Una mirada alternativa a las experiencias de vida en
torno a los procesos de salud-enfermedad
Reseña de: Martínez Vilchis, José y
Gabriel G. Huitrón Bravo (comps.) (2001), Salud
y sociedad. Sus métodos cualitativos de investigación, Universidad Autónoma del Estado de
México, Toluca, México, 132 pp.
Hace aproximadamente dos décadas, en las ciencias
sociales se ha puesto atención a
problemas sociales en torno a procesos de salud-enfermedad desde perspectivas
de enfoques cualitativos de investigación con la finalidad de rescatar la
experiencia de los propios sujetos (pacientes, familiares, enfermeras,
trabajadoras sociales, médicos, etcétera) en dichos procesos y como expresión
de su contexto sociocultural. El marco en el que se mira a dichos sujetos es el
abandono paulatino de éstos por parte de los sistemas de salud, cuya tendencia
ha sido desde entonces su privatización a partir de la puesta en marcha del
modelo neoliberal.
También paulatinamente se ha
fortalecido la experiencia de rescatar el trabajo que presentan los
investigadores (ponentes) en ciclos de conferencias, congresos, coloquios,
encuentros, etcétera, ya no sólo con la finalidad de elaborar memorias, sino
para editarlos en libros. El libro Salud y sociedad. Sus métodos
cualitativos de investigación
es un ejemplo de ese tipo de trabajos, ya que es resultado del ciclo de
conferencias “Salud y sociedad: sus métodos cualitativos de investigación” que
organizaron las Facultades de Medicina y de Ciencias Políticas y Administración
Pública de la Universidad Autónoma del Estado de México y que tuvo lugar los
días 26, 27 y 28 de abril de 1999, donde participaron investigadores de
diversas universidades del país.
Un ejercicio como el que se menciona
es interesante porque convoca a la interdisciplinariedad a través de la cual
conversan disciplinas científicas que antaño parecían no tener temas en común,
ya que los problemas en torno a procesos de salud-enfermedad se pensaban como
propios de la medicina o bien de estudios de carácter estructural en los que
las estadísticas de cobertura en los servicios de salud, las cifras de
morbilidad y de mortalidad parecían decir todo; sin embargo, entre lo que se
desprende del libro aquí reseñado, las aportaciones de los enfoques
cualitativos que miran más allá de las cifras y de las estructuras tienen mucho
que decir.
Considero que ese tipo de trabajos
permiten señalar que no se puede pasar
por alto, por ejemplo, que actualmente muchos
seres humanos viven con algún
tipo de dolor-enfermedad (reumatismo,
cáncer, Sida, afecciones neurológicas) (Rubinstein, 1990) a quienes la medicina
y los servicios de salud no han logrado ofrecerles posibilidades de curación,
ni alternativas suficientes para aliviar el dolor; por lo que todos de una u
otra manera tienen que enfrentar su situación desde el momento que aparecen los
síntomas.
Por ejemplo, según la Organización
Mundial de la Salud (oms), las
enfermedades reumáticas constituyen una plaga social, y se sabe que un tercio
de los franceses se quejan de reumatismo y representa en importancia la segunda
causa de consulta médica; también a causa de los dolores lumbares se registra
en ese país una pérdida de casi veinte millones de jornadas laborales al año
(Rubinstein, 1990: 102). El Sida se ha convertido en una pandemia en el mundo:
en Estados Unidos cada año mueren 16 mil personas a causa de dicha enfermedad y
se estima que entre 800 mil o 900 mil personas están infectadas del virus del vih, de los cuales una tercera parte
desconocen su condición y permanecen sin tratamiento (Kübler-Ross,
2002: 10).
Pero, más allá de las cifras, es
importante que las ciencias sociales rescaten la experiencia de los sujetos en
esos procesos de construcción y reconstrucción de su vida cotidiana, donde se
pone en juego la salud y se enfrenta la enfermedad. Por lo que textos como el
que aquí se reseña adquieren relevancia, ya que aportan otras lecturas de esas
realidades.
El
libro Salud y sociedad. Sus métodos
cualitativos de investigación se
integra con la compilación de siete ensayos que abordan, desde la perspectiva cualitativa, diversos temas en
torno a la salud; como parte de la aproximación cualitativa, los trabajos se
acercan a los espacios de la vida cotidiana como fuente válida de conocimiento,
con lo que abren nuevas vetas para el proceso de investigación en torno a los
proceso de salud-enfermedad.
