Dos pruebas de
hipótesis sobre la geografía de las patentes en México
Two hypothesis tests for the geography
of patents in Mexico
Carlos Javier Vilalta-y Perdomo
Humberto Banda-Ortiz*
Abstract
In this
paper we describe the technological innovation geographical patterns and
processes in Mexico. We present the detection and measurement of a spatial
concentration pattern of patent applications in Mexico together with a moderate
process of spatial spreading, the rejection of the hypothesis of a patenting activity
with a physical distance dependent diffusion and the presence of spatial
heterogeneity in the sample, as well as their statistical implications.
Keywords:
patents, spatial diffusion, spatial
autocorrelation, technological development.
Resumen
En el presente
artículo se describen los patrones y procesos geográficos que sigue la
innovación tecnológica en México. El estudio ofrece como hallazgos la detección
y medición de un patrón de concentración espacial de solicitudes de patentes en
México simultáneamente con un proceso moderado de desconcentración espacial, el
rechazo de la hipótesis de una difusión dependiente de la distancia física de
la actividad patentiva, y la presencia de
heterogeneidad espacial en la muestra junto con las implicaciones estadísticas
resultantes.
Palabras clave: patentes, difusión espacial, autocorrelación
espacial, desarrollo tecnológico.
*
Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (itesm), Campus Santa Fe. Correos-e:
carlos.vilalta@cide.edu, humberto.banda@itesm.mx.
Introducción
En el ambiente
empresarial y en el desarrollo económico regional la innovación y las patentes
son el resultado de procesos que combinan elementos de la cultura
organizacional, la investigación, la transferencia de tecnología y la
especialización. Desde la perspectiva global y de política pública, es clara la
importancia que tiene el desarrollo tecnológico a través del establecimiento de
sistemas nacionales de innovación y el impulso a la economía del conocimiento
(Morales y Vilalta, 2007). Estos sistemas de
innovación buscan articular a los agentes económicos para la generación,
utilización y difusión de las innovaciones con el objetivo de lograr una
ventaja competitiva. De manera típica, las innovaciones se convierten en patentes
y son éstas la unidad básica de medición de la innovación tecnológica en el
mundo (Morales y Vilalta, 2007).
Al igual que las
patentes aumentan en el mundo, la investigación sobre las mismas también se ha
incrementado. Son y han sido muchos los investigadores dentro de las ciencias
sociales y administrativas que tratan de resolver preguntas generales o muy
particulares. Sin embargo, geográficamente hablando, ni la teoría clásica sobre
la difusión y adopción de las innovaciones establecida por Everett Rogers
(1962), ni los enfoques de la macroeconomía sobre los paradigmas
tecnológico-económicos y sus procesos de hegemonización
(Mandel, 1986; Schumpeter,
1939), ni los importantes estudios sobre el valor relativo o determinante del
impacto tecnológico en el medio social (Elster, 1990)
consideran el análisis de la circulación y adopción de las innovaciones y/o
patentes.
En este sentido,
el objetivo de este estudio es conocer la geografía de las patentes en México,
particularmente en dos aspectos típicos del análisis espacial: los niveles y
patrones de concentración, así como los procesos de difusión. Para este efecto,
lógicamente realizamos dos pruebas estadísticas de hipótesis, construyendo
sobre teorías generales geográficas y que son la primera ley de la geografía de
Tobler (1970) y la teoría de la difusión contagiosa (Hagerstrand, 1953), respectivamente.
Además de esta
introducción, el artículo se divide en cuatro partes. La primera contiene un
resumen de las diferentes teorías relevantes acerca del desarrollo de las
innovaciones tecnológicas desde el punto de vista económico y geográfico. La
segunda parte presenta las hipótesis, los datos y la metodología estadística
que sigue el estudio. En la tercera parte se muestran y explican los resultados
de los análisis estadísticos. En la cuarta y última parte se discuten los
resultados y se definen las conclusiones del estudio.
1. Estudios previos:
la innovación industrial y sus formas geográficas
Este apartado
contiene una síntesis de los estudios más relevantes sobre las teorías del
desarrollo de las innovaciones industriales, donde nos centramos en los
aspectos geográficos del fenómeno, en especial en su concentración y difusión
espaciales.
Cabe iniciar
explicando una diferencia importante entre los conceptos de invención e
innovación. Para Joseph Schumpeter (1939) y otros
teóricos de la economía, innovaciones e invenciones son cosas particularmente
diferentes. Quizá Horst Siebert (1969) da la mejor
definición cuando explica de manera precisa que una innovación es la
transformación de un proceso potencial en un proceso real, mientras que una
invención es la introducción de un nuevo proceso de producción en un conjunto
de procesos potenciales. En este sentido y desde el punto de vista geográfico,
existen numerosos trabajos que abordan sistemáticamente el estudio de las
innovaciones y de las invenciones. Con base en la definición anterior y
revisando estos estudios, podemos hacer una distinción y clasificación de
investigaciones que siguen 1) un enfoque interdisciplinario
geografía-economía o 2) un enfoque puramente geográfico.
Dentro del
enfoque geográfico-económico hay estudios que se pueden considerar clásicos,
por su relevancia y edad, que han probado empíricamente la relación entre
innovación industrial y el desarrollo económico de las regiones. Esta relación
se ha explicado desde varias perspectivas teóricas, que ordenadas
cronológicamente son las siguientes: la teoría clásica de la localización
(Weber, 1929), la teoría del crecimiento de polos (Perroux,
1950) y los modelos de desequilibrio entre regiones (Myrdal,
1957).
