Modelización y aplicación de las nuevas teorías del
crecimiento económico regional en México
Mendoza Cota, Eduardo y Alejandro
Díaz-Bautista (2006), Economía
regional moderna. Teoría y práctica, Colección México Norte, Colegio de la Frontera
Norte-Universidad de Guadalajara-Plaza y Valdés, México, 190 pp., isbn:
968-7947-46-2 (Colef) isbn: 970-722-483-5 (Plaza y
Valdés)
La economía
actual se genera con los nuevos conocimientos de las unidades territoriales y
mediante una globalización integradora de los procesos económicos, sociales,
culturales y territoriales, por tanto, un elemento característico hoy en día es
la integración de los espacios económicos en el ámbito internacional.
Uno de los
aspectos fundamentales a los que se enfrentan los economistas es estudiar la
problemática económica desde una perspectiva regional en el proceso de
globalización de la economía. Es decir, determinar cuáles son las tendencias de
crecimiento y/o desarrollo que el mercado va fijando para las distintas
regiones de un país y proponer políticas efectivas para revertir las tendencias
negativas, así como analizar los efectos regionales de la inserción de los
países a los acuerdos comerciales internacionales y al mundo en general.
México no es
ajeno a esta problemática, la economía ha sufrido una serie de transformaciones
que conllevan el surgimiento de un nuevo modelo de desarrollo basado en la
descentralización de las actividades económicas. Transformaciones que son
resultado de procesos como la apertura de la economía nacional al sistema
económico mundial y la dificultad de las empresas mexicanas para adaptarse al
conjunto de las naciones líderes en innovación y competitividad.
Ante esto,
México se ha visto en la necesidad de plantear programas para regular y
fomentar su desarrollo, para lo cual estableció como punto importante una serie
de políticas territoriales en los diferentes ámbitos de gobierno para generar
cambios en el enfoque y poner énfasis en la evolución del territorio.
Investigaciones
como la que ahora reseñamos son de gran importancia tanto para los estudiosos
de la economía regional como para los economistas en formación, no sólo por la
exhaustiva revisión teórica que desarrollan Eduardo Mendoza y Alejandro
Díaz-Bautista sobre las nuevas teorías del crecimiento regional, sino porque
incorporan herramientas econométricas y estadísticas que les permiten generar
modelos explicativos para analizar los fenómenos regionales en México, esto a
pesar de las serias dificultades que se presentan para obtener datos de tipo desagregado
confiables y homogéneos para estudiar el crecimiento económico regional.
El aporte
fundamental de esta obra, desde mi punto de vista, es que retoma uno de los
temas básicos en el ámbito económico mexicano y mundial: el estudio del
crecimiento económico regional, el cual ha venido cobrando mayor importancia
debido, sobre todo, a la interacción que se está dando entre los fenómenos
globales y la importancia de la localización de las actividades económicas. Es
importante resaltar que este trabajo vincula las teorías del crecimiento
regional con los instrumentos de medición y aplicación para la estimación de
los fenómenos regionales en nuestro país, lo que convierte a este libro en
consulta obligada para todos aquellos interesados en la aplicación teórica-empírica
de los problemas regionales en nuestro país.
Uno de los
objetivos de esta obra, como bien señalan los autores, es “contribuir en la
definición y divulgación de los principales enfoques teóricos modernos y de las
nuevas técnicas cuantitativas y estadísticas para abordar los fenómenos
económicos que se desarrollan en la actualidad, así como la presentación de
aplicaciones empíricas para el caso de la economía mexicana, con el doble
propósito de mostrar la utilidad de la teoría económica regional moderna y de
describir los fenómenos económicos regionales recientes en México”.
Para abordar el
tema teoría y práctica del análisis económico regional, los autores presentan
un texto que se compone de una introducción, dos apartados fundamentales, 22
cuadros estadísticos además de una extensa bibliografía.
En la
“Introducción” se revisa la evolución de las teorías del crecimiento regional,
haciendo énfasis en las hipótesis que sustentan, así como en sus principales
supuestos, donde exponen de manera muy puntual y didáctica la teoría de la
localización y la economía espacial, el modelo keynesiano de análisis regional,
la teoría del desarrollo económico, el crecimiento económico, la convergencia
entre regiones y la nueva geografía económica como las bases teóricas que dan
sustento al análisis económico regional moderno.
El primer
apartado tiene como objetivo analizar el crecimiento regional estático, para lo
cual los autores estudian en un primer momento la importancia –como herramienta
de análisis regional– del modelo de la base exportadora al describir el
funcionamiento regional en un contexto de apertura. Diseñan una metodología
para aplicar este enfoque mediante la variable empleo regional para calcular
coeficientes de localización; para ejemplificar dicha metodología utilizan el
caso de Baja California. En un segundo momento presentan la matriz de
insumo-producto como herramienta fundamental para las tareas de planificación,
evaluación y ordenamiento regional y territorial, describiendo sus bondades
como método para obtener información.
