El empleo
calificado y no calificado en la manufactura de México ante la
crisis de 2009
Skilled and unskilled employment in Mexico’s
manufacturing sector after the 2009
crisis
Jesús Gerardo
Ríos-Almodóvar
Salvador
Carrillo-Regalado*
Abstract
This article
analyzes the impact on employment brought about by the changes in the
manufacturing sector or the production subsector caused by the 2009 crisis.
Using panel data information, a fixed-effects model is applied to visualize the
impact that production has on qualified and unqualified labor. The results
indicate that during periods of crisis or low demand, firms tend to retain
skilled employees and make unskilled workers redundant, affecting primarily
traditional and maquila industries that intensively
use unskilled labor.
Keywords: economic
crisis, labor demand, manufacturing
sector.
Resumen
El artículo
analiza el impacto en el empleo ante los cambios en el producto de las ramas o
subsectores manufactureros de México sucedidos a raíz de la crisis del 2009.
Con información en datos de panel se aplica el modelo de efectos fijos para
captar el impacto que tiene el producto sobre el empleo calificado y no
calificado. Los resultados indican que en periodos de crisis o de baja demanda,
las empresas tienden a conservar el trabajo calificado y a despedir
trabajadores no calificados, siendo más afectadas las maquiladoras y las
industrias tradicionales intensivas en trabajo no calificado.
Palabras clave: crisis
económica, demanda de trabajo, sector manufacturero.
*
Universidad de Guadalajara, Correos-e: raj03935@cucea.udg.mx,
scarrillo.reg@gmail.com
Introducción
El impacto del
producto sobre el empleo manufacturero es mayor en las ramas o subsectores
intensivos de mano de obra que tienen un menor grado de tecnificación y que
dependen en mayor medida del trabajo no calificado. Este impacto también se
observa en las ramas de la industria de alta tecnología de gran dinamismo en la
producción, con una fuerte relación con el empleo y que dependen de un elevado
número de ocupaciones de baja calificación.
¿Cuál es la
dinámica del empleo ante los cambios en el producto de las ramas o los
subsectores manufactureros? ¿Qué medidas de políticas se pueden recomendar para
mantener empleos en medio de recesiones económicas? Es ampliamente conocido que
la demanda de empleo se deriva de la demanda del producto, de manera que las
variaciones en uno y otra, en principio, deben ir en la misma dirección; sin
embargo, estas variaciones eventualmente no se dirigen en la dirección esperada
y mucho menos son proporcionales, ya que también intervienen diferentes
condiciones técnicas prevalecientes en los procesos de producción de cada
subsector, rama u otra categoría más específica de tipos de productos.
Por ejemplo,
sería de esperar, como se verá luego, que los subsectores más tradicionales e
intensivos en mano de obra no calificada presentaran un mayor impacto en el
empleo, debido a variaciones en la demanda de su producto. Esta especificidad
se mide y analiza en el presente artículo para las diferentes ramas o
subsectores manufactureros de México.
La presente investigación utiliza información en datos de panel para
aplicar el modelo de efectos fijos y así captar el efecto del producto sobre el
empleo a nivel subsector en la industria manufacturera. Se utilizan datos del
Sistema de Cuentas Nacionales y de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (enoe) del Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (inegi).
Este artículo tiene por objetivo estimar la función de la demanda de
trabajo del sector manufacturero a nivel subsector para México durante el
periodo 2005-2009. A raíz de la obtención del impacto del producto sobre el
empleo para cada subsector se pretende presentar propuestas de política
económica útiles para la preservación del empleo en la industria manufacturera
de las divisiones económicas que presentan mayor impacto.
La estructura del
trabajo es como sigue: en el primer apartado se presenta un panorama de la
composición sectorial y de la industria manufacturera, de la crisis y su
impacto en el empleo en México; en el segundo se exponen los aspectos teóricos
relacionados con la demanda de trabajo; en el tercero se presenta la revisión
de trabajos empíricos que emplean información en datos de panel para estimar la
función de demanda de trabajo en los sectores económicos y en la industria
manufacturera a nivel de divisiones, subsectores y ramas; en el cuarto se
desarrolla el estudio empírico para el caso de los subsectores económicos del
sector manufacturero en México; finalmente, en el quinto se identifican las
políticas instrumentadas por el gobierno federal para preservar el empleo.
Con base en esta
revisión y en los resultados obtenidos en el estudio empírico se elaboran
algunas propuestas de política económica como medidas
para preservar el empleo de las ramas o subsectores manufactureros que
presentan mayores impactos debido a las crisis o recesiones económicas.
1. Composición y
dinámica del producto y el empleo manufacturero en México
La crisis de
2009 en la economía mexicana, ocasionada por la debacle en sectores claves de
la economía estadounidense como el inmobiliario, el financiero y el automotriz,
tuvo un fuerte impacto negativo en el sector manufacturero nacional. Si bien
este sector muestra una relativa fortaleza en la dinámica del producto, se
caracteriza por sus raquíticas tasas de generación de empleo y bajas tasas de
productividad (cuadro 1).
Cuadro 1
Crecimiento del
producto y el empleo sectorial en México,
2005-2009
(porcentajes, base 2005 = 100)
Sector/año |
Producto |
Empleo |
||||||
2006 |
2007 |
2008 |
2009 |
2006 |
2007 |
2008 |
2009 |
|
Agropecuario |
3.0 |
4.1 |
3.0 |
3.9 |
2.4 |
1.7 |
-0.7 |
8.6 |
Minería |
4.2 |
3.1 |
2.1 |
0.9 |
-18.9 |
-8.9 |
-6.0 |
-1.0 |
Electricidad |
8.2 |
13.1 |
21.5 |
18.3 |
-1.0 |
3.4 |
12.0 |
15.1 |
Construcción |
10.2 |
16.9 |
17.8 |
9.3 |
9.7 |
21.1 |
22.1 |
21.4 |
Manufactura |
8.7 |
11.3 |
13.0 |
-2.5 |
-1.0 |
1.4 |
1.5 |
-3.9 |
Comercio |
10.0 |
13.1 |
19.2 |
-1.3 |
8.1 |
8.2 |
14.8 |
13.8 |
Servicios |
4.4 |
8.5 |
11.7 |
7.0 |
6.0 |
8.7 |
13.8 |
17.1 |
Fuente: elaboración propia con base en
datos del inegi (2005-2009a), inegi (2005-2009b).
En este sentido,
a consecuencia de la crisis, el empleo en este sector se retrajo en 3.9% en
2009 y el producto manufacturero se redujo en 2.5% con respecto a sus valores
registrados en 2005. En ningún otro sector de la economía mexicana se observó
una disminución del empleo tan intensa como consecuencia de esta crisis. Por el
contrario, en los servicios y el comercio el empleo tuvo un crecimiento
vigoroso debido posiblemente a la aportación del empleo informal, en particular
en el comercio, pues el producto de este sector registra una disminución de
1.3%. Por su parte, en el sector de la minería se ha reducido el empleo al
parecer como resultado de su propia crisis tendencial.
Cuadro 2
Composición sectorial del producto y
el empleo en México,
2005-2009 (porcentajes)
Año/sector |
Agropecuario |
Minería |
Electricidad |
Construcción |
Manufactura |
Comercio |
Servicios |
|||||||
|
Yi/Y |
Li/L |
Yi/Y |
Li/L |
Yi/Y |
Li/L |
Yi/Y |
Li/L |
Yi/Y |
Li/L |
Yi/Y |
Li/L |
Yi/Y |
Li/L |
2005 |
3.8 |
8.1 |
5.9 |
0.7 |
1.3 |
0.8 |
6.6 |
8.6 |
18.8 |
20.6 |
15.4 |
14.0 |
50.2 |
47.0 |
2006 |
3.7 |
7.9 |
5.8 |
0.6 |
1.3 |
0.7 |
6.8 |
9.0 |
19.2 |
19.5 |
16.0 |
14.4 |
49.4 |
47.6 |
2007 |
3.6 |
7.6 |
5.6 |
0.6 |
1.3 |
0.7 |
7.0 |
9.6 |
19.1 |
19.4 |
15.9 |
14.1 |
49.8 |
47.5 |
2008 |
3.5 |
7.2 |
5.4 |
0.6 |
1.4 |
0.8 |
6.9 |
9.4 |
18.9 |
18.8 |
16.4 |
14.5 |
50.0 |
48.2 |
2009 |
3.8 |
7.8 |
5.8 |
0.7 |
1.5 |
0.8 |
7.0 |
9.3 |
17.7 |
17.7 |
14.7 |
14.2 |
52.0 |
49.2
|
Nota: Yi y Li son el producto y el empleo por divisiones; Y y L,
el producto y el empleo total.