Empezando con la
teoría clásica de la localización, Alfred Weber (1929) encontró una
concentración geográfica de la innovación y del desarrollo y la explicó con
base en las variaciones geográficas, ambientales y, particularmente, en los
costos de transporte. A partir de lo anterior desarrolló una serie de modelos
que explican las posibles combinaciones de factores regionales y locales que
influyen en los procesos de toma de decisiones de localización de diferentes
industrias. Para este autor, la lógica de localización industrial se basa en la
consecución del costo mínimo de producción para alcanzar una eficiencia técnica
en el uso de factores productivos. Las críticas a esta teoría se centran en una
abstracción inflexible de sus enunciados y en la incapacidad para explicar de
manera exhaustiva la localización espacial contemporánea que se caracteriza por
la flexibilidad y la globalización.
Por otro lado,
la teoría del crecimiento de polos (Perroux, 1950) se
enfoca en explicar cómo suceden las inversiones en industrias con un gran
impulso (polos de crecimiento), ubicadas en lugares estratégicamente
convenientes, y cómo estas inversiones provocan el crecimiento de otras
industrias, así como de otras regiones económicas, que no necesariamente son
contiguas geográficamente. A partir de esto, Perroux
(1950) habla de centros de desarrollo y del incremento en el ingreso de las
regiones donde se hallan dichas industrias de punta. Esta perspectiva ha tenido
un gran efecto en la elaboración de políticas industriales, como es el caso de
México.[1]
Esta teoría también predice que el crecimiento no se da de manera uniforme,
sino que se concentra precisamente en ciertos polos de desarrollo e industrias
impulsoras, con lo cual explica la necesidad de impulsar el liderazgo de
algunas empresas y/o industrias en el proceso de desarrollo económico. Este
liderazgo se basa en su dimensión, su valor agregado o en la naturaleza
estratégica de su actividad industrial.
Finalmente, los
modelos de desequilibrio de Myrdal (1957) indican un
énfasis en el carácter multidisciplinar del análisis del desarrollo económico
regional. Desde este enfoque, se fundamenta la importancia de los aspectos
políticos, institucionales y sociológicos que impulsan el proceso de avance
económico de una sociedad, generando y facilitando un proceso de causación
circular. De manera muy simplificada, el principio de causación circular de Myrdal (1957) explica que en los países económicamente
desarrollados el ingreso y la tasa de ahorro son mayores frente a los países
subdesarrollados, lo que a su vez genera (circularmente) más tasas de
reinversión de capital y mayores tasas de crecimiento, lo que al final provoca
una mejor distribución del ingreso.
Como se mencionó,
en la literatura científica también están presentes un grupo de estudios que
analizan desde un punto de vista estrictamente geográfico los procesos de
innovación industrial y sus productos resultantes: las patentes. Estos estudios
se enfocan en explicar cómo dichos procesos están sujetos a una dimensión
espacial o a reglas geográficas. Dos de estas reglas geográficas son la
concentración espacial y la difusión espacial contagiosa. Estas reglas
geográficas son evidentes y teóricamente importantes, por lo que vemos que se
desarrollan con cierta fuerza estudios urbanos y regionales basados en teorías
definidas como de tiempo-espacio (Urry,
1996), y que tienen una preferencia metodológica por la modelación estadística
(Vilalta, 2003a). Estos modelos estadísticos
enfatizan los aspectos de localización e interacción entre los individuos y las
organizaciones en lugares diferentes (Anselin, 1998).
Al respecto, Vilalta (2003a) explica que la difusión
espacial se refiere a la propagación de ideas o comportamientos de un lugar a
otro; naturalmente esta propagación también puede incluir objetos. La difusión
espacial ya se ha analizado empíricamente desde hace tiempo (Cliff y Ord, 1981)
y se observan cuatro formas elementales: contagio, expansión, relocalización y
difusión jerárquica (Hornsby, 2003). La difusión
contagiosa sucede cuando la propagación se hace de manera directa y con el
contacto entre individuos (por ejemplo, enfermedades virales), lo que hace que
este tipo de difusión requiera una proximidad física. La difusión por expansión
sucede cuando la propagación de la idea, comportamiento u objeto empieza en un
lugar de origen y se difunde a nuevos lugares pero siguiendo su uso o
aplicación en su lugar de origen (por ejemplo, invenciones). En cambio, la difusión
por relocalización sucede cuando la propagación en cuestión también se esparce
desde una fuente a nuevos lugares, pero ahora dejando el lugar de origen de
manera temporal o definitiva (como en el caso de los emigrantes). Por último,
la difusión jerárquica sucede cuando la propagación va de lugares más grandes a
lugares más pequeños, por ejemplo de ciudades grandes a pequeñas o de áreas
urbanas a rurales (similar a las invenciones).
En relación con
esto, Torstern Hägerstrand
(1953, 1966) encontró que la difusión de innovaciones tecnológicas tiende a ser
del tipo contagioso. Es decir, la difusión de una innovación es producto de un
efecto espacial que está sujeto a una función de contigüidad o proximidad
física. Este hallazgo conlleva una noción teórica importante y es que la
difusión de las innovaciones implica una dependencia espacial, la cual se ha
definido –y sucede estadísticamente– cuando “el valor de la variable
dependiente en una unidad espacial es parcialmente función del valor de la
misma variable en unidades vecinas” (Flint et al., 2000: 4). Esto se conoce en el
análisis estadístico como autocorrelación espacial.
