Presentación
De entre los
múltiples espacios que existen para comunicar resultados de investigación —tanto en las áreas sociales y humanas,
como en las naturales y exactas—,
las revistas científicas son el principal medio de comunicación entre expertos.
Y si bien los libros especializados constituyen un importante canal de
comunicación científica, su uso es mucho más frecuente en las comunidades de
científicos de las áreas sociales y humanas, pero los utilizan mucho menos los
investigadores vinculados a las áreas naturales y exactas. Es cierto, también,
que las ponencias en congresos y los informes científicos y técnicos son un
medio de comunicación entre especialistas, pero lamentablemente la mayoría de
las veces se trata de información de difícil acceso y poco sistematizable por
bases de datos.
Sin dejar de
reconocer la importancia de los diversos canales de comunicación de la ciencia,
la apuesta de quienes colaboramos en Economía, Sociedad y Territorio se vincula con la dinámica de uso y
consumo de información a través de la edición cuatrimestral de una publicación
especializada. A diferencia de los libros –y del resto de los canales de
comunicación entre especialistas–, creemos que una publicación periódica puede
contribuir a la discusión y análisis de una comunidad de especialistas y, poco
a poco, logra servir como canal de comunicación de resultados originales de
investigación.
Publicar o no
resultados originales de investigación en un campo disciplinar en particular es
lo único que permite a una revista académica colocarse a la vanguardia de la
difusión del conocimiento. Ésta ha sido la apuesta de nuestra publicación, y
pese a que respetamos la decisión de los autores de postular sus textos en
diferentes espacios editoriales, desde la redacción de la revista Economía,
Sociedad y Territorio
queremos insistir en que nuestra política editorial nos impide darle cabida a
textos que –siendo idénticos—
hayan sido publicados previamente o se envíen a diferentes espacios editoriales
de forma simultánea. Entendemos que para muchos investigadores los tiempos de
espera que implica publicar en una revista científica pueden ser muy amplios,
lo cual los lleva a optar por otras formas de difusión pero, al mismo tiempo,
esperamos que comprendan los procesos que otorgan calidad a un órgano de
difusión como éste.
Nuestra
intención, al igual que toda revista científica, es constituirnos en un medio
de comunicación para quienes integran la comunidad académica a la que esperamos
servir, y dado que las comunidades académicas no tienen fronteras
institucionales ni nacionales, nuestro órgano de comunicación tiene por
objetivo constituirse en un escaparate de lo que se produce en torno a los
estudios territoriales en Iberoamerica en general,
sin otorgar prioridad a lo que se produce en una institución o en un país en
particular, nuestra única apuesta está en dar cabida a la investigación de
frontera en nuestro campo del conocimiento.
Todo aquél que
ha estado vinculado, de una u otra forma, a la producción de una revista
especializada desde un país periférico, sabe bien que lo más difícil de iniciar
un proyecto editorial académico es posicionarlo entre una comunidad científica
como un medio de comunicación de alta calidad. Ello, en principio, está dado
por los mecanismos de selección de los materiales que se van a publicar.
Actualmente, se reconoce que el dictamen por pares (peer
review)
es la estrategia que asegura que una revista sólo publicará aquellos resultados
de investigación que han sido revisados de forma pormenorizada por expertos en
la materia.
Una vez que esto
se ha conseguido, el reto consiste en lograr y, sobre todo, mantener un flujo
constante de artículos que difundan resultados originales de investigación de
procedencia diversa (tanto internacional como interinstitucional) que aseguren
no sólo la pervivencia de la publicación sino, fundamentalmente, posicionarse
como un medio eficaz de comunicación entre especialistas.
Sin embargo, el
camino para consolidar una revista científica no termina ahí. Los editores
científicos deben estar conscientes de la necesidad de respetar y hacer lo
posible porque se respeten los lineamientos de la política editorial de la
revista en cuestión. Es esto lo único que les puede garantizar a los autores
que sus colaboraciones serán difundidas en un medio que lucha constantemente
por mejorar la visibilidad de sus resultados de investigación y, al mismo
tiempo, sensibilizará a las autoridades institucionales acerca de la
importancia de preservar dicho canal de comunicación.
En Economía,
Sociedad y Territorio
tenemos claro este reto y sabemos que la comunidad académica a la que nos
debemos lo espera, es por ello que nos es muy grato hacer de su conocimiento
que gracias al entusiasta trabajo de quienes de diversas formas colaboran en
este esfuerzo editorial, hemos logrado obtener, una vez más, el reconocimiento
del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México como publicación
científica de alta calidad. Mil gracias a todos los que han creído en este
esfuerzo.