Fuente: elaboración propia con base en
datos del inegi (2005-2009a), inegi
(2005-2009b).
En general, la
manufactura tiene una participación relevante en la economía mexicana, pues
aportó alrededor de 19% del Producto Interno Bruto (pib) y del empleo durante el periodo 2005-2009. Esto la
ubica en la segunda posición después del sector servicios, que concentra 50%
del pib y 48% del empleo total
(cuadro 2).
En el sector manufacturero, poco más de 82.7% del empleo es generado por cuatro subsectores de
manufactura cuya participación en el empleo total manufacturero en 2009, en
orden de importancia, fue como sigue: subsector 8 (productos metálicos,
maquinaria y equipo), 31.4%; subsector 1 (alimentos, bebidas y tabaco), 23%;
subsector 2 (textiles y prendas de vestir), 17.2%, y subsector 5 (sustancias
químicas y productos de plástico y caucho), 11.1%. Durante el periodo 2005-2009
sólo los subsectores 2 y 8 presentan decrecimiento en el empleo, asociado a una
menor productividad en el último año (cuadro 3).
Cuadro 3
Composición por
subsector del producto y del empleo
manufacturero en
México, 2005-2009 (porcentajes)
Subsector/año |
2005 |
2006 |
2007 |
2008 |
2009 |
|||||
Yi/Y |
Li/L |
Yi/Y |
Li/L |
Yi/Y |
Li/L |
Yi/Y |
Li/L |
Yi/Y |
Li/L |
|
Subsector
1 |
29.2 |
20.4 |
27.5 |
20.4 |
27.6 |
21.8 |
27.8 |
21.6 |
32.3 |
23.0 |
Subsector
2 |
5.8 |
20.0 |
5.5 |
18.9 |
5.1 |
17.6 |
4.7 |
16.6 |
4.8 |
17.2 |
Subsector
3 |
1.2 |
1.9 |
1.1 |
1.3 |
1.2 |
1.4 |
1.1 |
1.5 |
1.1 |
1.4 |
Subsector
4 |
3.0 |
4.8 |
2.9 |
4.9 |
3.0 |
5.1 |
3.0 |
5.3 |
3.4 |
5.1 |
Subsector
5 |
15.9 |
10.5 |
15.3 |
10.5 |
15.4 |
10.7 |
15.0 |
10.9 |
16.7 |
11.1 |
Subsector
6 |
6.6 |
4.6 |
6.6 |
4.8 |
6.7 |
4.8 |
6.5 |
4.4 |
6.9 |
4.8 |
Subsector
7 |
6.1 |
3.5 |
5.9 |
2.1 |
5.8 |
2.2 |
5.8 |
2.0 |
5.0 |
2.6 |
Subsector
8 |
30.2 |
31.5 |
33.0 |
34.2 |
33.0 |
33.4 |
33.9 |
34.5 |
27.5 |
31.4 |
Subsector
9 |
2.0 |
2.6 |
2.0 |
2.9 |
2.1 |
3.1 |
2.0 |
3.2 |
2.3 |
3.5 |
Nota: Yi y
Li son el producto y el empleo por subsectores; Y y
L, el producto y el empleo total manufacturero.
Los subsectores de la industria manufacturera: Subsector
1: productos alimenticios, bebidas y tabaco. Subsector 2: textiles, prendas de
vestir e industria del cuero. Subsector 3: industria de la madera y productos
de madera. Subsector 4: papel, productos de papel, imprentas y editoriales.
Subsector 5: sustancias químicas, derivados del petróleo, productos de caucho y
plástico. Subsector 6: productos de minerales no metálicos, excepto derivados
del petróleo y carbón. Subsector 7: industrias metálicas básicas. Subsector 8:
productos metálicos, maquinaria y equipo. Subsector 9: otras industrias
manufactureras.
Fuente: elaboración propia con base en datos del inegi (2005-2009a), inegi (2005-2009b).
La dinámica del
empleo de 2005 a 2009, para los cuatro principales subsectores especificados
arriba, presentan distintos cambios por diversas razones: 1) en el subsector 1,
posiblemente debido a la introducción de innovaciones tecnológicas, se
incrementan el producto y el empleo; 2) en el subsector 5 las tasas de
crecimiento del producto y el empleo se mantienen positivas pero con tendencia
a la baja en el último año; 3) en el subsector 2 se observa una caída en el
producto y que éste se estanca en los últimos dos años, por lo que se reduce la
ocupación de mano de obra, lo cual disminuye también la productividad del
subsector; 4) el subsector 8 se caracteriza por el gran dinamismo de su producto,
salvo en el año crítico de 2009 (cuadro 4), cuando se observa una caída tanto
en el producto como en el empleo.
Cuadro 4
Crecimiento del
producto y el empleo en las divisiones
del sector
manufacturero en México, 2005-2009 (2005 = 100)
Subsector |
Producto |
Empleo |
||||||
2006 |
2007 |
2008 |
2009 |
2006 |
2007 |
2008 |
2009 |
|
Subsector
1 |
2.7 |
5.7 |
8.0 |
8.1 |
-1.2 |
7.9 |
7.2 |
8.0 |
Subsector
2 |
2.9 |
0.4 |
-7.9 |
-19.3 |
-6.8 |
-11.1 |
-15.9 |
-17.4 |
Subsector
3 |
3.3 |
12.4 |
0.9 |
-9.5 |
-31.2 |
-25.1 |
-19.9 |
-29.8 |
Subsector
4 |
9.3 |
11.8 |
15.8 |
13.1 |
0.9 |
7.9 |
11.7 |
0.4 |
Subsector
5 |
4.5 |
8.2 |
6.9 |
2.3 |
-0.8 |
2.8 |
5.3 |
1.0 |
Subsector
6 |
8.6 |
12.5 |
11.1 |
0.6 |
2.1 |
4.7 |
-2.9 |
-1.1 |
Subsector
7 |
5.4 |
4.8 |
7.6 |
-20.2 |
-41.2 |
-36.4 |
-41.8 |
-28.5 |
Subsector
8 |
18.5 |
21.2 |
26.9 |
-11.4 |
7.4 |
7.3 |
10.8 |
-4.6 |
Subsector
9 |
10.4 |
15.9 |
13.0 |
10.5 |
10.3 |
20.9 |
26.2 |
29.6 |
Los subsectores son especificados en
la nota del cuadro 3.
Fuente: elaboración propia con base en datos del inegi (2005-2009a), inegi (2005-2009b).
En la escala de los subsectores de la industria manufacturera destaca
en la participación del empleo manufacturero total de
2009 lo siguiente: en el subsector 1, la industria alimentaria (19.3%);
en el subsector 2, la fabricación de prendas de vestir (10.7%); en el subsector
5, las industrias química y del plástico (4.9%); en el subsector 8, la
fabricación de productos metálicos (7.4%), de equipo de transporte y partes
automotrices (9.2%) y la fabricación de muebles y productos relacionados
(5.6%).
De estos subsectores de mayor participación en el empleo, cuatro
destacan por su baja productividad y pertenecen a la industria nacional de
corte tradicional: 1) fabricación de prendas de vestir; 2) fabricación de
muebles; 3) productos de plástico y caucho; 4) fabricación de productos
metálicos. Particularmente en las dos primeras se observa una fuerte tendencia
decreciente de su producto entre 2005 y 2009, muy posiblemente acompañada de
una tasa alta de informalidad económica del empleo.
De los
subsectores que destacan por su baja productividad en el último año que
pertenecen a los subsectores de mayor participación y que presentan un gran
dinamismo en su producto en la industria sobresalen dos: 1) equipo de
transporte y partes automotrices y 2) fabricación de equipo de computación
(cuadro 5).