Desde esta
perspectiva y observando la presencia de patrones geográficos de concentración
de los fenómenos naturales y sociales, Waldo Tobler
(1970) definió la primera ley de la geografía que estipula, básicamente, que
las cosas cercanas son más similares entre ellas que las que están alejadas; o
lo que sucede en un lugar no es independiente de lo que sucede en otros
lugares, especialmente los más cercanos (Vilalta,
2003a).
Llevando a
nuestro objeto de estudio –las patentes– estas reglas geográficas de difusión
espacial, en conjunción con la primera ley de la geografía, implican dos cosas:
que la innovación tecnológica se difunde 1) de manera contagiosa –en función de
la distancia– y 2) que se halla concentrada en ciertos
lugares y de ahí se difunde. Ya Michael Storper
(1997) mencionó que mundialmente la producción de conocimiento está muy
concentrada espacialmente.
En cuanto a
esto, nótese aquí la diferencia crucial que hay entre un proceso de
desconcentración espacial y un proceso de difusión espacial contagiosa. El
primero puede suceder sin el segundo, pero no a la inversa. Es decir, un
fenómeno o proceso de desconcentración espacial de alguna variable social, por
ejemplo, de la actividad inventiva, implica una nivelación o disminución de las
diferencias regionales, pero no necesariamente implica un proceso de contagio entre las regiones.[2]
Hipotéticamente, una región puede ponerse al nivel de otras regiones
innovadoras sin que hubiera un efecto o relación entre ambas. En cambio, es
importante notar que la difusión contagiosa sí requiere simultáneamente la
existencia de una relación espacial-temporal entre las regiones y una
nivelación o desconcentración espacial del fenómeno.
Como
mencionamos, si bien este enfoque e ideas están sustentadas en evidencia
empírica y tienen una secuenciación lógica, es interesante notar que no sobran
los estudios empíricos y estadísticos espaciales sobre la difusión de la
innovación per se;
esto es, análisis sobre cómo y a qué velocidad se difunde tal actividad
innovadora. En estos estudios, el indicador más utilizado para medir dicha
actividad son las patentes y se concentran en la experiencia de los Estados Unidos.
Estos estudios evidencian una concentración espacial de las patentes y de sus
inventores, las cuales se deben principalmente a una concentración espacial de
la producción industrial, pero en un proceso de difusión. Históricamente se ha
encontrado para este país una propagación de esta actividad innovadora entre
regiones.
En Latinoamérica
se han realizado algunos estudios académicos que tratan el tema de la
innovación industrial y las patentes. Hay un grupo de estudios reducido, pero
de alta calidad, que se ha abocado a analizar, por ejemplo, los avances en la
capacidad innovadora empresarial en Colombia, aun en ambientes de crisis
económicas, restricciones crediticias y disminuciones en la inversión en
investigación y desarrollo (Malaver y Vargas, 2004).
Asimismo, existen discusiones teóricas importantes y acertadas sobre la
relación necesaria entre la actitud empresarial para innovar, la integración de
redes de conocimiento y el uso racional de los recursos (Caravaca et
al., 2005; Méndez,
2002).
Nuestra revisión
de la literatura académica en México encuentra un incipiente interés en el tema
de la innovación científica al tratar diversos temas paralelos al nuestro y,
también, la síntesis de discusiones sobre los sistemas regionales de innovación
y sus indicadores (Morales y Vilalta, 2007) y sobre
si es global o local la innovación (Rózga, 2003). En
sus publicaciones, Enrique Düsell et
al. (1997) plantean
la arquitectura conceptual de los sistemas regionales de innovación y concluyen
que debido a que la coordinación económica entre los países está aumentando,
las relaciones entre las empresas en sus respectivos clusters industriales se van regionalizando de
manera progresiva.[3]
Otro estudio
interesante es el de Arellano et al. (2004), donde encontramos cómo se
plantean los aspectos epistemológicos de la globalización de ciertas
actividades tecnológicas, como serían los polímeros y los alimentos
transgénicos. El estudio de López (2003) también es relevante en la región
porque expone claramente el comportamiento de los empresarios –sinaloenses– en
la adopción de innovaciones y la dificultad que enfrentan en cuanto a la
carencia de políticas gubernamentales, de capital y el efecto adverso de la
falta de competencia comercial.
En las ciencias
administrativas también existen algunos estudios que, precisamente desde una
perspectiva empresarial, caracterizan y miden la trayectoria de la tecnología,
la producción y el mercado. En estos estudios las variables de tipo tecnológico
utilizadas son las patentes, y entre las no tecnológicas, están el tipo y el
volumen de sus productos, la participación de mercado, la penetración de la
marca (Arjona, 1995) y la madurez del sector económico en el que se compite por
medio de innovaciones (Torres y Jasso, 2003).
Con base en las
ideas previas, a continuación describimos la metodología, la cual se divide
entre las diferentes hipótesis que se derivan de los estudios revisados, los
datos y las técnicas estadísticas que sirven de sustento para estos efectos.
2. Metodología:
hipótesis, datos y técnicas estadísticas
En este estudio
probamos estadísticamente las siguientes dos hipótesis de tipo geográfico para
el caso de México.
1)
La innovación tecnológica, medida por las solicitudes de patentes, tiene un
patrón espacialmente concentrado.
