Desafíos y oportunidades de la gestión metropolitana en
América Latina
Rojas-Cuadrado, Eduardo, Juan R.
Cuadrado-Roura y José M. Fernández (eds.) (2005), Gobernar
las metrópolis, Banco
Interamericano de Desarrollo, Washington, D.C.,
isbn: 1597820156.
La rápida
urbanización, la concentración de población urbana en las
grandes ciudades, la expansión de las ciudades en zonas geográficamente
más amplias y el rápido crecimiento de las megalópolis se encuentran entre las
transformaciones más importantes de los asentamientos humanos en el siglo xxi, con especial acento en el contexto
latinoamericano.
En efecto, el
proceso de urbanización en América Latina (al)
muestra la existencia de problemas que denotan los rasgos de una concentración
creciente con una marcada complejidad social, económica y territorial en
detrimento del medio ambiente y la calidad de vida de la población, aunque en
particular, y por los fines que se persiguen en estas notas, destaca la
significativa disfuncionalidad administrativa de las principales áreas
metropolitanas de la región.
Desde esta
perspectiva, es posible afirmar que esta conflictiva situación se traduce en
profundas desigualdades que se verifican al interior de los sistemas nacionales
de asentamientos humanos en al, lo
que constituye uno de los elementos distintivos de las ciudades
latinoamericanas en el contexto mundial, sin dejar de lado el enorme peso
demográfico, económico, social y político de la ciudad principal de cada país.
Estos rasgos,
inherentes al patrón histórico de la urbanización latinoamericana, modifican
progresivamente el estilo de vida urbano en las ciudades, y así como lo urbano
transforma la esfera social, también provoca importantes cambios estructurales
en la esfera económica, territorial y de poder; y pese los progresos obtenidos
en el contexto particular de cada una estas dimensiones de análisis, la
evidencia demuestra que las desigualdades persisten y que la fragmentación
administrativa de las grandes metrópolis latinoamericanas se acentúa.
Esta situación,
que sin duda es reflejo de la agudización de situaciones críticas como las
mencionadas, nos lleva a formular un juicio adverso respecto de la efectividad
de la políticas adoptadas y de los instrumentos utilizados. En este sentido es
posible afirmar que en general, y con un carácter eminentemente sectorial, el
conjunto de actuaciones han tenido una orientación en esencia correctiva o
bien, son respuestas parciales a
situaciones de coyuntura en las que se puede observar una limitada visión
integral-estructural que las vincule con una política global de urbanización y
de desarrollo urbano integradas en estrategias nacionales de desarrollo.
Sin ser
exhaustivos, este es el contexto en el que se ubica la obra cuya reseña se
presenta a continuación. Se trata de un trabajo de gran trascendencia para
enfrentar los problemas de gobierno y administración de las áreas
metropolitanas latinoamericanas que, al menos en el pasado reciente, no se han
podido superar y por ello se espera que la vigencia de las contribuciones que
lo integran sirvan de plataforma para la discusión y el análisis acerca de los
desafíos y oportunidades presentes en la región.
Gobernar las metrópolis es un trabajo que reúne los aportes
de reconocidos profesionales quienes conjuntamente con el Banco Interamericano
de Desarrollo –editor de la obra– y bajo el liderazgo de Eduardo Rojas, Juan
Ramón Cuadrado-Roura y José Miguel Fernández ofrecen
al lector un panorama actualizado acerca del estado del
arte del problema
metropolitano que a su vez se enriquece con el análisis de diversas
experiencias integrales de gobierno y gestión de áreas metropolitanas que dan
cuenta de los avances en el proceso de reforma y mejoramiento de la gestión
metropolitana de ciudades europeas, norteamericanas y, por supuesto, latinoamericanas
en tres ámbitos principales: las políticas sociales, el transporte y la gestión
ambiental.
Como punto de
partida es importante mencionar que el contexto de análisis en el que se ubica
la discusión de esta obra, no se limita a la simple consideración de que las
áreas metropolitanas se refieren sólo a las grandes ciudades y sus problemas.