Cuadro 5
Crecimiento del
producto y el empleo en los subsectores
del sector
manufacturero en México, 2005-2009 (2005 = 100)
Subsectores |
Producto |
Empleo |
||||||
2006 |
2007 |
2008 |
2009 |
2006 |
2007 |
2008 |
2009 |
|
Subsector
1 3110
alimentos |
2.4 |
4.9 |
7.0 |
7.1 |
-1.4 |
7.9 |
8.2 |
7.3 |
3120
bebidas y tabaco |
3.6 |
8.8 |
12.4 |
12.3 |
0.4 |
8.1 |
1.5 |
11.9 |
Subsector
2 3130
insumos textiles |
-0.7 |
-1.0 |
-13.1 |
-23.2 |
20.4 |
14.2 |
-12.3 |
-12.2 |
3140
confección de textiles |
5.7 |
2.7 |
-10.1 |
-17.1 |
-23.4 |
-40.9 |
-43.4 |
-51.6 |
3150
prendas de vestir |
0.0 |
-2.0 |
-11.1 |
-21.2 |
-8.5 |
-11.6 |
-14.8 |
-13.7 |
3160
productos de cuero |
11.2 |
6.0 |
4.5 |
-12.9 |
-9.1 |
-9.5 |
-8.0 |
-14.9 |
Subsector
3 3210 fabr. de madera |
3.3 |
12.4 |
0.9 |
-9.5 |
-31.2 |
-25.1 |
-19.9 |
-29.8 |
Subsector
4 3220 prod. de papel |
7.4 |
11.3 |
14.2 |
13.6 |
8.7 |
17.1 |
28.8 |
15.6 |
3230
impresión |
14.3 |
12.9 |
20.5 |
11.8 |
-5.0 |
1.0 |
-1.3 |
-11.2 |
Subsector
5 3240 deriv. del petróleo |
-1.7 |
0.8 |
-0.6 |
-1.6 |
13.9 |
7.3 |
1.3 |
10.5 |
3250
industria química |
6.0 |
10.8 |
8.7 |
5.8 |
-21.4 |
-11.2 |
-5.5 |
-11.1 |
3260
industria del plástico y hule |
6.4 |
7.9 |
8.9 |
-5.8 |
21.3 |
19.5 |
20.1 |
13.7 |
Subsector
6 3270
minerales no metálicos |
8.6 |
12.5 |
11.1 |
0.6 |
2.1 |
4.7 |
-2.9 |
-1.1 |
Subsector
7 3310
metálica básica |
5.4 |
4.8 |
7.6 |
-20.2 |
-41.2 |
-36.4 |
-41.8 |
-28.5 |
Subsector
8 3320
productos metálicos |
8.3 |
10.9 |
5.9 |
-11.6 |
-5.8 |
11.8 |
10.9 |
7.1 |
3330
maquinaria y equipo |
8.9 |
9.3 |
14.0 |
-9.7 |
78.9 |
36.8 |
24.8 |
23.9 |
3340
equipo de com- putación, comunicación, medición
y otros |
10.1 |
29.9 |
5.0 |
-25.5 |
5.4 |
4.8 |
4.1 |
-12.8 |
3350
equipo de generación eléctrica
y aparatos electr. |
10.0 |
16.1 |
18.8 |
9.1 |
6.7 |
1.6 |
-3.5 |
-20.6 |
3360
equipo de transporte y partes
automotrices |
28.5 |
26.6 |
46.1 |
-10.5 |
18.1 |
13.6 |
22.6 |
-5.2 |
3370 fabricación
de muebles, colchones y otros |
2.3 |
-8.1 |
-7.6 |
-20.9 |
-7.7 |
-8.3 |
4.9 |
-4.2 |
Subsector
9 3380
otras manufacturas |
10.4 |
15.9 |
13.0 |
10.5 |
10.3 |
20.9 |
26.2 |
29.6 |
Nota: Los subsectores de la industria
manufacturera son: Subsector 3110: industria alimentaria. Subsector 3120:
industria de las bebidas y del tabaco. Subsector 3130: fabricación de insumos
textiles. Subsector 3140: confección de productos textiles, excepto prendas de
vestir. Subsector 3150: fabricación de prendas y accesorios de vestir.
Subsector 3160: fabricación de productos de cuero, piel y materiales
sucedáneos, excepto prendas. Subsector 3210: industria de la madera. Subsector
3220: industria del papel. Subsector 3230: impresión e industrias conexas.
Subsector 3240: fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón
mineral. Subsector 3250: industria química. Subsector 3260: industria del
plástico y del hule. Subsector 3270: fabricación de productos a base de
minerales no metálicos. Subsector 3310: industrias metálicas básicas. Subsector
3320: fabricación de productos metálicos.
Subsector 3330: fabricación de maquinaria y equipo. Subsector 3340: fabricación
de equipo de computación, comunicación, medición y de otros equipos.
Subsector 3350: fabricación de equipo de generación eléctrica, aparatos y
accesorios eléctricos. Subsector 3360: fabricación de equipo de transporte y
partes para vehículos automotores. Subsector 3370: fabricación de muebles y
productos relacionados (colchones y cortineros).
Subsector 3380: otras industrias manufactureras.
Fuente: elaboración propia con base en datos del inegi (2005-2009a), inegi (2005-2009b).
Al desagregar el
análisis para tomar en cuenta al empleo calificado y no calificado como en el
empleo total manufacturero, se encuentra una mayor participación en los mismos
cuatro subsectores en el total de empleo calificado y no calificado en 2009
(cuadro 6). Esta participación queda como sigue: subsector 8 (productos
metálicos, maquinaria y equipo), 35.7 y 29.9%; subsector 1 (alimentos, bebidas
y tabaco), 19.7 y 24.2%; subsector 2 (textiles y prendas de vestir), 10.5 y
19.6%, y subsector 5 (sustancias químicas y productos de plástico y caucho),
16.4 y 9.2%. Asimismo, durante el periodo 2005-2009 sus participaciones
decrecieron en los subsectores 2 y 8, lo que se asocia a una menor
productividad en el último año.
Cuadro 6
Composición por subsectores del empleo
calificado y
no calificado de la manufactura en
México, 2005-2009
(porcentajes)
Nota: La
composición del empleo calificado y no calificado se obtuvo a partir de la
relación LiC/LC y LiNC/LNC , donde LiC y LiNC son el empleo
calificado y no calificado por subsectores y LC y LNC son el empleo
calificado y no calificado total.
Nota: Los
subsectores son especificados en la nota del cuadro 3.
Fuente:
elaboración propia con base en datos del inegi (2005-2009a), inegi
(2005-2009b).
En la dinámica
del empleo calificado y no calificado, entre 2005 y 2009, en los mismos cuatro
subsectores principales, respondiendo a las mismas razones pero diferenciando
además su nivel de calificación, se observa que: 1) en el subsector 1 la
posible introducción de innovación tecnológica hace que el producto y el empleo
calificado se incrementen; 2) en el subsector 5 las tasas de crecimiento del
producto y del empleo calificado se mantienen
positivas pero con reducciones en la tasa de crecimiento en el empleo no
calificado; 3) en el subsector 2, se observa una caída en el producto y,
posteriormente, un estancamiento, con lo que se reduce más la ocupación de mano
de obra no calificada que la calificada; y 4) en el subsector 8, durante el año
crítico de 2009, se observa una caída tanto en el producto como en el empleo no
calificado (cuadro 7).
Cuadro 7
Crecimiento del empleo calificado y no
calificado en los
subsectores del sector manufacturero
en México, 2005-2009
(2005 = 100)
Nota: Los subsectores son especificados en la nota del cuadro 3.
Fuente: elaboración propia con base en
datos del inegi (2005-2009a), inegi
(2005-2009b).
En la escala de
los subsectores de la industria manufacturera destacan en la participación en
el empleo calificado y no calificado manufacturero total de 2009 los
siguientes: en el subsector 1, la industria alimentaria (14.7 y 20.8%); en el
subsector 2, la fabricación de prendas de vestir (6.5 y 12.2%); en el subsector
5, la industria química (8.9% sólo para empleo calificado) y la industria del
plástico (5.0% únicamente para el empleo no calificado); en el subsector 8, la
fabricación de productos metálicos (5.7 y 8.0%), de equipo de transporte y
partes automotrices (13.1 y 7.9%), de equipo de computación (6.1% sólo para
empleo calificado) y de muebles y productos relacionados (6.3% sólo para empleo
no calificado).