2)
La innovación tecnológica, medida por las solicitudes de patentes, se halla en
un proceso de desconcentración dependiente de la distancia.
Evidentemente la
hipótesis 2 requiere probarse en dos pasos: primero realizar la detección de un
proceso de desconcentración y, segundo, que es dependiente de la proximidad
geográfica. Las técnicas utilizadas para realizar las pruebas de hipótesis son:
1)
el coeficiente de autocorrelación espacial I de Morán (1950) y 2) un análisis de regresión ordinario de
mínimos cuadrados (ols).
En detalle, el procedimiento en relación con cada hipótesis se indica en el
cuadro 1.
Cuadro 1
Técnicas para
las pruebas de hipótesis
Hipótesis y pasos |
Técnica |
Resultado |
Conclusión |
Hipótesis 1:
Concentración espacial |
Coeficiente de autocorrelación
espacial I de Morán |
I ≠ 0 |
Hay un patrón de concentración espacial |
Hipótesis 2: Desconcentración espacial |
Coeficiente de autocorrelación
espacial I de Morán |
I1 > I 2 > I 3 |
Hay un patrón de desconcentración a
través del tiempo |
Hipótesis 2: Desconcentración dependiente de la
distancia |
Regresión OLS |
ß (+) ß (-) ß (n. s.) |
Hay una desconcentración dependiente
de la distancia Hay una concentración dependiente de
la distancia No hay desconcentración |
Fuente: Elaboración propia.
En relación con
la hipótesis 2, recuérdese que puede haber un proceso de desconcentración
espacial sin una difusión contagiosa y viceversa. Es decir, el fenómeno o
proceso de desconcentración espacial no necesariamente implica una relación
espacial-temporal entre áreas geográficas.
Cuadro 2
Variables
utilizadas en el análisis estadístico
Variable Dependiente (VD) |
Descripción |
Patentes |
Número total de solicitudes de
patentes por estado de residencia del inventor (2000, 2001 y 2002) |
Cambio en Patentes |
Cambio (Δ) total de
solicitudes de patentes por estado de residencia del inventor (2000 a 2002) |
Variable Independiente (VI) |
Descripción |
Desconcentración dependiente de la distancia |
Lag espacial-temporal o sumatoria de la VD en los estados vecinos (2000) |
Para probar
estas hipótesis geográficas, operamos los conceptos discutidos previamente en
las variables y mediciones indicadas en el cuadro 2. Para el cómputo de los
coeficientes de autocorrelación espacial, nos
interesó utilizar los datos con que contamos para los tres años estudiados:
2000-2002. En cambio, para el análisis de regresión, la vd es el cambio en el número
total de solicitudes de patentes. La medición utilizada para probar la
hipótesis de la desconcentración dependiente de la distancia es la sumatoria de
la vd en
los estados vecinos de cada entidad federativa o estado del país (N = 32). La
información sobre patentes proviene de las bases de datos del Instituto
Nacional de Estadística, Geografía e Informática (inegi), disponibles en la
Internet.
En cuanto a las
técnicas estadísticas utilizadas, el coeficiente
I de Morán (1950) es
la técnica más frecuentemente utilizada en el análisis espacial inferencial.[4]
Esta técnica toma la siguiente forma matemática:
Donde:
· n es el número de elementos (estados)
en la matriz de distancia-vecinos,
·
Wij es la matriz de vecinos que define si
un estado i
y j son
vecinos o no (el denominador da el número total de vecinos,
·
x es la variable en cuestión, en este
caso patentes por estado de residencia del inventor.
Para el cálculo del
coeficiente I
de Morán, en esta investigación se definió a los estados vecinos de dos maneras
diferentes: vecinos de primer orden y vecinos de primer orden ajustados. En el
primer caso, la matriz de vecinos considera estrictamente como tales a aquellas
unidades geográficas contiguas. En el segundo caso, el procedimiento sigue dos
pasos: primero la matriz incluye como vecinas a aquellas unidades que son
contiguas y posteriormente calcula el promedio de distancias (centroide a centroide) que hay en
el conjunto de unidades geográficas, e incluye como vecinas a aquellas unidades
que están igual o por debajo de ese promedio. La razón de realizar este ajuste
es que el criterio estricto de contigüidad no considera otra dimensión espacial
fundamental: la cercanía física. En México, dos unidades geográficas como
serían las entidades federativas, pueden estar muy cercanas físicamente pero no
ser contiguas (Vilalta, 2003b).
En cuanto al
análisis de regresión, se utilizó la técnica de mínimos cuadrados utilizada
ampliamente en la literatura especializada por lo que no se considera necesario
hacer una explicación mayor al respecto en este inciso. Sin embargo, sí cabe
comentar que se utilizaron dos modelos en ecuaciones diferentes, que se
diseñaron, y los coeficientes calculados de la siguiente manera:
·
Modelo
1 (M1): incluye al Distrito Federal (N = 32)
·
Modelo
2 (M2): excluye al Distrito Federal (n = 31)
La ecuación de
regresión lineal simple para ambos modelos es:
(yt - yt-1 ) =
β0 + Wβ1 yt-1 + εt
·
Donde:
yt
= solicitudes de patentes en 2002
yt-1 = solicitudes de patentes
en 2000
β0
= constante
Wβ1= Lag espacial-temporal sobre la vd
εt = error aleatorio
La razón de
incluir o excluir al Distrito Federal como unidad en el análisis se debe a
nuestro deseo de conocer detalladamente el impacto de este estado en la
capacidad de los modelos para predecir cambios en el ámbito nacional. Como
veremos más adelante, este estado posee alrededor de 40% de las solicitudes de
patentes, por lo que su presencia o ausencia en el modelo representa un efecto
significativo en los coeficientes, tal y como se demostrará más adelante.
