural en
1997, lo que indica lo reciente de la actividad en la región. La mayor parte de
las propiedades se ubica en las regiones de Campanha
(cinco) y Centro-Sul (tres). Cabe hacer notar que las cinco fincas de la
primera región actualmente se encuentran cerradas. La superficie de las
propiedades va de 789 ha a 2,100 ha, con una media de 1,185.2 ha (d.e. 363.9 ha). Según datos de Engevix
(1997), la superficie media de las propiedades rurales de la mitad sur es menor
de 50 ha, por lo que al momento de la primera encuesta sólo grandes
propietarios habían incursionado en la actividad.
La distancia
entre la capital del estado, Porto Alegre, y las fincas va de 125 a 498 km, con
la mayor parte de las propiedades en el rango de 300 a 400 km. Debido al cierre
de algunas de ellas, la distancia promedio en las fincas que todavía
funcionaban en 2005 se redujo a un rango de 125 a 140 km de la capital. Esto
coincide con lo que refiere Adonis Zimmermann (1996)
en el sentido de que el agroturismo y el turismo rural regional tienen su mayor
clientela en un radio de 150 km, es decir, la distancia pudo ser uno de los
factores del cierre de estas actividades en el periodo de estudio. Francisco
Martínez y Javier Monzonís (s.f.) proponen una
clasificación del tiempo de estancia en relación con la distancia, según la
cual cuando el tiempo de viaje es de una hora y media y la distancia menor a
150 km, generalmente los huéspedes se quedan el fin de semana; cuando la
distancia va de 150 a 300 km, se quedan en días festivos y cuando la distancia
es mayor, en el periodo de vacaciones.
Dichos autores
corroboraron su clasificación en la realidad: las distancias de la capital del
estado a las propiedades son muy grandes y la falta de transporte de buena
calidad tanto carretero como aéreo aún es precario en esa región, por lo que,
básicamente, el agroturismo y el turismo rural son una actividad de proximidad.
2. Características de
los propietarios e historia de las propiedades
En cuanto al
género de los propietarios rurales de los establecimientos activos
investigados, seis son hombres y tres mujeres. En algunas ocasiones la mujer se
convierte en propietaria rural por muerte de sus padres o su marido, es decir,
reciben las fincas como herencia. Pudimos observar propietarias que mantienen
afanosamente estas empresas. Asimismo, en varios casos la mujer participa más
que el hombre en la actividad turística, mientras que éste permanece en las
actividades primarias. La mitad de los encuestados cuenta con estudios de
tercer grado (bachillerato) o superiores, tanto en ciencias agropecuarias como
en otras áreas. Casi ninguno tiene sólo educación básica, por lo que se
considera que el nivel de escolaridad es alto. Un aspecto interesante es que
ninguno de los dueños vive en la propiedad. Dos viven en Porto Alegre y el
resto en ciudades del interior del estado. Según José Veiga,
“un indicador del carácter multisectorial de la renta de los agricultores es el
lugar de residencia” (2002: 111). El censo agropecuario 1995-1996 mostró la
enorme frecuencia con que los agricultores (propietarios rurales) no viven en
el establecimiento, sino en zona urbana. La escolaridad de los hijos es alta
y destaca que, de quienes poseen estudios universitarios, 72.7% son en áreas no
agropecuarias, es decir, hay poco interés por las actividades del campo. Sólo
36.4% de los hijos viven en la propiedad y normalmente son aquellos que no
continuaron sus estudios después de la educación media superior. Los datos
dejan dudas sobre la permanencia de las familias en las propiedades durante las
próximas generaciones.
Mapa i
Localización de la mitad sur del estado de Río
Grande do Sul, Brasil
Fuente: http://www.guianet.com.br/guiacidades/ y
http://www.setur.rs.gov.br.