De estos
subsectores de mayor participación en el empleo, cinco destacan por utilizar
más el empleo no calificado y pertenecen a la industria nacional de corte
tradicional: 1) industria de alimentos; 2) fabricación de prendas de vestir; 3)
fabricación de muebles; 4) productos de plástico y caucho; y 5) fabricación de
productos metálicos. De los subsectores que destacan por presentar más empleo
calificado que pertenecen a los subsectores de mayor participación y presentan
un gran dinamismo en su producto en la industria sobresalen tres: 1)
productivos químicos; 2) equipo de transporte y partes automotrices; y 3)
fabricación de equipo de computación.
En síntesis, el
comportamiento del empleo en las actividades manufactureras frente a la
competencia global, y en particular a las crisis económicas, depende de las
condiciones productivas y de las características de las empresas, lo cual
permite observar la relación de la crisis económica asociada a reducción de
empleo, según los grandes subsectores y ramas en que se clasifican las
actividades manufactureras.
Así, el proceso
de manufactura del subsector 1 ha optado por una mayor eficiencia económica y
modernización tecnológica que ha tenido como resultado un crecimiento constante
del producto y el empleo calificado. Por su parte, el subsector 5 presenta una
tasa de crecimiento del producto que se ha mantenido con un aumento positivo
pero con una tendencia a la baja en el último año, con lo que se reduce el
empleo no calificado.[1]
Por otra parte, en el subsector 8 se observa
una tasa de crecimiento del producto mayor
que la del empleo entre 2005 y 2008; este fue uno de los subsectores más
afectados por la reducción del producto y el empleo no calificado en 2009.
Finalmente, en el nivel más específico de las ramas, aquellas más vinculadas a
la industria tradicional[2]
continúan entre las más relevantes en el empleo manufacturero nacional
(industrias de alimentos, prendas de vestir, cuero, madera, plásticos,
productos metálicos e industria mueblera); sin
embargo, por lo general se trata de ramas de baja eficiencia productiva, escaso
crecimiento o en franco decrecimiento en su producto. Por otra parte, como es
conocido, en ellas predominan las pequeñas empresas escasamente competitivas a
escala global y dependientes de tecnologías más tradicionales e intensivas en
empleo no calificado.
2. Aspectos teóricos
de la demanda de trabajo
La demanda de trabajo representa la cantidad de trabajadores que requieren las
empresas a cambio de un salario, sueldo o a destajo (incluyendo el costo de las prestaciones
laborales). De acuerdo con la teoría económica, el coeficiente de elasticidad
empleo-salario de la demanda de trabajo[3]
es siempre negativo. Esta elasticidad es mayor a largo plazo y en los casos del
trabajo no calificado y de los trabajadores jóvenes.[4]
En el largo plazo, además, las empresas cuentan con mayores posibilidades de
ajustar los salarios de los trabajadores de baja calificación y de los jóvenes
con poca experiencia laboral.[5]
Otros
determinantes que influyen en el nivel de la demanda de trabajo son: 1) la
productividad de la mano de obra; 2) el tamaño y la eficiencia organizativa de
la empresa; 3) los precios relativos de otros factores sustitutos de la mano de
obra, especialmente del capital físico; y 4) el volumen de producción.[6]
A partir de esto podemos decir que la demanda de trabajo es secundaria y
depende del producto, es decir, responde a los cambios en la demanda de éste.
Así, la
elasticidad empleo-producto de la demanda de trabajo,[7]
de acuerdo con la teoría económica, tiene un coeficiente de elasticidad
positivo; sin embargo, la relación empleo-producto en la manufactura presenta
una gran variación que depende del tipo de subsector, de empresa y de empleos
generados en los términos siguientes:
1. El tipo de sector: 1) tradicional de bienes de
consumo e intensivo en mano de obra no calificada como los subsectores de la
fabricación de prendas de vestir y muebles cuya dinámica de empleo puede
mantener altas tasas incluso en periodos de crisis o bajas en el producto gracias a una fuerte dependencia de la
producción de autoempleo y pequeñas empresas de baja productividad; 2)
de bienes intermedios, productos químicos y metálica básica que normalmente son
más sensibles a las recesiones y crisis económicas; y 3) de bienes o partes
electrónicas en que la demanda del producto está desvinculada en gran medida
del mercado nacional y la elasticidad empleo-salario a corto plazo es alta,
pues utilizan preferentemente mujeres y personas jóvenes con baja calificación.
2. Tamaño de empresa, que en lo general se asocia
a la variable de la productividad de la mano de obra.
3. Costos de la mano de obra, institucionalmente
diferenciados entre las empresas manufactureras según se otorgue o no seguridad
laboral y prestaciones. Una mayor flexibilidad e informalidad en la
contratación de la mano de obra tiene un efecto equivalente al abaratamiento
del salario.
3. Antecedentes
empíricos de la relación producto-empleo en la industria manufacturera
En este
apartado se abordan algunos estudios empíricos sobre la demanda de trabajo
entre sectores o subsectores económicos que utilizan modelos econométricos y
datos de panel para identificar su heterogeneidad.
Bencosme (2008), por ejemplo, estima la
demanda de trabajo de la economía dominicana en el periodo 1991-2006 para
determinar la magnitud de las elasticidades empleo-producto en cada uno de los
sectores de la economía y contrastar si han sufrido cambios en el tiempo. Uno
de sus principales hallazgos es que la elasticidad empleo-producto ha
disminuido a partir del año 2000, principalmente en los sectores intensivos en
capital, como la explotación de minas y canteras, transporte y comunicaciones,
intermediación financiera y seguros.
Castillo (2006)
estudia el comportamiento de la demanda laboral en el área metropolitana de
Cali, Colombia, en el periodo 1995-2001. Entre otros objetivos, se propone
identificar los determinantes estructurales de la demanda de trabajo y del
comportamiento del nivel de empleo autónomo según subsectores económicos.
Asimismo, utiliza información de la Encuesta Anual Manufacturera del Dane para 17 subsectores que, como Bencosme,
utiliza un modelo de efectos fijos en datos de panel, pero en este caso para
determinar el nivel de empleo autónomo en cada subsector y las elasticidades
empleo-salario y empleo producto.
También encuentra
una elasticidad empleo-salario de corto y largo plazo negativa y una
elasticidad empleo-producto positiva muy acorde a lo teóricamente esperado. Con
respecto a estas elasticidades concluye que las del largo plazo son mayores que
las de corto plazo, y que la generación de empleos está determinada más por el
producto que por los salarios. Otro hallazgo refiere a que los subsectores más
representativos para la generación de empleo autónomo[8]
son los que utilizan más tecnología, como el dedicado a la fabricación de papel
y productos de papel, que presenta el nivel de empleo autónomo más alto
(Castillo, 2006). Esto se puede explicar mediante la estrategia utilizada por
las empresas para conservar la mano de obra calificada debido a los altos
costos en que deben incurrir para recontratarla.
En resumen, Castillo
indaga que la generación de empleos está determinada más por el producto que
por los salarios, y que el producto se asocia al nivel de tecnología utilizado
por la industria del área metropolitana de Cali.
Alarcón (2004)
estima la demanda de trabajo para un conjunto de ramas de la división de
alimentos y bebidas (carne, pescado, fruta, aceite, lácteos, molinería, animal, bebidas y otros). Su periodo de análisis es
anual y corresponde al periodo 1993-2002. Considera diferentes especificaciones dinámicas y métodos de estimación que incluyen
varias versiones del método general de momentos para modelos dinámicos de datos
de panel. Igualmente estima elasticidades empleo-salario más bajas en
las ramas animal, pescado y molinería, y elasticidades más altas en cárnica,
bebidas y otros. Es decir, la mayor
elasticidad al salario se presenta en las ramas que utilizan un nivel
tecnológico más alto. La elasticidad empleo-producto es mayor en las ramas con
más alta participación de mano de obra como la cárnica o fruta, y menor en las
ramas más mecanizadas como bebidas y otros.