En el segundo
apartado del texto, y el más relevante por sus aportaciones teóricas y
metodológicas, Eduardo Mendoza y Alejandro Díaz-Bautista inician con el
análisis del crecimiento económico regional a largo plazo o nuevos enfoques
dinámicos, el cual dividen en cuatro subcapítulos: “Crecimiento económico
regional y la hipótesis de la convergencia”, “La generación de ideas como motor
del crecimiento económico”, “Externalidades regionales y crecimiento económico
regional” y “Crecimiento y nueva geografía económica”.
Por lo que
respecta al estudio del crecimiento económico regional y la hipótesis de la
convergencia, retoman el modelo de Solow, donde el
crecimiento económico lo determinan elementos exógenos que afectan la función de
producción y el dinamismo de la acumulación de capital e incluyen una
aplicación de la hipótesis de convergencia al condicional para el caso de la
economía mexicana. Asimismo incluyen el fenómeno de la apertura comercial que
experimentó la economía mexicana durante los años ochenta y noventa.
Complementa este enfoque el análisis del modelo de crecimiento endógeno de Romer, donde se endogeniza el
progreso tecnológico mediante la introducción de la búsqueda de nuevas ideas
por parte de investigadores interesados en maximizar las ganancias. En este
mismo apartado se presenta una aplicación de dicho modelo con la finalidad de
analizar la producción de innovaciones tecnológicas para el caso de México en el periodo 1996-2000.
Por lo que
respecta a las externalidades regionales, los autores mencionan que el concepto
de externalidad se asocia al espacio geográfico y a la localización de
actividades económicas. En la medida que los factores externos afecten los
costos y beneficios de las empresas, las economías externas regionales, al
igual que las internas, reducirán los costos de producción incrementando la
productividad de las empresas. Así, los beneficios de estas externalidades
derivan fundamentalmente de las implicaciones de la localización. Asimismo, se
presenta una serie de estimaciones empíricas sobre el efecto que tienen las
externalidades regionales en el crecimiento
En la última
parte del libro, Mendoza y Díaz-Bautista hacen un recuento de las diferentes
teorías del desarrollo regional citando autores como Von Thûnen
con su teoría de la localización, Weber con la localización industrial, Christaller con su teoría sobre sistema de ciudades, entre
otros, donde destacan la reciente teoría de Paul Krugman,
la cual se enfoca en los elementos y categorías de análisis novedosos en la
explicación del surgimiento, desarrollo y declive de las estructuras regionales
y urbanas. Al final de la obra se presenta un modelo de crecimiento urbano
regional aplicado al caso de México.
Una conclusión
muy importante a la que llegan los autores, y con la cual coincido ampliamente,
es que el crecimiento económico regional se debe basar en la sustentabilidad
social, integrando las expectativas y demandas del conjunto de la sociedad
urbana regional mediante un análisis interdisciplinario e intersectorial que
parta de un enfoque de crecimiento regional balanceado. En este contexto, el
libro constituye un avance fundamental en el análisis de las nuevas teorías que
explican los fenómenos económicos regionales.
Finalmente,
tengo la seguridad de que este texto, como bien lo expresan los autores,
sentará las bases para discutir y analizar los cambios que enfrentará la
economía regional en México, tomando como punto de partida la aplicación de las
nuevas teorías de la economía regional al estudio concreto de su realidad,
mediante el uso de modelos econométricos y estadísticos, incidiendo en la
construcción de las nuevas políticas necesarias en nuestro país para lograr el
desarrollo económico de sus regiones. No puedo dejar de mencionar, como un
aporte significativo, la extensa y bien seleccionada bibliografía que refleja
el dominio que los autores tienen del tema.
Recibido: 6 de marzo de 2007.
Aceptado: 3 de mayo de 2007.
Carmen
Salgado-Vega
Universidad Autónoma del Estado de México
Correo-e: casa1961@yahoo.cm.mx
Carmen
Salgado Vega.
Es doctora en economía por la Universidad de Salamanca, España.
Profesora-investigadora de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma
del Estado de México y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel i. Sus principales líneas de
investigación son: desarrollo regional, mercado laboral y educación.
Publicaciones más recientes: “Educación universitaria y mercado de trabajo”, Contexto
Económico,
11, uaem, México, pp. 11-23
(2005); “Empleo y transición profesional en México”, Papeles
de Población,
44, uaem, México, pp. 243-274
(2005); “Conceptualización teórica sobre el mercado de trabajo”, Historia,
Políticas y Procesos Educativos, 3, uaem,
México, pp. 34-45 (2006).