Desde una perspectiva bastante más amplia e integral, sus planteamientos van
más allá de la noción de gran tamaño y giran en torno al hecho de considerar
que estas aglomeraciones urbanas complejas, en franca expansión y conformadas
por distintas unidades político-administrativas, se constituyen como una unidad
igualmente compleja cuyo funcionamiento y gestión debe darse de manera
coordinada y eficiente en aras de construir un proyecto global que supere la
histórica y evidente fragmentación administrativa de las metrópolis
latinoamericanas.
Con este
propósito, y partiendo de un análisis pormenorizado acerca de la evolución de
las ciudades latinoamericanas durante, al menos, el siglo pasado, en la primera
parte de la obra se destaca la acelerada transformación de los sistemas
nacionales de asentamientos humanos, que se traduce en el fortalecimiento de la
histórica hegemonía de las ciudades capitales reduciendo las posibilidades de
descentralización en un contexto de complejidad creciente, en cuyo marco se
agudizan las dificultades propias de la gestión coordinada de territorios que
se encuentran bajo la influencia de más de una jurisdicción.
Desde otra
perspectiva se destaca que, como resultado de su integración a los procesos de
globalización, la reestructuración de las economías urbanas en al ha mejorado la competitividad y ha
hecho posible el aumento en los niveles de calidad de vida. En este sentido se
mencionan algunas tendencias de cambio recientes provocadas por el desarrollo
de un nuevo orden económico que invariablemente afectan a las ciudades en
general y a las metrópolis en particular, incidiendo de forma notable en su
configuración espacial.
No obstante, al
mismo tiempo se advierte que esta dinámica genera procesos de desarrollo en los
que la dualidad se revela como su principal característica y, como en el
pasado, este dualismo provoca que las principales metrópolis latinoamericanas
se distingan por ser ciudades fragmentadas, congestionadas e ineficientes con
serios problemas financieros, de gobernabilidad y de legitimidad que
condicionan notablemente el tránsito hacia estilos alternativos de gobierno y
administración, eje principal del trabajo que se comenta.
Sin que sea
necesario profundizar en la problemática urbana latinoamericana, por todos
conocida, en este caso en el ámbito metropolitano, en la segunda parte de la
obra se analiza lo que los autores llaman principios
de un buen gobierno metropolitano.
En este
contexto, con base en la discusión teórica y con ejemplos prácticos, se abordan
las distintas formas de gobierno metropolitano propuestas o adoptadas y que en
lo general se derivan de las funciones emergentes que las áreas metropolitanas
cumplen en el contexto económico internacional, sobre todo en relación con la
competitividad y la gobernabilidad.
Sobre la
primera, y reconociendo que el fenómeno metropolitano trae consigo efectos
positivos y negativos, los autores coinciden en señalar que las metrópolis
latinoamericanas deberán ser capaces de contrarrestar los efectos externos
negativos inherentes a la concentración espacial de las actividades, así como
minimizar los costos sociales, económicos, ambientales y de calidad de vida
que, por su propia naturaleza, conlleva el proceso de acumulación global.
Sin duda estos
retos demandan procesos e instrumentos innovadores que aumenten la
competitividad de las bases productivas de las metrópolis latinoamericanas, por
lo que se hace un llamado a incorporar novedosos mecanismos políticos,
fiscales, institucionales y financieros como vía para mejorar las acciones del
gobierno, como se muestra en varios de los estudios de caso analizados en esta
segunda parte de la obra.
Con respecto a
la gobernabilidad como otro elemento central del análisis, desde diferentes
perspectivas se advierte sobre la debilidad, e incluso ausencia, de marcos y
estructuras institucionales que favorezcan la competitividad, pero sobre todo
que permitan el funcionamiento eficiente del tejido metropolitano, por lo que
el reto de impulsar mecanismos y acciones, como los señalados en el párrafo
anterior, se multiplica.
Sin embargo, y
reconociendo que no existe un modelo único de gobierno metropolitano, sobre
todo en al, donde las diferencias
son más evidentes, en este libro se identifican diversas opciones de reforma y
de arreglos
institucionales fundamentados tanto en desarrollos teóricos recientes como en
el análisis de las diversas experiencias.