Además de lo anterior, se agregan las implicaciones estadísticas de contar con
una observación influyente u outlier. Sin embargo, estamos conscientes de
que en el análisis espacial no podemos prescindir de unidades geográficas ya
que representan áreas con grupos de población reales (Vilalta,
2003b).[5]
3. Resultados
Esta parte de
resultados se divide en dos incisos: estadística descriptiva y estadística
espacial e inferencial. Estos resultados se analizan en la parte sobre
discusión y conclusiones.
3.1. Estadística
descriptiva
Se puede ver que
hay una fuerte concentración de solicitudes de patentes en el Distrito Federal
y el Estado de México, representando ambas entidades alrededor de 50% de la
capacidad inventiva del país (cuadro 3), y les siguen los estados de Jalisco y
Nuevo León. Hay entidades que no producen o solicitan ninguna patente o bien
que no rebasan las dos solicitudes, como son los casos de Baja California Sur,
Campeche, Chiapas, Tlaxcala y Zacatecas. Cabe mencionar que el número absoluto
de patentes aumentó en el periodo estudiado así como la desviación estándar;
significando esto último, un mayor alejamiento o diferenciación entre los
estados.
Cuadro 3
Número de
solicitudes de patentes por estado de residencia del inventor
No. |
Estado |
2000 |
2001 |
2002 |
2000 |
2001 |
2002 |
% |
% |
% |
|||||
1 |
Aguascalientes |
3 |
2 |
2 |
0.70% |
0.40% |
0.40% |
2 |
Baja California |
4 |
4 |
6 |
0.90% |
0.80% |
1.10% |
3 |
Baja California Sur |
0 |
0 |
0 |
0.00% |
0.00% |
0.00% |
4 |
Campeche |
1 |
0 |
0 |
0.20% |
0.00% |
0.00% |
5 |
Coahuila |
7 |
10 |
11 |
1.60% |
1.90% |
2.10% |
6 |
Colima |
5 |
8 |
5 |
1.20% |
1.50% |
1.00% |
7 |
Chiapas |
0 |
1 |
0 |
0.00% |
0.20% |
0.00% |
8 |
Chihuahua |
9 |
11 |
17 |
2.10% |
2.10% |
3.30% |
9 |
Distrito Federal |
166 |
215 |
206 |
38.50% |
40.30% |
39.50% |
10 |
Durango |
1 |
3 |
2 |
0.20% |
0.60% |
0.40% |
11 |
Guanajuato |
12 |
23 |
13 |
2.80% |
4.30% |
2.50% |
12 |
Guerrero |
1 |
1 |
0 |
0.20% |
0.20% |
0.00% |
13 |
Hidalgo |
2 |
2 |
3 |
0.50% |
0.40% |
0.60% |
14 |
Jalisco |
39 |
41 |
51 |
9.00% |
7.70% |
9.80% |
15 |
México |
64 |
55 |
59 |
14.80% |
10.30% |
11.30% |
16 |
Michoacán |
3 |
4 |
7 |
0.70% |
0.80% |
1.30% |
17 |
Morelos |
11 |
11 |
10 |
2.60% |
2.10% |
1.90% |
18 |
Nayarit |
1 |
1 |
1 |
0.20% |
0.20% |
0.20% |
19 |
Nuevo León |
27 |
66 |
44 |
6.30% |
12.40% |
8.40% |
20 |
Oaxaca |
2 |
5 |
2 |
0.50% |
0.90% |
0.40% |
21 |
Puebla |
19 |
14 |
15 |
4.40% |
2.60% |
2.90% |
22 |
Querétaro |
19 |
12 |
17 |
4.40% |
2.30% |
3.30% |
23 |
Quintana Roo |
1 |
1 |
3 |
0.20% |
0.20% |
0.60% |
24 |
San Luis Potosí |
8 |
9 |
7 |
1.90% |
1.70% |
1.30% |
25 |
Sinaloa |
8 |
7 |
8 |
1.90% |
1.30% |
1.50% |
26 |
Sonora |
4 |
7 |
7 |
0.90% |
1.30% |
1.30% |
27 |
Tabasco |
5 |
2 |
3 |
1.20% |
0.40% |
0.60% |
28 |
Tamaulipas |
3 |
8 |
7 |
0.70% |
1.50% |
1.30% |
29 |
Tlaxcala |
0 |
0 |
2 |
0.00% |
0.00% |
0.40% |
30 |
Veracruz |
4 |
8 |
8 |
0.90% |
1.50% |
1.50% |
31 |
Yucatán |
2 |
1 |
5 |
0.50% |
0.20% |
1.00% |
32 |
Zacatecas |
0 |
1 |
1 |
0.00% |
0.20% |
0.20% |
Total |
431 |
533 |
522 |
100% |
100% |
100% |
|
Estadísticas
Descriptivas |
|||||||
Media |
13 |
17 |
16 |
||||
Mediana |
4 |
6 |
7 |
||||
Desviación Estándar |
30.35 |
38.76 |
36.91 |
Fuente: Cálculos propios con datos del inegi.