Mendoza y
Calderón (2000) estudian la demanda de trabajo de la industria maquiladora de exportación (ime)
para los estados de la frontera
norte de México. Los objetivos de su trabajo se centran en corroborar el
modelo de demanda de trabajo regional de la ime.
Entre las hipótesis que buscan contrastar resalta que, desde sus inicios, la
industria maquiladora es atraída por los bajos niveles relativos salariales,
pero también que ciertos sectores de la industria maquiladora han desarrollado
importantes niveles de aglomeración regional (particularmente en la frontera
norte y en algunas ciudades del interior del país), lo que ha permitido generar
economías de localización derivadas de la integración y el desarrollo de los
mercados laborales especializados.
En lo que refiere a la función demanda de trabajo, Mendoza y Calderón
(2000) consideran como variables explicativas las remuneraciones, la actividad
industrial de Estados Unidos como proxi del ingreso y las economías de aglomeración derivadas
de la especialización y la concentración industrial. En sus estimaciones de la
demanda de trabajo, mediante un modelo de datos de panel para las industrias textiles y
maquinaria y equipo para el periodo 1990-1996, encuentran que la
especialización de la producción de la ime
y el nivel salarial determinan la demanda de trabajo.[9]
Haouas y Yagoubi (2004), por su
parte, investigan los efectos de la liberalización comercial sobre las
elasticidades de la demanda de trabajo para Túnez. Proponen una ecuación de
demanda de trabajo utilizando datos de panel para seis subsectores de la
industria manufacturera en dicho país durante el periodo 1971-1996. Los datos
que utilizan provienen del Tunisian National Statistic Institute y del Quantitative Economy Institute.
En la estimación
econométrica aplican un modelo de efectos fijos para tomar en cuenta la variación a nivel de los subsectores. Entre sus
resultados sobre las elasticidades empleo-salario de la demanda de
trabajo encuentran un rango aceptable (-0.213 a -0.453).[10]
Concluyen que, durante el periodo de liberalización, los mercados de trabajo
son más flexibles y los empleadores prefieren reclutar trabajadores por
contrato u obra determinada, en lugar de
trabajadores permanentes,[11]
y son las industrias de alimentos,
textiles, prendas de vestir y de productos de cuero donde mejor funciona
la subcontratación.
Por nuestra parte, coincidimos con los trabajos empíricos en lo que
refiere a que han disminuido los efectos de los cambios en el producto sobre el
nivel de empleo en los sectores intensivos en capital, como ocurre en República
Dominicana. En Colombia, los subsectores que utilizan más tecnología muestran
un nivel de empleo más independiente o autónomo ante los cambios en el
producto; es decir, las empresas desean conservar la mano de obra calificada
debido a los altos costos de recontratación.
Por otra parte,
los efectos sobre el nivel de empleo a partir de los cambios en el producto son
mayores en las ramas de actividad que presentan una alta participación de mano
de obra, como ocurre en España y Portugal. Respecto a los casos de la industria
maquiladora de exportación de México y de la industria de Túnez, la demanda de
trabajo ha estado determinada por la flexibilidad laboral y por la maleabilidad
salarial en el caso de México y de subcontratación en el de Túnez.
4. Análisis de la
demanda de trabajo de los subsectores de la industria manufacturera en México,
2005-2009
En este
apartado se presenta un conjunto de estimaciones de la función de demanda de
trabajo para evaluar el impacto del producto en el empleo total y en el empleo
calificado y no calificado de cada uno de los subsectores de la industria
manufacturera en México.
Hamermesh (1986: 447) muestra que la estimación
econométrica de la función de demanda de trabajo puede expresarse en logaritmos
como una ecuación log-lineal:
In Ld = α0 + α 1 In
Y + α 2 In
w + ε
donde Ld representa la demanda de trabajo, U representa la
producción, w = W / P
es el salario real, a1 representa la elasticidad
empleo-producto, α2 la elasticidad empleo-salario y ε
el término error.[12]
La función de
demanda de trabajo puede estimarse con datos en series de tiempo a través del
método de cointegración o con datos de panel a través
del modelo de efectos fijos.[13]
De acuerdo con el objetivo de este trabajo y con base en la disponibilidad de
información, se elige la segunda opción.[14]
Para calcular la función de demanda de trabajo se utiliza la siguiente
especificación:
In Lit = α0i + α1 In
Yit + α 2 In
wit + uit
donde los
subsectores[15]
son señalados como i = 1, 2,...,21 y los periodos como t = 2005, 2006,...,2009; α 0 representa el efecto fijo, el cual es diferente para
cada subsector, siendo 1 para el subsector i y 0 para el otro caso; α 1 significa la elasticidad empleo-producto; α 2 representa la elasticidad empleo-salario, y uit el término de error, que se descompone en:
uit = μi
+ λi
+ νit
donde μi contiene los efectos específicos
inobservables del subsector i
que permanecen
constantes en el tiempo, λi recoge los efectos temporales
inobservables pero comunes a todos los subsectores y νit es el término de error con los supuestos habituales.
Además, μi
y λi son independientes entre sí y con
respecto a νit
.[16]
Los datos se
utilizan en forma anual para el periodo 2005-2009[17]
y provienen del Sistema de Cuentas Nacionales y de la enoe para el sector manufacturero a nivel de subsector.
Los datos
referentes al empleo y los salarios de los trabajadores calificados y no
calificados se obtuvieron a partir de la base de microdatos
de la enoe.[18]
Los datos relacionados con el producto se obtuvieron del Sistema de Cuentas Nacionales, y el
proceso consistió en seleccionar los datos de la industria manufacturera por
subsectores. En cuanto al año base para los salarios y el producto fue
2003=100; para ello se dividieron los salarios entre el Índice Nacional de
Precios al Consumidor (inpc) y,
para los datos del producto, únicamente se seleccionaron los pertenecientes a
dicha base.
4.1. Resultados de
los modelos econométricos
Los resultados
econométricos obtenidos se dividieron en dos partes.[19]
En la primera se presentan los resultados de la regresión de la función de la
demanda de trabajo a corto plazo de la industria manufacturera.
En el cuadro 8 se presentan los resultados de las distintas funciones de
demanda de trabajo individuales de largo plazo de la industria manufacturera
para cada subsector y ramas,[20]
considerando el modelo de efectos fijos, donde el coeficiente del producto
varía con respecto a cada subsector.
Las estimaciones
se reportan en el cuadro 8 y corresponden al empleo total y el empleo
no calificado porque
en estos tipos de empleo el modelo de efectos fijos fue el más eficiente. En
cuanto al empleo calificado, el estimador más eficiente fue el modelo de efectos
aleatorios, lo cual indica la ausencia de correlación entre el error específico
de los individuos (subsectores en nuestro caso) y las variables independientes.
4.1.1. Función de
la demanda de trabajo por tipo de calificación a corto plazo de la industria
manufacturera
Los resultados
de las estimaciones de dicha función por el método mco en dos etapas[21]
de la elasticidad empleo-producto para el empleo total, empleo calificado y no
calificado, fueron de 0.318, 0.197 y 0.434, respectivamente, lo que indica la
existencia de un mayor efecto de la elasticidad empleo-producto para el de
menor calificación. Los resultados de la elasticidad empleo-salario para los
distintos tipos de empleo no fueron estadísticamente significativos, ni
siquiera el total.
4.1.2. Funciones de
la demanda de trabajo de largo plazo de la industria manufacturera por
subsector y grandes divisiones
La
especificación de la función demanda de trabajo de largo plazo es la siguiente:
InLit = α0+ α 1InYit+ α 2Inwit+γ1-15(D1-15iInY1-15it )+,...,+
g17-21(D17-21tInY17-21it
)+uit
y la diferencia
entre la especificación y la función demanda de trabajo de corto plazo (InLit
= α 0+ α 1InYit+ α 2Inwit+a3Lit-1+ar (1)+uit
) indica que no
incluye el rezago del empleo como variable explicativa que permite controlar el
efecto que tienen los valores previos e inmediatos de esta variable sobre sus
valores actuales.