Por ser una compilación de textos,
resulta interesante brindar un panorama de cada uno de ellos, en los que se
plasma la perspectiva personal de los autores como parte de su ejercicio de construcción e
interpretación en su trabajo de
investigación.
El trabajo de Yólotl
González Torres se titula: “Culpa y sociedad. La culpa como causa del pecado”,
donde la autora expone cómo en algunas civilizaciones, pueblos o comunidades
rurales se construyen desde el ámbito cultural una serie de creencias y mitos
que explican como causas de enfermedad el origen sobrenatural, por el
rompimiento de algún tabú o por violar alguna regla moral. Se resalta entre los
mitos la idea de que haber cometido
pecado causa sentimiento de culpa y la culpa conlleva a la enfermedad.
El trabajo hace referencia a diversos ejemplos de la sociedad mexicana en donde
se registraba, desde la época de la colonia y aún en el presente ese tipo de
creencias. Este es un ejemplo de trabajos en los cuales interesa comprender
cómo los sujetos construyen algunos significados en torno a los procesos de
enfermedad que padecen.
“La experiencia de la clínica mental
durante el porfiriato” es otro de los textos que
integran la compilación, en el que su autora, Martha Lilia Mancilla Villa,
pretende “incursionar entre los hilos que entretejieron la vida de los enfermos
mentales recluidos, entre 1880 y 1910” en hospitales para dementes que darían paso al Manicomio General
de La Castañeda, inaugurado por Porfirio Díaz
en septiembre de 1910. Uno de los ‘hilos’ que la autora identifica como
importantes en la vida de los enfermos mentales de dicha época fue la práctica
clínica de los médicos alienistas (desde finales del siglo xviii así se denominaba a los médicos
especializados en el tratamiento de las alienaciones o enajenaciones mentales,
y hasta finales del siglo xix se
conocieron como psiquiatras). Por lo anterior, la autora considera que la
historia elaborada por el médico a partir de la observación e interpretación
sobre el caso de cada paciente constituye la fuente de información directa del
pensamiento médico ligado a su práctica clínica, a través de la cual se buscaba
las causas de la enajenación mental en los antecedentes familiares, en las costumbres
o en procesos de degeneración congénita
de los pacientes. En el trabajo mencionado se aprecia que la autora exploró y
encontró en los archivos de las historias clínicas de dichos pacientes una
fuente de información que sistematizó para realizar la interpretación desde su
perspectiva de análisis. Ejercicios como este ahora son válidos en las ciencias
sociales, ya que van más allá de la perspectiva tradicional de la ciencia, en
donde no había lugar para la interpretación.
Carlos Garma Navarro es autor del
texto “El trabajo de campo con iglesias pentecostales”, y hace referencia a
algunas experiencias en torno al trabajo de campo entre diversas iglesias de
Iztapalapa. El autor centra su atención en las agrupaciones de pentecostales
que se encontraban en la Delegación Iztapalapa del Distrito Federal durante el tiempo de estudio: 1989-1998, y
analiza a esta congregación de creyentes en interacción con otras iglesias, con
lo que muestra una realidad multiforme del trabajo de campo. A la vez esboza el
contenido de su libro producto del mencionado trabajo de campo. En realidad, el
autor introduce a la lectura de su texto, producto de un trabajo de más de diez
años. En textos como este se pueden encontrar elementos interesantes que
permiten comprender el papel que juega la religión en la construcción de
significados en torno a procesos de salud-enfermedad, y rescatar las
diferencias socioculturales que a partir de la religión van construyendo los
sujetos, ya que no es la misma percepción sobre la enfermedad la de un católico
que la de un testigo de Jehová o un cristiano, por ejemplo.
“La muerte y la eutanasia” es el
título del trabajo de Juan María Parent. A partir de
algunos planteamientos hechos por la fenomenología y posteriormente por el
existencialismo francés, el autor expone
una serie de reflexiones en torno a la muerte como un misterio que implica al
ser humano y determinan en cada momento la significación de lo que hace.