Los mapas que
presentamos a continuación muestran la productividad en patentes de cada estado
medida en desviaciones estándar; es decir, en términos de dispersión y
relativos frente a las otras entidades.
Mapa i
Solicitudes de
patentes en 2000
(en desviaciones
estándar)
Mapa ii
Solicitudes de
patentes en 2001
(en desviaciones
estándar)
Mapa iii
Solicitudes de
patentes en 2002
(en desviaciones
estándar)
De la
observación de estos mapas se desprende fácilmente la preeminencia constante
sobre el promedio nacional de entidades como el Distrito Federal, Estado de
México, Jalisco, Nuevo León, y ocasionalmente Puebla, Guanajuato, Querétaro y
Chihuahua, precisamente los estados más industrializados y urbanizados. La
virtud de utilizar en los mapas la desviación estándar es que también permite
observar con claridad la poca diferencia u heterogeneidad que hay entre el
resto de los estados poco productivos en patentes; es decir, la mayor parte de
éstos no difiere mayormente del promedio nacional.
3.2. Estadística
espacial e inferencial
En cuanto a la
prueba de la hipótesis 1 que predice una concentración espacial de las
solicitudes de patentes, los resultados nos sugieren la aceptación de tal
hipótesis (cuadro 4). Es decir, efectivamente la actividad en patentes se halla
espacialmente concentrada en todos los años analizados.
Cuadro 4
Resultados del
análisis de autocorrelación espacial*
Vecinos de
primer orden |
||||
2000 |
2001 |
2002 |
Δ 00-02 |
|
Coeficiente I |
0.099 |
0.052 |
0.057 |
-0.064 |
Sig.** |
0.22 |
0.429 |
0.407 |
0.764 |
Vecinos de
primer orden ajustado |
||||
2000 |
2001 |
2002 |
Δ 00-02 |
|
Coeficiente I |
0.25 |
0.197 |
0.207 |
0.085 |
Sig.** |
0.001 |
0.009 |
0.006 |
0.18 |
* Variable
dependiente: número total de solicitudes de patentes por estado de residencia
del inventor y el cambio. Elaborado con los datos del cuadro 1.
** La
significancia estadística es una prueba Z de dos colas sobre una distribución
teóricamente normal.
En relación con
la prueba de la hipótesis 2, en su primer paso, se encuentra bajo la definición
de vecinos de primer orden ajustado, un proceso de desconcentración espacial a
través del tiempo. Esto lo sugiere el decrecimiento progresivo en la magnitud
de los coeficientes entre 2000 y 2002. Aunque cabe decir que el cambio (D) en el número de solicitudes de
patentes en el periodo no se halla espacialmente concentrado (p = 0.180). Es
decir, el cambio en el número de solicitudes de patentes en los estados
mexicanos fue independiente o no estuvo relacionado con los cambios en sus
estados próximos y bajo ninguna definición utilizada de vecindad geográfica.
Prosiguiendo con
la prueba de la hipótesis 2, a continuación mostramos los resultados del modelo
de regresión para la prueba de la desconcentración dependiente de la distancia
en sus dos formulaciones diferentes: La primera incluye al Distrito Federal y
la segunda lo excluye.
Cuadro 5
Resultados de la
regresión ols
sobre M1 incluyendo al
Distrito
Federal*,**
Coeficiente no estandarizado |
Error estándar |
Coeficiente estandarizado |
t |
Sig. |
|
Constante |
3.809 |
1.994 |
- |
1.91 |
0.066 |
Lag espacial-temporal*** |
-0.017 |
0.024 |
-0.126 |
-0.694 |
0.493 |
* R2 = .016 y F = .481 (p = .493). |
|||||
** vd: cambio en el
número total de solicitudes de patentes (D 00-02), N = 32. |
|||||
*** Medición de difusión contagiosa |
En cuanto al
primer modelo (M1) que busca la prueba de la hipótesis sobre el proceso de una
desconcentración dependiente de la distancia, podemos observar que no se acepta
la hipótesis respectiva de un efecto lag espacial-temporal (p = .493). Esta
variable lag espacial-temporal intenta demostrar,
sin lograrlo, el efecto de la actividad de patentes de los estados vecinos en
cada entidad en el año 2000 hacia el cambio entre 2000 y 2002.
Es importante
explicar que M1 considera dentro de la muestra al Distrito Federal y utiliza
los datos de solicitudes de patentes en porcentajes por estado y sin
normalizar. Cabe señalar esto porque en la gráfica i mostramos el diagrama de dispersión de los estados
mexicanos en cuanto a las dos variables utilizadas en este modelo, y lo que
observamos son varias entidades que se alejan sobre el eje “x”, como son el
Estado de México (15) y Morelos (17), y sobre el eje “y” el Distrito Federal
(9). Este último contribuye a aumentar el lag espacial-temporal a favor de sus
vecinos Estado de México y Morelos.
Gráfica i
Diagrama de
dispersión de las solicitudes de patentes (2002) y su lag espacial (2000)
Estadísticamente
hablando, lo importante de distinguir este fenómeno de outliers entre los estados es que los
coeficientes de la línea de regresión obtenida a través del método de mínimos
cuadrados pueden ser imprecisos. La presencia de una observación, en este caso
un estado, afectando el cómputo de los coeficientes se ve en la gráfica ii, donde se observa al Distrito Federal
alejado del resto de los estados y mostrando un comportamiento no normal de los
residuales; un prerrequisito del análisis de regresión. También muestra que la
ecuación resultante de este modelo no predice correctamente el comportamiento
de la vd para tal entidad federativa.
