Presentación
Uno
de los temas con mayor
difusión y discusión en los últimos años es el relacionado con la cuestión
ambiental. Las más diversas y encontradas posturas se manifiestan a su favor,
aunque cada una le otorga un significado acorde con su propio sistema
argumentativo.
El interés por
estos temas no ha sido una reflexión exclusiva del ámbito académico: se ha
expandido y cristalizado en diferentes formas de preocupación y actuación desde
la sociedad civil, y ha permeado diversas estructuras de organización
administrativa pública y privada. Ahí radica uno de los principales obstáculos
para su estudio: la fragmentación de los análisis que son preconizados por las
más diversas instancias y con múltiples propósitos.
Por lo que toca
a la reflexión académica en particular, es preciso reconocer que la emergencia
de los planteamientos relacionados con la cuestión ambiental, y las múltiples
formas disciplinares que la abordan, buscan inscribirse en una coyuntura donde
converge el interés de diversos campos del conocimiento, por lo que no es
posible adscribir la preocupación por lo “ecológico” y lo “sostenible” a uno
solo en particular.
La primera idea
que llega a la mente al hablar de ambiente natural es el conjunto de factores
físicos, químicos y biológicos de los que depende la existencia humana en tanto
organismo terrestre. Por su parte, la consideración social de tales factores
centra su reflexión en las formas de comportamiento individual y colectivo que
inciden en el ambiente natural: modos de organización social, tipos o estilos
de desarrollo, procesos políticos, jurídicos, familiares, religiosos, el
desarrollo de la tecnología y sus implicaciones, los modelos culturales, la
distribución y formas de los asentamientos humanos, entre muchos otros elementos
que interactúan con el medio natural, que lo afectan y modifican las formas de
convivencia social.
Y si bien ambas
posturas se han excluido mutuamente como parte de la separación tradicional
entre ciencias naturales y sociales, en los años recientes se advierte que las
distintas disciplinas interesadas en estos análisis han reconocido la
importancia de rebasar las barreras entre áreas específicas, lo que propicia
estudios que pugnan por el reconocimiento de la complejidad de la realidad. En
esta ocasión, la revista Economía, Sociedad y Territorio hace suyo este reto al presentar,
como parte de las discusiones contemporáneas en el ámbito de las ciudades y
regiones específicas, resultados de investigación que buscan ubicar los
problemas ambientales en la perspectiva de lo social.
En primer lugar
contamos con la colaboración de Pedro Figueroa, Peter Gerritsen,
Víctor Manuel Villalvazo y Gerardo Cruz de la
Universidad de Guadalajara, en México. Mediante una experiencia concreta de
sistema socioproductivo de cultivo de cacahuate,
analizan alternativas susceptibles de fortalecer procesos sociales, económicos,
culturales y ambientales. Los resultados derivados de esta investigación llevan
a reflexionar sobre las posibilidades de generar procesos de desarrollo rural, alternativos
al modelo dominante.
Las expectativas
favorables que deja este texto en torno a la viabilidad de un desarrollo
sostenible alterno ‘desde abajo’ podrían ser matizadas a la luz de las
reflexiones que ofrece Peter Brand, de la Universidad Nacional de Colombia,
quien explora el significado político y social de lo ambiental, y la forma en
que éste se incorpora en el discurso de la gestión urbana pues, ante la
imposibilidad de ofrecer alternativas a problemas tales como la pobreza o la
desigualdad, el discurso de lo ambiental contribuye a legitimar a los gobiernos
locales, al tiempo que regula el comportamiento social. Este análisis toma como
caso de estudio las cuatro principales ciudades de Colombia: Bogotá, Medellín,
Cali y Barranquilla.
También interesados
en el tema de lo ambiental, pero desde la perspectiva económico-tributaria,
Tomás Jesús López-Guzmán y Fernando Lara –de la Universidad de Córdoba, España–
analizan los efectos distributivos de los tributos ecológicos que gravan la
contaminación atmosférica. Los autores se preguntan: ¿quién debería pagar y
quién efectivamente paga estos impuestos? Si los efectos distributivos generan
otros contrarios a lo esperado, ¿sería necesario establecer políticas de
compensación hacia los grupos afectados? Estas y otras interrogantes en torno
al tema son ilustradas a la luz del sistema de tributación ecológica
actualmente en vigor en la Unión Europea con algunas reflexiones para el caso
mexicano.
También
vinculado de alguna manera con las cuestiones ambientales, aunque desde la
perspectiva de la economía regional, Marleny Cardona
y Carlos Andrés Cano, de la Universidad Eafit de
Medellín, Colombia, presentan los resultados de una investigación en la que
analizaron –a partir de un modelo de datos de panel– el ciclo de vida de firmas
colombianas de 19 sectores productivos en tres regiones de ese país. Los
resultados encontrados les permiten afirmar que en el desarrollo industrial
regional no sólo es relevante la evolución y las capacidades de adaptación,
sino también el aprovechamiento de las condiciones locales y la generación de
relaciones de un modelo territorial en un ambiente local.
Por otro lado,
Patricia Domínguez, de la Universidad de las Américas, se pregunta cuál es la
ponderación de los elementos histórico-culturales en los itinerarios turísticos
de los visitantes que llegan a la ciudad de Puebla, en el centro de México. Los
resultados de su investigación le permiten afirmar que, pese a tener como
objetivo describir la riqueza patrimonial de la ciudad, los dos itinerarios
analizados carecen de una mínima aproximación al urbanismo, el cual es
considerado un elemento característico e indiscutible en todo itinerario
cultural.
Finalmente
Daniel Gutiérrez, adscrito a El Colegio Mexiquense y la Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales de la unam,
ofrece un interesante análisis de lo que denomina “multirreligiosidad
urbana contemporánea”, según la cual creyentes de ciertas religiones
ampliamente difundidas en México manifiestan prácticas y creencias vinculadas con
elementos pertenecientes a otras religiones o tradiciones que denomina
“religiosidades marginales”. Para ello toma como base una encuesta practicada
en la Ciudad de México sobre este tema en particular. Esto le permite, además
de presentar resultados de una investigación original, arribar a interesantes
conclusiones que pueden ser detonantes de nuevas líneas de investigación.
En la sección de
reseñas, en esta ocasión presentamos las reflexiones que Bruno Lutz entrega a partir de su lectura de Michel
Foucault y las prisiones,
de François Boullant, editado en 2004 por Nueva
Visión, Buenos Aires; así como los comentarios de María Teresa Reyes Ruiz en
torno al libro Pierre Bourdieu. Campos de
conocimiento: Teoría social, educación y cultura, coordinado por Carlos Gallegos, Luis
E. Gómez, Cecilia Imaz y Yolanda Paredes, y coeditado
en 2005 por la unach y la unam.
Como es ya
nuestra costumbre, ponemos a disposición del público interesado en los estudios
urbanos y regionales los artículos de investigación y reseñas bibliográficas; e
invitamos a los interesados a enviar colaboraciones sobre temas relacionados
con la línea editorial de la revista, de acuerdo con las indicaciones que se
encuentran al final de cada uno de nuestros números.