Los resultados de las distintas funciones de la demanda de trabajo de
largo plazo de la industria manufacturera para cada subsector y las grandes
divisiones, considerando el modelo de efectos fijos, se presentan en el cuadro
8. En él se muestra que los coeficientes de elasticidad empleo-producto de la
demanda de trabajo de largo plazo de las divisiones y subsectores de la
industria manufacturera para el empleo total y el empleo no calificado; en su
mayoría son estadísticamente significativos[22]
y tienen el signo
positivo esperado. Esto indica que un aumento o una caída en el producto en los subsectores afectan en el mismo
sentido a la demanda de trabajo.
Otro resultado
indica que las funciones de demanda de trabajo de largo plazo para las ramas de
la industria manufacturera son diferentes. Por ejemplo, en el cuadro 8 la rama
3150 de fabricación de prendas de vestir presenta una elasticidad
empleo-producto de 0.6470 para el empleo total, el cual es sólo relativamente
mayor que la elasticidad empleo-producto de 0.5659 para el empleo total
correspondiente a la
rama 3330 (fabricación de maquinaria y equipo).
Cuadro 8
Funciones de la
demanda de trabajo de largo plazo por subsector
y ramas de la
industria manufacturera en México, 2005-2009
Variables |
Coeficientes
robustos |
|
Trabajo
total |
Trabajo
no calificado |
|
Intercepto |
-9.0925** |
8.5265*** |
Salario |
0.1184 |
-0.4438 |
Producto
por divisiones y subsectores |
|
|
Subsector
2. Textiles, prendas de vestir e industria del cuero |
0.6190* |
0.7786* |
Rama 3130
Fabricación de insumos textiles |
0.6074* |
0.7666* |
Rama 3140
Confección de productos textiles, excepto prendas de vestir |
0.6030* |
0.7677* |
Rama 3150
Fabricación de prendas de vestir |
0.6470* |
0.7987* |
Rama 3160
Fabricación de productos de cuero, piel y
materiales sucedáneos, excepto prendas de vestir |
0.6185* |
0.7815* |
Subsector
8. Productos metálicos, maquinaria y equipo |
0.6018* |
0.7517* |
Rama 3320
Fabricación de productos metálicos |
0.6207* |
0.7762* |
Rama 3330
Fabricación de maquinaria y equipo |
0.5659* |
0.7149 |
Rama 3340
Fabricación de equipo de computación, comunicación, medición y otros equipos,
componentes y accesorios electrónicos |
0.5912* |
0.7341* |
Rama 3350
Fabricación de equipo de generación eléctrica y aparatos y accesorios
eléctricos |
0.6009* |
0.7505* |
Rama 3360
Fabricación de equipo de transporte y partes
para vehículos automotores |
0.5968* |
0.7375** |
Rama 3370
Fabricación de muebles y productos relacionados (colchones y cortineros) |
0.6356* |
0.7967* |
Subsector
4. Papel, productos de papel, imprentas y editoriales |
0.6009* |
0.7562* |
Rama 3220
Industria del papel |
0.5858* |
0.7402* |
Rama 3230
Impresión e industrias conexas |
0.6159* |
0.7722* |
Subsector
9. Otras industrias manufactureras |
0.5983* |
0.7521* |
Rama 3380
Otras industrias manufactureras |
0.5983* |
0.7521* |
Subsector
1. Productos alimenticios, bebidas y tabaco |
0.5946** |
0.7367* |
Rama 3110
Industria alimentaria |
0.6116* |
0.7512* |
Rama 3120
Industria de las bebidas y del tabaco |
0.5776** |
0.7222 |
Subsector
6. Productos de minerales no metálicos, excepto derivados del petróleo y
carbón |
0.5874* |
0.7374* |
Rama 3270
Fabricación de productos a base de
minerales no metálicos |
0.5874* |
0.7374* |
Subsector
3. Industria de la madera y productos de madera |
0.5840** |
0.7466* |
Rama 3210
Industria de la madera |
0.5840** |
0.7466* |
Subsector
5. Sustancias químicas, derivados del petróleo, productos de caucho y
plástico |
0.5783** |
0.7272* |
Rama 3240
Fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón |
0.5480** |
0.7043 |
Rama 3250
Industria química |
0.5774*** |
0.7149* |
Rama 3260
Industria del plástico y del hule |
0.6093* |
0.7624* |
Subsector
7. Industrias metálicas básicas |
0.5640 |
0.7144 |
Rama 3310
Industrias metálicas básicas |
0.5640 |
0.7144 |
R
cuadrada |
0.9776 |
0.9762 |
Notas: 1. La especificación de la
función demanda de trabajo es la siguiente: InLit
= a0+a1InYit+a2Inwit+g1-15(D1-15iInY1-15it
)+,...,+g17-21(D17-21tInY17-21it
)+uit
(el coeficiente
del producto varía para cada subsector y la interacción base es D16i InY16it
).
2 ***, **, * indican que los coeficientes son
estadísticamente significativos a nivel de 1, 5 y 10%, respectivamente.
Fuente: elaboración propia con base en datos del inegi (2005-2009a), inegi (2005-2009b).
Tomando en cuenta
el nivel de agregación de las actividades económicas con técnicas de producción
similares, los resultados del cuadro 8 enfocado a los subsectores de la
industria manufacturera, muestran que los subsectores de mayor elasticidad
empleo-producto de largo plazo para el empleo total son el subsector 2
(textiles, prendas de vestir e industria del cuero) y el subsector 8 (productos
metálicos, maquinaria y equipo), el más importante de la industria
manufacturera debido a la utilización de alta tecnología.[23]
Esto significa
que no es el subsector de alta tecnología y gran dinamismo en la producción el
único que resulta altamente dañado por el ciclo económico del producto, sino
también la industria más tradicional de escaso nivel competitivo a escala
global en el subsector 2 (textiles, prendas de vestir e industria del cuero) y
el subsector 8 (fabricación de muebles).
Considerando los
subsectores de mayor elasticidad empleo-producto de la demanda de trabajo de
largo plazo correspondiente al empleo no calificado, los subsectores con mayor
elasticidad empleo-producto son el 2 (textiles, prendas de vestir e industria
del cuero), el 4 (papel, productos de papel, imprentas y editoriales) y el 8
(productos metálicos, maquinaria y equipo). Esto corrobora de nuevo que no es
únicamente el subsector de alta tecnología el que presenta mayor elasticidad
producto-empleo y, por lo tanto, ante una crisis económica, resultarían más
afectados en la reducción consecuente de mayor volumen de empleo. Con base en
estos resultados, las medidas de política económica implementadas por el
gobierno federal a través del Programa para la Preservación del Empleo de las
industrias de alta tecnología deberían haberse ampliado al el subsector 2
(textiles, prendas de vestir e industria del cuero).
5. Evaluación y
propuestas de las políticas de empleos, según ramas industriales instrumentadas
por el gobierno federal
Los fuertes
contrastes en el sector empresarial en una serie de dimensiones productivas,
técnicas, laborales o financieras que determinan diferentes tipos y grados de
vulnerabilidad frente a una crisis económica deben ser considerados para
determinar la manera como se necesitan enfocar las políticas públicas de apoyo
para mitigar los efectos de una recesión económica en los niveles de empleo.
Los antecedentes
de política económica instrumentados por los gobiernos de diversos países para
enfrentar los efectos de la recesión económica sobre los niveles de empleo[24]
han consistido generalmente en la aplicación de la política fiscal y monetaria
con el objeto de expandir la demanda agregada y el nivel de empleo. Tales
políticas se orientan tradicionalmente a lo siguiente: 1) reducir impuestos
para favorecer el gasto de consumo; 2)
expandir la oferta monetaria para reducir el tipo de interés y estimular
la inversión; 3) reducir impuestos a las empresas y otorgarles subsidios para
fomentar la inversión y sostener el empleo[25];
y 4) incrementar del gasto público.
Para llevar a
cabo lo anterior, los gobiernos toman en cuenta una serie de factores, entre
los que podemos indicar: el tamaño de las empresas, la rama productiva, la
dependencia de insumos importados y el nivel de calificación de los
trabajadores, así como su nivel de vida, la posición en el trabajo (si son
subordinados o independientes), la estacionalidad de la actividad económica y
la flexibilidad salarial.