Gráfica ii
Histograma de
los residuales de M1*
*M1 incluye al Distrito Federal.
La gráfica iii es similar a la i pero se distingue en que representa
residuales y valores predichos estandarizados de M1. Igualmente muestra los
residuales correspondientes al Distrito Federal (marcado como el estado 9 y
alejado sobre el eje “x”) y los estados de México y Morelos (15 y 17,
respectivamente, y alejados sobre el eje “y”). Los residuales son estimaciones
de error o distancias en el ajuste de los datos a la línea de regresión entre
dos valores: los observados y los predichos de la vd modelada. También representan
una forma de estimar la variación no explicada por el modelo elegido.
Gráfica iii
Diagrama de
dispersión de los residuales de M1*
* Incluye al Distrito Federal.
Los resultados
de M2 se muestran en el cuadro 6. Recordemos que M2 excluye al Distrito Federal
en el cómputo de los coeficientes para observar el efecto de su ausencia en la
ecuación. Aquí podemos ver que la capacidad predictiva de M2 es
considerablemente mayor a la de M1 (R2 = .105); aunque en términos
generales es baja y queda mucha variación sin explicar, como es natural.[6] La
exclusión del Distrito Federal mejora la capacidad predictiva del modelo para
el resto de los estados.
Cuadro 6
Resultados de la
regresión ols
sobre M2 excluyendo al Distrito Federal*,**
Coeficiente no estandarizado |
Error estándar |
Coeficiente estandarizado |
t |
Sig. |
|
Constante |
2.957 |
1.035 |
- |
2.857 |
0.008 |
Lag espacial-temporal*** |
-0.023 |
0.013 |
-0.323 |
-1.84 |
0.076 |
* R2 = .105 y F = 3.386 (p = .076). |
|||||
** vd: cambio en el
número total de solicitudes de patentes (D 00-02), n = 31. |
|||||
*** Medición de difusión contagiosa. |
Lo más
importante en relación con la hipótesis 2 es que es probable la existencia de
un efecto espacial-temporal (p = .076). La magnitud del efecto es muy bajo (b =
-0.023), pero su signo negativo es revelador puesto que sugiere una contracción
o concentración espacial de la actividad de patentes, en oposición a una
difusión contagiosa entre los estados del país, pero sólo cuando no se
considera la influencia del Distrito Federal en el resto de los estados. Igual
que en el caso de M1, M2 presenta dos outliers que nuevamente resultan ser los
estados de México y Morelos (gráficas iv
y v).
Gráfica iv
Histograma de
los residuales de M2*
*M2 excluye al Distrito Federal.
Gráfica v
Diagrama de
dispersión de los residuales de M2*
*M2 excluye al Distrito Federal.
4. Discusión y
conclusiones
El análisis
realizado en este trabajo nos muestra un patrón espacial de concentración de la
actividad de patentes en México; es decir, que las solicitudes de patentes por
estado de residencia del inventor se concentran en ciertos estados y grupos de
estados en la República Mexicana: Distrito Federal, Estado de México, Jalisco y
Nuevo León, los cuales tienen alrededor de 70% de las solicitudes todos los
años.
Junto con un
patrón espacial de concentración se detectó un proceso de desconcentración
espacial o nivelación entre las regiones del país entre 2000 y 2002. Progresiva
y moderadamente, la concentración de la actividad de patentes en el país fue
disminuyendo. Los incrementos en la proporción nacional de solicitudes de
patentes en los estados de Nuevo León y Chihuahua, y los descensos en los
estados de México, Puebla y Querétaro explican esta nivelación geográfica
nacional.
En cuanto a
nuestra hipótesis de una desconcentración espacial dependiente de la distancia,
obtuvimos resultados diferentes según el modelo que utilizáramos. El M1, que
incluye al Distrito Federal en el análisis de regresión, no ofrece evidencia de
algún efecto espacial-temporal, por lo que con base en tal modelo, se procede a
rechazar la hipótesis de una desconcentración espacial de la actividad de
patentes dependiente de la distancia.
El M2, que
excluye al Distrito Federal en el análisis de regresión, ofrece información que
incluso no esperábamos encontrar: un proceso de contracción espacial
dependiente de la distancia. Es decir, la exclusión del Distrito Federal y su
preeminencia en la actividad de patentes evidencia un proceso de divergencia o
disparidad regional en tal actividad, explicada por el alejamiento de los
estados más productivos en solicitudes de patentes, que son el Estado de
México, Jalisco y Nuevo León, de las demás entidades del país.
En términos de
teoría económica regional, esto es indicio probable de que el país se sigue
polarizando entre estados ricos y pobres, y hace referencia a la idea de los
clubes regionales de convergencia económica mencionados en estudios regionales
de México (Vilalta, 2003b).[7] En
este caso, la divergencia económica regional se refleja en aquellos estados o
grupos de estados que implementan nuevas tecnologías por medio de la solicitud
de patentes, y aquéllos que se van quedando atrás y aislados de tales
desarrollos.