En cuanto a la
historia de la propiedad en la familia, existe una división lineal: dos vienen
desde la sexta generación, dos desde la quinta, tres desde la cuarta y tres
desde la tercera. Esto parece indicar un apego de las familias por su
patrimonio, pero al mismo tiempo, no significa que permanezcan residiendo o
trabajando en el campo. Un aspecto colateral a la permanencia por varias
generaciones es el empobrecimiento y deterioro de la infraestructura evidentes
en algunos establecimientos por falta de manutención. La mayoría de las
propiedades ha sufrido divisiones a partir de su tamaño original, de entre
4,000 y 60,000 ha antes de ser fraccionadas.
3. Actividad
turística en las propiedades
Seis de estas
propiedades inició sus actividades entre 1993 y 1995. Sin embargo, cabe
resaltar, como se observa en el cuadro 1, que cuatro de ellas seguía con la
actividad turística en 2005. De las que cerraron, tres lo hicieron de manera
permanente; en dos de los casos hubo venta de la propiedad. El cuadro 2 muestra
los principales motivos para el cierre de las actividades turísticas, entre los
que destaca en 2002 la poca rentabilidad y la deficiente preparación de la mano
de obra, y en 2005, el interés por dedicarse a otras actividades profesionales.
En el cuadro 3 se observan las dificultades para permanecer en la actividad
turística. En 2002, la mitad de los propietarios mencionan la falta de
promoción, mientras que en 2005 se manifiesta el nivel de exigencia de mano de
obra calificada. En relación con la dificultad de acceso a estos sitios,
Martínez y Monzonís (s.f.)
refieren, a partir de datos de la ocde, que en el contexto europeo cerca de 68% de las
personas que utilizan los servicios de turismo rural se trasladan en auto, lo
que refleja la importancia de la conservación adecuada de los caminos vecinales
(Cánoves et al., 2004). Esta situación es similar en
las fincas estudiadas, pues se relaciona, según estos autores, a las propias
características de la actividad y al perfil de los turistas. En cuanto a la
comunicación –segunda dificultad mas citada–, de acuerdo con Dóris Ruschmann (1998), ésta es
fundamental para que las personas compren un determinado producto o utilicen un
servicio. De acuerdo con Zimmermann (1996), en el
caso del turismo rural la comunicación debe incluir esfuerzos tanto de los
gobiernos municipales como de los propietarios.
Cuadro 1
Actividad
turística en las propiedades
Número
de fincas |
1997 |
2002 |
2005 |
Activas |
9 |
4 |
4 |
Inactivas |
- |
5 |
5 |
Situación operacional |
|
|
|
Cierre temporal |
- |
1 |
- |
Cierre permanente |
- |
3 |
3 |
Venta |
- |
1 |
2 |
Cuadro 2
Motivos
para el cierre de la actividad turística
|
2002 |
2005 |
Poco flujo de turistas |
1 |
- |
Poca rentabilidad |
2 |
- |
Poca preparación de los recursos humanos |
1 |
- |
Estacionalidad del turismo |
1 |
- |
Otras actividades profesionales |
1 |
2 |
Problemas personales |
1 |
2 |
Problemas familiares |
1 |
1 |
Problemas de salud |
- |
2 |
No respondió |
1 |
1 |
Base |
5 |
5 |
Cuadro 3
Dificultades
para permanecer en la actividad turística
|
1997 |
2002 |
2005 |
Falta de divulgación |
- |
1 |
- |
Falta de mano de obra calificada |
- |
- |
2 |
Políticas desfavorables |
1 |
- |
- |
Falta de servicios |
1 |
- |
- |
Falta de incentivos |
- |
- |
1 |
No ve dificultades |
5 |
2 |
- |
No respondió |
2 |
1 |
1 |
Base |
9 |
4 |
4 |
En cuanto al
potencial receptivo de las propiedades de acuerdo con el tipo de atención, la
mayor parte de las fincas activas recibe turistas para pasar el día y pernoctar
(75%), incluyendo alimentación completa. Las demás sólo reciben visitantes para
pasar el día e incluyen alimentación. Esto revela que la mayoría de las
propiedades tienen una estructura de hospedaje mayor que aquéllas que reciben
solamente para pasar el día.