En México, ante
la crisis más reciente,[26]
el gobierno federal impulsó el mercado interno con base en la aplicación de la
política fiscal y monetaria de un mayor ejercicio del gasto público para
fortalecer el ingreso de familias y empresas. Más específicamente, se aplicaron
medidas para apoyar el empleo de los trabajadores afectados, la economía
familiar, las pequeñas y medianas empresas, y la inversión en infraestructura y
en el sector público, con lo que se pretendió dar mayor transparencia,
eficiencia y oportunidad al gasto público. Otra medida considerada consistió en
un decreto que favoreciera la repatriación de capitales mexicanos y facilidades
a los contribuyentes.[27]
De acuerdo con
los propósitos de esta investigación, se sugieren políticas económicas como
medidas para preservar el empleo no calificado en la industria manufacturera
para los subsectores que absorben un mayor impacto derivado de la crisis, como
son los que se encuentran en el subsector 2 (textiles, prendas de vestir e
industria del cuero) y en el subsector 8 (productos metálicos, maquinaria y
equipo).
Asimismo, se analiza particularmente el Programa para la Preservación
del Empleo, instrumentado con la finalidad de brindar subsidios a la economía
familiar y el empleo, e impulsar las industrias de las ramas automotriz,
autopartes, electrónica, eléctrica y bienes de capital, tanto a exportadores
como a no exportadores y sus proveedores; también busca activar a empresas de
manufactura y proveedores de primer nivel de los sectores de maquinaria y
equipo no eléctrico, maquinaria y equipo eléctrico y electrónico, equipo de
transporte, y empresas generadoras de productos de caucho y plástico. En
general, se pretende potenciar a empresas de estas ramas con registro en el
Programa de Promoción Sectorial (Prosec).
En el Programa para la Preservación del Empleo se establece como acuerdo
que estas empresas podrían reducir, durante el periodo de la recesión económica,
sus costos al pagar un salario menor de manera temporal, a cambio de
comprometerse a limitar los despidos. Por su lado, los trabajadores recibirían
de manera temporal una retribución o remuneración menor, a cambio de mantener
su fuente de empleo. Por su parte, el gobierno federal otorgaría apoyos a estas
empresas en función del número de trabajadores, la proporción en que tuvieran
reducción en sus ventas y la medida en que se comprometieran a mantener
el empleo de sus trabajadores.
En dicho acuerdo
se establece también que los apoyos a las empresas se suministrarán de forma
bimestral y consistirán en un subsidio de hasta 110 pesos diarios por
trabajador, ajustado por la caída en las ventas y el nivel de retención de
trabajadores, con un monto máximo de apoyo de 5,100 pesos por cada uno.[28]
Por último, se acuerda que una empresa podrá recibir apoyos varias veces,
siempre que no se rebase dicho tope.
Para instrumentar
el Programa para la Preservación del Empleo, el gobierno federal se
comprometió, como meta para el periodo de febrero a septiembre 2009, a proteger
alrededor de medio millón de empleos. Sin embargo,
debió haber tomado en cuenta a los subsectores y trabajadores de la
industria manufacturera que más impacto reciben ante una reducción de las ventas.
De acuerdo con los resultados de este trabajo sobre la elasticidad
empleo-producto y la participación en el empleo manufacturero, se identifican
las ramas que resultan más afectadas por las crisis económicas (Mendoza, 2010),
es decir, las pertenecientes a la industria de corte tradicional intensivas en
el empleo no calificado: subsectores 2 (fabricación de prendas de vestir con
una elasticidad de 0.7987) y 8 (fabricación de muebles con una elasticidad de
0.7967). Por otro lado, una política pública más eficiente para sostener los
empleos durante recesiones económicas debería considerar también este tipo de
subsectores manufactureros y no privilegiar a las maquiladoras internacionales
de alta tecnología (Dussel, 2009).
Conclusiones
El
comportamiento del empleo en las actividades manufactureras frente a la
competencia global, y en particular a las crisis económicas, depende de las
condiciones productivas y de las características de las empresas; es decir,
existe una relación entre la crisis económica y la reducción del empleo. Por
ejemplo, los subsectores más vinculados a la industria tradicional continúan
estando entre los más relevantes para el empleo manufacturero nacional
(industrias de alimentos, prendas de vestir, cuero, madera, plásticos, productos
metálicos e industria mueblera); sin embargo, por lo
general se trata de sectores de baja eficiencia productiva, escaso crecimiento
o en franco decrecimiento de su producto.
Los resultados de
las funciones de la demanda de trabajo de largo plazo de la industria
manufacturera en cada subsector indican que un aumento o una caída en el
producto afectan el empleo en el mismo sentido, aunque no en la misma cuantía.
Considerando las divisiones de mayor
elasticidad empleo-producto de la demanda de trabajo de largo plazo
correspondiente al empleo no calificado, los subsectores con mayor elasticidad
empleo-producto son el 2 (textiles, prendas de vestir e industria del cuero),
el 4 (papel, productos de papel, imprentas y editoriales) y el 8 (productos
metálicos, maquinaria y equipo). Esto corrobora que los subsectores de alta
tecnología no son los únicos con una mayor elasticidad producto-empleo y que,
por lo mismo, ante una crisis económica resultarían más afectados en la
reducción consecuente de los empleos.
Otro resultado
relevante de las estimaciones de la demanda de trabajo de largo plazo de la
industria manufacturera en el empleo calificado es la ausencia de correlación
entre el error específico de los subsectores y las variables dependientes,
mientras que en el empleo no calificado existe una correlación entre el
intercepto y las variables dependientes. En este sentido, el modelo de efectos
aleatorios es más eficiente en el caso del trabajo calificado y en el no
calificado lo es el modelo de efectos fijos.
De esta forma, se
confirma que, en periodos de baja demanda, las empresas de la industria
manufacturera prefieren conservar la mano de obra calificada en la medida de lo
posible, tal vez debido a los altos costos que implicaría para ellas volver a
contratarla.[29]
En cambio, para las empresas que ofrecen empleo no calificado la mejor medida
en periodos de baja demanda del producto es el despido, que es mayor en las
ramas o subsectores industriales de mayor participación relativa: los
subsectores 2 (fabricación de prendas de vestir) y 8 (fabricación de muebles).
En términos
metodológicos, para el análisis y medición del efecto del producto sobre el
empleo manufacturero, se recomienda utilizar diferentes modelos que se presten
mejor a su medición estadística. Por un lado, los métodos de mco y mc
en dos etapas son utilizados para estudiar mejor el efecto del producto en el
empleo manufacturero total y su desagregación en dos categorías –empleo
calificado y no calificado– en el corto plazo; por otro, es más eficiente el
uso del modelo de efectos fijos para valorar el impacto del producto en el
empleo total y el empleo no calificado a largo plazo, según subsectores
manufactureros. Por último, el modelo de efectos aleatorios garantiza una mejor
captación del impacto del producto en el empleo calificado a largo plazo.
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Recibido: 16 de marzo de 2011.
Reenviado: 22 de agosto de 2011.
Aceptado: 29 de agosto de 2013.
Jesús Gerardo Ríos-Almodóvar. Mexicano. Maestro en economía por la
Universidad de Guadalajara, México. Actualmente es profesor investigador del
Departamento de Estudios Regionales-ineser de la Universidad de Guadalajara, con Reconocimiento Perfil Deseable promep. Sus líneas de
investigación son: grupos económicos y mercados laborales; empleo y
productividad. Sus publicaciones más recientes son, en coautoría: “Trabajo y
rendimiento escolar de los estudiantes universitarios. El caso de la
Universidad de Guadalajara, México”, Revista de la Educación Superior, XLII (2), anuies, México, pp. 9-34 (2013);
“Perspectivas del crecimiento de la economía y el empleo en México. El caso de
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de México, IV (2), Universidad Autónoma Metropolitana
unidad Azcapotzalco, México, pp. 23-28 (2013); en
coautoría: “La oferta de trabajo en los estudiantes de licenciatura en México”,
Revista de la Educación Superior, XXXLVIII (3), anuies, Distrito Federal, pp.
39-55 (2009).