Lo anterior
también nos lleva a una conclusión metodológica importante, y es que este
fenómeno puede poseer un patrón de heterogeneidad espacial (he) en nuestro objeto de estudio. La he se define por un cambio en las
relaciones de las variables de una región o lugar a otro (Lesage,
1998). Es decir, estamos capturando procesos regionales desiguales al interior
de un país, lo cual es procedente y no debe sorprender dentro del análisis
geográfico (Vilalta, 2003a). Sin embargo la he implica, en términos estadísticos,
pendientes de líneas de regresión diferentes para cada región –en este caso
grupos de estados mexicanos–, versus cuando utilizamos toda la base de
datos del país (Vilalta, 2006). Esto lo vimos al momento
de comparar M1 y M2, los cuales se distinguen por la inclusión o exclusión del
Distrito Federal en cada modelo. En el primer caso no era detectable un efecto
espacial-temporal entre los estados, mientras que en el segundo sí lo era. Cabe
mencionar que el efecto estadístico de contar con heterogeneidad espacial en un
análisis de regresión es que los coeficientes serán inestables (Vilalta 2006; Anselin, 1998).
En síntesis,
nuestra contribución fundamental es detectar y medir una desconcentración
espacial demostrativa de un proceso de nivelación geográfico moderado en la
actividad de patentes. Además, encontramos que este proceso es independiente de
la distancia y que sucede a través del plano nacional, en estados no vecinos y,
en relación con Myrdal (1957), con una capacidad
endógena para producir o solicitar tales patentes, y que son estados con altos
niveles de ingreso e industrialización comparativamente en el país.
Quedan por
realizar más pruebas de hipótesis. Se requieren series de tiempo mayores, incorporar
otros tipos de técnicas estadísticas espaciales como los coeficientes de autocorrelación locales (Vilalta,
2007), utilizar diferentes niveles de unidades muestrales
–por ejemplo ciudades–, analizar los efectos de la he en el fenómeno de la geografía de las patentes y llevar a
cabo estudios comparativos con otros países latinoamericanos.
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Recibido:
15 de junio de 2006.
Aceptado:
28 de mayo de 2007.
Carlos J. Vilalta y Perdomo. Es doctor en estudios urbanos por The Portland State University y maestro en estudios urbanos por el Colegio de
México. Es director de la División de Administración y Ciencias Sociales en el
Tecnológico de Monterrey, Campus Santa Fe; candidato a investigador nacional en
el sni
desde 2004; actualmente es investigador visitante en la
University of North Carolina en Chapel Hill. Su línea de investigación actual es: geografía
electoral y metodología política. Entre sus publicaciones más recientes se
encuentran: “Sobre la espacialidad de los procesos electorales urbanos y una
comparación entre las técnicas de regresión ols y sam”, Estudios Demográficos y Urbanos, 21(1), El Colegio de México, México,
pp. 83-122 (2006); en coautoría, “Una metodología formal para calcular el peso
que los electores le dan a los elementos de evaluación ideológica”, Política
y Gobierno, 13(1), cide, México, pp. 99-147 (2006); “Cómo
enseñar autocorrelación espacial”, Economía,
Sociedad y Territorio,
5(18), El Colegio Mexiquense, México, pp. 323-333 (2005).
Humberto Banda Ortiz. Es doctor en economía financiera por esade, Barcelona, y maestro en dirección de empresas por el ipade.
Actualmente es profesor-investigador del Departamento de Administración y
Finanzas en el itesm, Campus Santa Fe; profesor visitante de
mit Sloan School of Management;
candidato a investigador nacional en el sni desde 2005; profesor
visitante de esade.
Ha colaborado en diferentes organizaciones entre las que se incluyen ibm, Avon, Gas of France y Fleishman Hillard en las áreas de
estrategia y finanzas. Su línea de investigación actual es: juegos globales
aplicados a las crisis financieras. Entre sus publicaciones más recientes se
encuentran: en coautoría, El capital de trabajo: modelos y
decisiones financieras,
impc, México, (2004); en coautoría, “Deuda
externa y crisis: una visión política-económica”, Foro
Internacional, 181,
El Colegio de México, México, pp. 120-143 (2005); “Modelos teóricos de crisis
de tipo de cambio y su aplicación a la crisis mexicana de 1994”, Revista
Mexicana de Economía y Finanzas,
3(2), México, pp. 127-143 (2004).
[1] Para
una excelente discusión al respecto véase Aguilar (1993).
[2] Uno
de los dictaminadores de este artículo correctamente nos advirtió que una
difusión contagiosa de patentes entre regiones sólo se puede referir y probar
para esas mismas patentes.
[3] Este argumento se complementa con lo
que expresa Kenichi Ohmae
(1997) sobre el abismo que existe entre el Estado y la economía mundial sin
fronteras.
[4] Para
el cálculo de los coeficientes se utilizó el software
geográfico ArcView con la extensión de estadística
espacial de S-Plus.
[5] Se
consideró la posibilidad de utilizar logaritmos visto lo mencionado previamente
y la conveniencia matemática de normalizar los datos para disminuir los efectos
estadísticos del sesgo en la muestra que producen estados como el Distrito
Federal, Jalisco y Nuevo León. Sin embargo, al contar con valores negativos en
la vd,
no pudimos contar con el uso de logaritmos.
[6] Nos
referimos a que es natural puesto que la variación explicada en la geografía de
la innovación no puede deberse solamente a la productividad de los estados
vecinos.
[7] Sin embargo, como sabemos, en el análisis espacial no podemos prescindir de unidades geográficas, salvo para efectos analíticos y comparativos, como en este caso.