De manera
sintética, en este sentido se destaca la creación de instituciones en diversas
metrópolis del mundo en el contexto del modelo de
gobierno metropolitano
considerado como el más utilizado para gobernar áreas metropolitanas,[1]
seguido de las autoridades conjuntas
intermunicipales. Sin
embargo, así como se resaltan las ventajas de ambos tipos de arreglos institucionales, también se enfatiza
en la necesidad de contar con una sólida estructura democrática metropolitana
fundada en al menos tres aspectos centrales en los que el Estado es el
actor-promotor principal:
·
La
identidad, que se traduce en la creación de un sentido de pertenencia y
solidaridad en el ámbito metropolitano.
·
La
responsabilidad para con los acuerdos tomados.
·
La
legitimidad tanto de los acuerdos como de los actores y de quienes toman las
decisiones.
Por otro lado, y
conscientes de que los alcances de las experiencias analizadas no se pueden
transferir de manera automática al caso de las metrópolis latinoamericanas,
como complemento indispensable de los principios de un buen gobierno metropolitano, también en la segunda parte de la
obra se abordan los aspectos fiscales de la gobernabilidad, sin los cuales no
sería posible financiar las variadas y complejas tareas que son responsabilidad
de un gobierno metropolitano eficiente.
Desde esta
perspectiva, y junto con la capacidad operativa y la legitimidad social que se
deriva de los tres puntos señalados, existe consenso en considerar que la
financiación de las estructuras de gobernabilidad metropolitana es la
condicionante principal para financiar y suministrar servicios efectivos y
equitativos que, entre otros aspectos, alienten la competitividad. No obstante,
en el contexto de los países de al
habrá que poner especial atención en las tradiciones centralistas y en la
limitada capacidad local para captar y administrar recursos.
Al respecto, así
como se ofrecen fundamentos y experiencias sobre arreglos institucionales, desde la perspectiva
financiera también se discuten al menos cuatro modelos de gobierno
metropolitano diferenciados según el nivel de responsabilidad y el ámbito de
acción:
·
De un solo nivel, en el que una sola entidad
metropolitana es responsable de suministrar
una amplia gama de servicios locales.
·
De dos niveles, que consiste en una entidad de
gobierno de nivel superior que abarca una zona bastante amplia y un conjunto de
entidades locales de nivel inferior, y mientras la primera proporciona
servicios a nivel regional, las segundas son responsables del ámbito local.
·
Cooperación voluntaria, en la que no rige obligatoriedad
legal ni institucional y se basa en la acción voluntaria de las entidades
involucradas, en general, a nivel local.
·
Distritos para un objetivo
especial cuyo
propósito es suministrar servicios específicos que tengan efectos más allá de
los límites administrativos.
De esta manera,
según la lectura particular del análisis de cada modelo, en este libro se
reitera que así como en el caso de los arreglos institucionales, en el ámbito de la
financiación de las estructuras de gobernabilidad metropolitana tampoco se
puede argumentar cuál es el mejor modelo, pero sobre todo, que dichas
experiencias no se pueden transferir de manera automática al caso de las
metrópolis latinoamericanas en virtud de que, sin duda, al menos la estructura
de los ingresos, los gastos y las necesidades junto con la cuestión fiscal,
tienden a ser diferentes en cada caso y más aún cuando se trata de realidades
distintas a la nuestra.
De hecho, y
anticipándonos a las conclusiones de la obra, se afirma que no existen
soluciones fáciles y que cada gobierno metropolitano deberá encontrar el método
o modelo que mejor se ajuste a sus necesidades de acuerdo con su nivel de
desarrollo, la evolución prevista y el contexto legal e institucional en el que
se inserta. Como no hay un modelo general de gobierno metropolitano, en cada
caso hay que tener en cuenta las particularidades propias de las áreas
metropolitanas, de la región y del país en el que se encuentran.