Salvador Carrillo-Regalado. Mexicano. Doctor en ciencias sociales por la
Universidad de Guadalajara. Actualmente es profesor investigador del Departamento de Estudios Regionales-ineser de la
Universidad de Guadalajara, miembro del sni. Su línea de investigación es
desarrollo económico regional. Sus publicaciones más recientes son, en
coautoría: “Trabajo
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Universidad de Guadalajara, México”, Revista de la Educación Superior, XLII (2), anuies, México, pp. 9-34 (2013); “Economía Informal en México: El
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Seijo University, Tokyo, pp. 85-110 (2005); en coautoría: “Japanese investment: the case of
Jalisco state, Mexico”, Regional
Development in Mexico, Seijo University,
Tokyo, pp. 31-92 (2013).
[1] Sin embargo, en el subsector 5 en que sobresalen la industria química y la del plástico no existe una relación directa entre el producto y el empleo. Es decir, la industria química en el último año mantuvo una tasa de crecimiento del producto alta y recurrió a un alto despido de trabajadores no calificados; mientras tanto, se redujo el producto de la industria del plástico pero con crecimiento en el empleo calificado y no calificado.
[2] Se entiende por industria tradicional las ramas de la industria manufacturera de alimentos, bebidas, tabaco, textiles, vestido, calzado, muebles, madera y corcho que presentan menor dinamismo de sus mercados, baja tecnología, uso intensivo en sus procesos de producción de mano de obra poco calificada y baja productividad laboral. Dicho concepto ha sido utilizado por Gandoy y González (2004), Díaz y Gandoy (2008) y Arnabal et al. (2011).
[3] La elasticidad empleo-salario de la demanda de trabajo se refiere al grado de sensibilidad que presentan las empresas respecto al nivel de empleo de los trabajadores ante un cambio en sueldos o salarios. Por ejemplo, las empresas son muy sensibles si presentan un coeficiente de elasticidad >1 (el número 1 es el valor absoluto, pero convencionalmente se sobreentiende que el signo del coeficiente de elasticidad empleo-salario es negativo).
[4] Véase Costa (2000).
[5] Véase McConnell et al. (2007).
[6] Véase Hamermesh y Rees (1984).
[7] La elasticidad empleo-producto de la demanda de trabajo se refiere al grado de sensibilidad que muestran las empresas al realizar cambios en la cantidad demandada de trabajadores ante los cambios en el nivel del producto. En términos agregados, el parámetro de la elasticidad empleo-producto refleja el efecto del crecimiento económico sobre el empleo, suponiendo que el precio de los factores permanece constante.
[8] De acuerdo con Castillo (2006), el empleo autónomo es el empleo independiente de los cambios en el producto y los salarios. Asimismo, es el empleo independiente del empleo anterior o de corto plazo.
[9] En esta línea de especialización de los mercados de trabajo, en el caso de tres ramas de la industria manufacturera de México, puede consultarse el trabajo de Varela y Palacio (2008). Otro trabajo reciente es el de Cadarso et al. (2009), quienes estudian los efectos de la deslocalización sobre el empleo en los subsectores económicos industriales de la comunidad de Madrid.
[10] Los valores recomendados de la elasticidad empleo-salario y empleo-producto de la demanda de trabajo para el sector manufacturero se encuentran entre -0.22 y -0.9 para la elasticidad empleo-salario y entre 0.3 y 0.9 para la elasticidad empleo-producto (Hong, 2007).
[11] Véase Mouelhi y Ghazali (2013).
[12] En esta ecuación el precio del capital permanece constante. Véase Meriküll y Rõõm (2014).
[13] Véanse a Lichter et al.(2013) y Godart et al.
[14] El análisis con información en datos de panel nos permite saber si existen diferencias entre los subsectores. Así podremos saber cómo han reaccionado los niveles de empleo de cada uno de ellos ante el producto y los salarios; más específicamente, ante el producto, que es el propósito de este trabajo. Para ello se utilizan variables dicotómicas en el intercepto de cada subsector y se realiza una interacción del intercepto de cada subsector con el coeficiente de la pendiente del producto (Gujarati, 2004).
[15] El sector manufacturero se encuentra dividido en 21 subsectores económicos y los códigos numéricos que los identifican son de acuerdo con la clasificación del Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte (scian).
[16] Para encontrar la especificación correcta se procede a realizar las estimaciones y pruebas estadísticas con base en el orden siguiente: 1) se estima el modelo Pooled; 2) se estiman los modelos de efectos fijos y de efectos aleatorios; 3) se contrastan los modelos de efectos fijos y de efectos aleatorios con el modelo Pooled (utilizando la prueba F y LM); y 4) el resultado esperado es que el modelo de efectos fijos tenga mejor desempeño que el de Pooled y el de efectos aleatorios. Véase Narváez (2013).
[17] Los datos anuales se eligieron con respecto al primer trimestre de cada año. Además, se seleccionó el periodo 2005-2009 debido a que de 2005 a la fecha la enoe ha seguido utilizando la misma metodología en el levantamiento de esta encuesta. Con esto se cumple la condición para la aplicación correcta de datos de panel.
[18] El proceso consistió en seleccionar únicamente, en estas bases de datos, a los trabajadores asalariados, es decir, se omitió a los trabajadores no remunerados. También se eligió a los trabajadores asalariados de cada uno de los subsectores de la industria manufacturera. Para obtener el salario promedio de los trabajadores asalariados por subsector se procedió a eliminar a los que reportaron recibir cero ingresos y a los casos atípicos que reportaron recibir muy altos ingresos. Para obtener el nivel de calificación de los trabajadores asalariados se procedió a tomar como criterio a los que tuvieran un nivel de escolaridad mayor o igual al de educación media superior y superior, considerados como calificados, y a los que presentaran un nivel inferior (con escolaridad de primaria o secundaria), considerados como no calificados.
[19] Para obtener las estimaciones econométricas de corto plazo se utilizó el paquete EViews 5 y para las estimaciones de largo plazo se recurrió al paquete Stata 10.
[20] De acuerdo con la Clasificación Mexicana de Actividades y Productos (cmap), las grandes divisiones de la industria manufacturera comprenden la integración de los subsectores con procesos o técnicas de producción similares como, por ejemplo, la División 1. Productos alimenticios, bebidas y tabaco.
[21] En nuestro caso, utilizamos como variable instrumental la tasa de ocupación con un rezago según el nivel de calificación de la mano de obra; el supuesto teórico en el que se fundamenta esta decisión refiere a que la cantidad de trabajo está en función de la tasa de actividad económica que en México es similar a la tasa de ocupación.
[22] Excepto los subsectores: 3240: fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón mineral. 3250: industria química. 3310: industrias metálicas básicas. 3120: industria de las bebidas y del tabaco. Los primeros tres subsectores (3240, 3250, 3310) aplican para el empleo total y el empleo no calificado, mientras que el subsector 3120 sólo aplica para el empleo no calificado.
[23] Sin embargo, se debe tomar en cuenta que en el subsector 8 también se encuentra la fabricación de muebles que es poco tecnificada y altamente intensiva en mano de obra no calificada, pero con una alta elasticidad empleo-producto.
[24] Véanse Costa (2000), Freeman (1981), Hamermesh y Rees (1984), Noriega (1994), Artus (1995), Layard (1996) y McConnell et al. (2007).
[25] Véase Narváez (2013).
[26] De acuerdo con los datos trimestrales, esta crisis inició a principios del tercer trimestre de 2008 y la economía empezó a presentar signos de recuperación en el primer trimestre de 2010.
[27] Para enfrentar los efectos de la recesión económica en los niveles de empleo durante este periodo se aplicaron los programas de Preservación del Empleo, de Inversión en Infraestructura, de ampliación del portafolio de opciones del Servicio Nacional de Empleo, de ampliación del empleo temporal, México Emprende, de sustitución de equipos electrodomésticos para ahorro de energía y el programa sobre el congelamiento del precio de la gasolina.
[28] Esto indica que el apoyo pudo haber sido menor a 5,100 pesos por trabajador, lo cual se refleja también en su presupuesto comprometido total para este rubro, equivalente a 2,200,000 pesos.
[29] Se puede afirmar que, en el caso del trabajo calificado, son otros los factores que intervienen al tomar una decisión sobre la terminación de la relación laboral por parte de las empresas.