Según los
propietarios, el perfil de la mayor parte de los turistas se encuentra entre
los 35 y 52 años, son profesionales libres, casados y viajan con sus hijos,
originarios de diversas localidades del estado. Entre los servicios que se
ofrecen en estos sitios se encuentran los paseos a caballo, 100% de los
huéspedes lo ve como el entretenimiento más atractivo; los trabajos del campo,
que podrían constituir otro aspecto importante, sólo 25% de los paseantes lo
mencionaron, tal vez por la incompatibilidad física del habitante urbano con
esas actividades o bien por desconocimiento de las mismas e, incluso, por la
baja promoción por parte de los propietarios.
En cuanto a lo
que opinan los turistas acerca de sus preferencias, según Mário
Beni (1998), para éstos es más atractivo el manejo de ganado, la colocación de
cercas, los galpones
(almacenes para máquinas e implementos), paseos por los caminos, etc. Esto
coincide con lo que informan Aliza Fleischer y Anat Tchetchik (2005) en Israel, donde las actividades
agropecuarias no son atractivas para los turistas que visitan las fincas.
También puede explicarse por lo que refieren Joaquim Almeida y Marcelino de
Souza (2002) en cuanto a que el turismo rural busca proporcionar descanso y
contacto con los valores culturales y patrimoniales tradicionales en un
contexto diferente al de la ciudad.
Los huéspedes
que permanecen de una a dos noches representa 50% y 25% lo hace por tres o
cuatro noches. Esto sugiere varias posibilidades: el turista puede utilizar el
lugar para hospedarse en el trayecto de un viaje más largo, o bien, es posible
que crea que no hay mucho que hacer en una hacienda. Éste es uno de los
aspectos que menciona Zimmermann (1996), pues esta
práctica puede representar una mayor rentabilidad ya que es posible aprovechar
los cuartos para transformar la vivienda rural en una posada. Otra modalidad
que menciona el mismo autor es la de recibir turistas para pasar el día, en la
cual ganan con el valor de los alimentos y la venta de productos.
En cuanto al
retorno a la propiedad, la mayoría (75%) de los huéspedes regresa de una a dos
veces al año. Este dato sugiere una preferencia por salidas cortas al campo
varias veces al año, en lugar de estancias prolongadas. Esta tendencia hacia
vacaciones cortas más frecuentes parece ser una preferencia del mundo actual,
donde el estrés diario se acumula rápidamente y son necesarios varios descansos
a lo largo del año. Rosa María Yagüe (2002) observó una situación similar en
España, lo que puede estar relacionado con la distancia en el tiempo de los
periodos vacacionales y los fines de semana largos. En general, los
propietarios atribuyen el retorno de los huéspedes a la atención, la ubicación,
los atractivos, el contacto con la naturaleza-campo, el descanso-fuga del
estrés, entre otros.
También existe
la posibilidad de realizar actividades de pesca en estas propiedades, pues
todas tienen autorización debido a la presencia de estanques que se usan en la
agricultura y como abrevaderos. La cacería de aves, sin embargo, está bastante
restringida y actualmente ninguna de las fincas tiene autorización para
realizarla debido a una fuerte fiscalización estatal.
En cuanto a la
atención, la mayoría de los huéspedes la consideran buena o excelente (75%).
Según Biagio Avena (2002), quien recibe huéspedes no
vende solamente un producto material al cliente, pues es importante que se
incluyan la amabilidad, el calor humano, el reconocimiento, la hospitalidad y
el cuidado. En relación con la localización, predominó el hecho de que al
turista le guste el lugar o región (25%), así como el contacto con la
naturaleza.
Los principales
motivos de los propietarios para permanecer en la actividad turística son el
hecho de que lo disfrutan (50%) y el éxito de la empresa (50%), además de que
el sector de servicios ya forma parte de la vida en el medio rural (25%).