Por su parte, en
la tercera y última parte del libro se abordan tres temas sectoriales de
coyuntura para las metrópolis latinoamericanas: la complejidad social, la
creciente ineficiencia de los sistemas de transporte y el progresivo deterioro
ambiental. Independientemente de la especificidad en el análisis de cada uno de
estos tres grandes temas, en todos los casos se enfatiza la necesidad de contar
con marcos conceptuales novedosos para insertar las nuevas políticas que, sin
duda, emergen de un contexto caracterizado por la dualidad propia del modelo de
desarrollo en el siglo xxi, donde
es posible observar la coexistencia en el territorio del éxito y el fracaso, la
riqueza y la pobreza, el equilibrio y el desequilibrio, así como las
oportunidades y riesgos, entre otras disparidades, inherentes y evidentes en
las metrópolis latinoamericanas.
En el contexto
de esta conflictiva situación, en los tres trabajos que se presentan en la
última parte de la obra existe consenso en advertir sobre la necesidad de renovar las formas tradicionales
de abordar la histórica complejidad de la coordinación de políticas, acciones e
inversiones frente a los desafíos que presenta cada tema en virtud de que sus
efectos, ya sean positivos o negativos, trascienden los límites
político-administrativos de cada una de las unidades territoriales
involucradas.
Se trata de una
renovación de enfoques y de acciones basada en el interés por establecer
estructuras de cooperación entre los diferentes niveles de gobierno y dirigida
a crear una nueva estructura política metropolitana con suficiente autoridad,
liderazgo, autonomía, legitimidad y recursos capaz de hacer frente a los
desafíos que subyacen en el ámbito de la gobernabilidad metropolitana que,
entre otros aspectos, habrá de garantizar la competitividad y la cohesión
social en beneficio del territorio y sus habitantes.
Finalmente, y
desde la perspectiva de esta síntesis de argumentos, se puede afirmar que Gobernar
las metrópolis se
propone no sólo promover la discusión sobre este gran tema, además, y sobre la
base de explorar desde diferentes puntos de vista los principios de un buen
gobierno metropolitano, busca en la medida de lo posible alcanzar un estado
ideal en esta materia
en términos de lograr un estilo de gestión socialmente aceptable, técnicamente
posible, económicamente eficiente, ambientalmente sustentable y políticamente viable.
De esta forma,
también se espera que los avances derivados del cúmulo de experiencias que
integran la obra sirvan de base para impulsar iniciativas de renovación y
reforma en materia de gestión metropolitana que por sus alcances sean objeto de
apoyos de parte del Banco Interamericano de Desarrollo, promotor de este libro.
Recibido: 26 de abril de 2007.
Aprobado: 3 de mayo de 2007.
Juan José Gutiérrez Chaparro, doctor en urbanismo por la
Universidad Nacional Autónoma de México, durante los últimos años se ha
desempeñado como profesor investigador de la Facultad de Planeación Urbana y
Regional de la Universidad Autónoma del Estado de México, de la que egresó como
licenciado en planeación urbana en su primera generación. Ha sido responsable
de proyectos de investigación cuyo común denominador es explorar alternativas
para renovar la planeación urbana desde su perspectiva conceptual, con especial
acento en el caso de México. Como resultado de esta labor, ha publicado
trabajos especializados de distinto tipo y cobertura, entre los que destacan: Planeación
estratégica en ciudades: un modelo emergente para el Estado de México, Instituto de Administración Pública
del Estado de México (iapem) (2000). Asimismo, diversos capítulos
de libro, el más reciente “Transformaciones del paradigma de la planeación
urbana: el caso de México”, en Fernando Greene
Castillo (coord.), Urbanismo y vivienda, Facultad de Arquitectura-unam (2005). También es autor de diversos artículos, el
más reciente es “Transformaciones del paradigma de la planeación urbana:
reflexiones desde la teoría de planeación”, Ciudades, 66: (2005).
[1]
Conviene destacar que en el análisis de las experiencias de referencia,
se menciona que el caso de “El Distrito Metropolitano de Quito” se considera
uno de los casos latinoamericanos que más se acerca a los principios del modelo
de gobierno metropolitano.