También reflexiona sobre la eutanasia como encuentro con la muerte provocada
por otra persona o por un médico, a petición del paciente. Otras reflexiones
giran en torno a la agatanasia o “mejor muerte”, que
se apoya en acto de doble efecto: un primer efecto es la disminución del dolor
y un segundo efecto es la disminución del tiempo de vida. Trabajos como este
siempre resultan polémicos, ya que están en estrecha relación con cuestiones de
ética y otros valores sobre la vida, por lo que revisarlos implica la
realización de una lectura desde ángulos
eminentemente subjetivos, como son los de la vida humana.
El trabajo “Sociología cualitativa y
salud. La vida detrás de las estadísticas”, cuya autora es Norma González González, expone diversas reflexiones en torno a lo que el
conocimiento cualitativo de la sociedad puede aportar en el campo específico de
los problemas de salud. Dichas reflexiones son expuestas en un apartado del
texto titulado: La sociología cualitativa y la salud, en donde lo cualitativo
se considera como el conocimiento de lo inmediato, de lo “irrelevante”, esto es
la microsociología como otra posibilidad de mirar la
realidad más allá de la medición y la
cuantificación; por lo que la autora
hace énfasis en el hecho de que detrás de las cifras hay seres humanos. Y en
las acciones de los seres humanos, por muy triviales que parezcan, siempre hay
significados que las cifras ignoran. La autora cuestiona la concepción que
sobre la salud se hace desde las investigaciones clínica y biológica, las
cuales también han construido explicaciones monocausales
en torno a la enfermedad y la muerte; trabajos como este abren la posibilidad
de orientar la mirada de los
investigadores hacia un paulatino reconocimiento de otro tipo de condiciones y factores que
hacen de la enfermedad y de la muerte acontecimientos de carácter
sociocultural, y por lo tanto material
de análisis desde otras vertientes del conocimiento científico.
Juan Luis Ramírez Torres es autor
del texto “El cuerpo enfermo: metáfora biológica de lo social y lo ético”; en
dicho texto el autor aborda el estudio del cuerpo como percepción y
metáfora, específicamente trata tres
aspectos: los de la carne, la sangre y el espíritu, para lo cual nos
remite a algunos datos etnográficos (también de su autoría) del contexto
mexicano. Realiza un ejercicio de semiótica del cuerpo, atendiendo el campo
psicosomático como una estrategia teórico-conceptual para la comprensión de la
enfermedad y la salud, rebasando así la frontera biológica del dolor y la
enfermedad. Su estudio se inscribe en la perspectiva del constructivismo y
rescata aportaciones de autores como Foucault, Clifford
Geertz, Paul Watzlawick y
Peter Krieg.
El texto es una aportación a la temática que también ha sido trabajada por
autores como David Morris y Henri Rubinstein, quienes permiten reflexionar al
dolor como una experiencia sociocultural, e insisten en que no se puede
continuar con la lógica que considera que existen dos tipos de dolor: dolor
físico y dolor del alma; por el contrario se proponen contribuir para que los
sujetos entendamos que el dolor humano es uno que se expresa mediante
significados, por lo que el dolor no puede reducirse a un problema médico y la
medicina del dolor no sólo puede estar en manos de los médicos.
Finalmente, Silvia Ortiz Echániz, a través de su trabajo “Las parteras tradicionales
en la ciudad de Chihuahua”, expone los resultados de su estudio acerca de las
prácticas de una modalidad de la medicina tradicional: la de las parteras, en
el sistema local de salud de la capital del estado de Chihuahua. La autora hace
un recuento histórico de cómo las parteras fueron integradas al sistema de
salud local mediante estrategias de organización y capacitación, pero
fundamentalmente rescata desde su
contexto sociocultural las interpretaciones, de sí mismas y de la
población que asisten, sobre sus experiencias en la medicina tradicional. Dicho
estudio es realizado desde la mirada de la antropología médica, que también se
interesa por la experiencia de los sujetos, y que en este caso muestra cómo
conviven la medicina tradicional y el sistema de salud en un ámbito urbano que
a la vez está en parte determinado por la existencia de la industria
maquiladora, en esa entidad del norte del país.
Bibliografía
Rubinstein,
Henri (1988), La medicina del dolor, Alianza Editorial, Madrid.
Kübler-Ross, Elizabeth (2002), Sida:
el gran desafío,
Ediciones Martínez Roca, Barcelona.
Alicia Margarita Tinoco García
Universidad Autónoma del Estado de México
Correo-e: atinoco@uaemex.mx