En cuanto al
equipamiento para el funcionamiento de la actividad turística, en 2002 la mayor
inversión fue en infraestructura (100%), con una baja en 2005 (75%), principalmente
en reformas y mejoras de la casa. En segundo lugar aparece la inversión en la
compra de muebles y utensilios, que pasó de 33% en 1997 a 50% en 2002 y 75% en
2005.
Cuadro 4
Calificación
de los resultados
|
1997 |
2002 |
2005 |
Excelentes |
3 |
- |
- |
Buenos |
1 |
- |
3 |
Satisfactorios |
- |
- |
1 |
Más positivos que negativos |
- |
1 |
- |
Regulares,
con tendencia a mejorar |
|
|
|
a mediano y largo plazos |
- |
1 |
- |
Permiten continuar |
- |
1 |
- |
No respondió |
5 |
1 |
|
Base |
9 |
4 |
4 |
En el cuadro 4
se describe la percepción del propietario en cuanto a los efectos de la
actividad turística en la propiedad. En 2005 gran parte de ellos (75%) percibió
los resultados como buenos y una menor proporción (25%) como satisfactorios.
Como es obvio, las respuestas sólo incluyen a los propietarios de las fincas que
permanecen abiertas al turismo.
En cuanto al
tipo de actividad turística, se constató que predomina del agroturismo sobre el
turismo rural, pasando de 100% de las fincas en 1997 a 75% en 2002 y 2005. Esto
indica que la actividad permanece como una fuente de ingresos complementaria a
la actividad agropecuaria.
4. Actividad primaria
en las propiedades
La producción de
arroz, soya y maíz requiere de grandes inversiones como fertilizantes,
semillas, plaguicidas, tractores y cosechadoras, entre otros. El maíz fue el
producto más sembrado, posiblemente porque es un producto de fácil laboreo. Los
cultivos de subsistencia como el frijol y la papa dulce casi no aparecen, ya
que al propietario le resulta más barato comprarlos que cultivarlos. Los datos
revelan que 38% de los propietarios no siembra y sólo 25% lo hace por cuenta
propia, mientras que aparceros (75%) y arrendatarios (7%) realizan la mayor
parte de la actividad agrícola. En cuanto a la maquinaria, se observa un cambio
complejo: en 1997 todos los propietarios poseían al menos un tractor, mientras
que para 2005 sólo 25% de ellos lo tienen y ninguno cuenta con cosechadoras.
Todos los
productores depositan sus productos en cooperativas de la región. La principal
actividad ganadera continúa siendo la bovinocultura
de carne y de cría (75%), así como la de leche para consumo interno en su
totalidad (100%).
Figura i
Generación promedio de empleos por finca
F: fijos, T: temporales.
Fuente: Investigación
de campo (1997, 2002 y 2005).
Cuadro 5
Distribución
porcentual de la renta
Sector |
1997 |
2002 |
2005 |
Primario |
76 |
74 |
72 |
Terciario |
24 |
26 |
28 |
5. Generación de
empleo y renta por sector
En la figura se muestra la evolución en la generación de
empleos, donde se observa un aumento en el número de empleos generados por
finca entre 1997 y 2002 y una disminución para el periodo de 2002 a 2005. El
notable aumento de empleos temporales en 2002 se puede atribuir a una situación
macroeconómica favorable en ese momento. Sin embargo, el número de empleos
generados exclusivamente por la actividad turística mostró un repunte
importante en 2005, ocupando ahora más personas en el sector terciario que en
el primario, pero también se observa una disminución en empleos
multifuncionales. Por otra parte, el porcentaje de renta proveniente del
turismo también experimentó un ligero aumento, pasó de 24% de los ingresos
totales en 1997 a 26% en 2002 y a 28% en 2005, lo que refleja la viabilidad
económica de la actividad turística y su capacidad generadora de empleos.
Conclusiones
Muchos de los
propietarios viven exclusivamente de los rendimientos obtenidos en el campo, lo
que requiere mucha habilidad debido a las dificultades derivadas de la
actividad primaria. Sin embargo, más de la mitad de ellos tiene otras
actividades, lo que los lleva a no residir exclusivamente en la propiedad. De
cualquier modo, en ambos casos la actividad turística constituye una renta
complementaria sólo para quienes practican el agroturismo, el cual, de acuerdo
con Mário Beni (1998), provee una renta complementaria
a la actividad primaria.
Las propiedades
las administran los dueños de éstas, lo cual indica un apego a la vida rural.
En general, la idea de iniciar la actividad turística en la finca fue de ellos
mismos, revelando un espíritu emprendedor. Sin embargo, no se percibe un
interés de los hijos por hacerse cargo de las fincas y la mayoría de ellos
tiene estudios en áreas no vinculadas al sector rural.
Se constató que
en la región predomina el agroturismo sobre el turismo rural, pues la mayoría
de los propietarios rurales ve la actividad turística como complementaria,
aunque también hay quienes la realizan como fuente principal de renta de la
propiedad. Dentro de los motivos de los propietarios para practicar estas
actividades destacan los económicos, principalmente el deseo de aumentar la
rentabilidad y agregar valor, lo que coincide con estudios anteriores (Beni,
1998; Tulik, 1997).
En cuanto a los
motivos de los propietarios para continuar, las razones más mencionadas son el
hecho de creer en la actividad turística como fuente de renta adicional a largo
plazo, así como el deseo de convivir con personas diferentes.
Sólo cuatro de
las nueve fincas siguen con la actividad turística. La principal dificultad
para continuar es la estacionalidad del turismo. Eurico Santos (1998) también
menciona la falta de mano de obra especializada, la ausencia de promoción y el
hecho de tener que abrir la casa al público. Sin embargo, la mayoría de los
propietarios que siguen con esta actividad percibe los resultados como buenos y
satisfactorios, y una pequeña parte como excelentes. En todas las fincas se ha
invertido en infraestructura (mantenimiento y mejora de las casas).
Casi todas las
propiedades activas reciben huéspedes para pasar el día y para pernoctar,
incluyendo los alimentos. La mayoría de ellos permanece de una a dos noches y
regresan de una a dos veces al año, debido principalmente a la calidad de la
atención recibida. El factor que motiva la práctica del agroturismo y del
turismo rural es el contacto con la naturaleza, así como el silencio y la
tranquilidad del campo como contraparte al estrés de la vida urbana.
En síntesis, el
estudio sugiere que el hombre del campo continúa en él, sin abandonar la
actividad agropecuaria, y que el turismo representa su inserción en la pluriactividad. Si bien algunas de las fincas no han sido
exitosas, pensamos que la actividad se puede trabajar mejor y que es necesaria
una mayor difusión para que se expanda y aumente la calidad del producto que se
ofrece. Los resultados de este estudio contribuyen para un mayor conocimiento
de la actividad turística en la región a través de la percepción de los
propietarios rurales. Esperamos abordar en estudios posteriores las
características de la demanda desde la perspectiva del turista.
Bibliografía
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Recibido: 22 de marzo de 2006.
Reenviado: 14 de mayo de 2007.
Aceptado: 20 de junio de 2007.
Eurico de Oliveira Santos. Es maestro en extensión rural por la
Universidad Federal de Santa María, Brasil. Actualmente se encuentra adscrito
al Centro de Investigación en Ciencias Agropecuarias de la Universidad Autónoma
del Estado de México y cursa el doctorado en ciencias agropecuarias y recursos
naturales en la misma universidad.
Carlos
Ernesto González Esquivel.
Es doctor en filosofía y agroecología por la Universidad de Londres.
Actualmente se encuentra adscrito al Centro de Investigación en Ciencias
Agropecuarias de la Universidad Autónoma del Estado de México.